Xabier Vázquez Pumariño, ornitólogo

«Galicia tiene en otoño e invierno un gran atractivo para el turismo ornitológico»

 

El gallego Xabier Vázquez Pumariño, biólogo, ornitólogo y consultor ambiental en España y América Latina, es uno de los precursores del turismo ornitológico en Galicia. A través de su empresa, Birding.gal y de sus colaboraciones con Chasula, Vázquez Pumariño ha mostrado a cientos de personas la variedad de las aves que se pueden observar desde tierras gallegas. Desde hace tres décadas, trabaja en la conservación de especies amenazadas y en proyectos de seguimiento de fauna y flora, así como en la implantación de programas de sostenibilidad.

 

¿Le ha venido bien a las aves el COVID 19?

Creo que es un poco pronto para pronunciarse, aunque en principio todo indica que sí ya que hay menos tráfico, menos atropellos y menos ruidos, sobre todo en entornos urbanos y periurbanos. También para algunas aves que viven en hábitats muy específicos, como es el chorlitejo patinegro, que cría en playas salvajes. Todos creemos que le ha venido muy bien porque durante estos meses no ha tenido ninguna perturbación en su hábitat ya que por Semana Santa ya habría habido  gente en las playas, incluso con perros, que es muy peligroso. Así que quizás podríamos decir que éste es el ave al que a priori mejor le ha venido el Covid 19, aunque hay que comprobarlo.

¿Galicia es un destino atractivo para los turistas ornitológicos?

Sí, aunque todo es relativo, depende de con qué país o región la comparemos. Si nos queremos comparar con Costa Rica, Perú o Ecuador, obviamente no vamos a ningún lado, digamos que hay que contextualizar las cosas. Si hablamos del contexto español, Galicia tiene bastante interés para determinadas aves y para determinados turistas extranjeros. El principal interés viene de la mano de aves marinas, cuando están pasando por aquí en otoño, y de determinadas aves marinas y acuáticas durante el periodo invernal. En estos dos momentos determinados, Galicia tiene bastante atractivo para muchos “pajareros”.

¿En España qué especies están amenazadas ahora mismo y por qué causas?

En España tenemos muchas especies en peligro de extinción. Por ejemplo, una de las más amenazadas, con peligro a nivel global porque es un endemismo a nivel español, es la pardela balear, que es un ave marina que cría en algunas islas baleares y que emprende luego unos movimientos migratorios muy interesantes. Sale del Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar y se dirige a partir de julio, más o menos, hacia la parte norte del Atlántico (frente a las costas gallegas, Cantábrico, en el Golfo de Vizcaya, frente a Portugal…). Después nos encontramos con que las aves esteparias, en general, están muy amenazadas, como el sisón, que es muy importante en Andalucía, en Extremadura, en las dos Castillas o en Cataluña; en Galicia quedan sólo algunas ejemplares. Otra especie amenazada es el aguilucho cenizo que desde hace unos años sufre una regresión tremenda, así como el cernícalo primilla, que es muy típico verlo criar en la Catedral de Sevilla y que está en entornos rurales o urbanos pero caza en la periferia agrícola. Pero más que de especies yo creo que en este caso habría que hablar de hábitats, de dónde están los hábitats de las especies que se encuentran en regresión. Otra especie muy conocida que tiene problemas es el urogallo, que es el gran gallo ligado a ambientes europeos y siberianos, que ahora mismo se nos está yendo de las manos.

¿Qué países son los que más destacan en la protección de las aves?

Es complicado quedarse con uno porque todos los países tienen sus luces y sus sombras. Hay países que tienen una legislación avanzada y en ese sentido creo que Europa en su conjunto no está mal, aunque luego choca con las actividades económicas regulares del día a día, sobre todo en lo que se refiere a la agricultura y ganadería. Toda esa actividad está cada día más industrializada, se trata de hacer cada vez ciclos más cortos y más rápidos. Por poner un ejemplo, aquí hay ganadería de porcino, y puedes pensar que los cerdos están metidos en granjas y que no son un problema, pero se están alimentando con soja de Sudamérica y eso significa deforestación. Pero si tengo que hablar de casos concretos diría Costa Rica, que tiene muy claro que su biodiversidad es una fuente de riqueza muy importante y es un país seguro, que es otro aliciente. Otro país del que siempre se habla en España con cierta envidia es el Reino Unido, que tiene muchísimos observadores de aves  muy bien organizados, tanto a nivel estatal como local. Pero también tiene sus sombras, como la gran presión de furtivismo sobre  determinadas especies como el aguilucho pálido, prácticamente cada año se cargan la producción. Así que no hay grandes ejemplos que destaquen en todos los aspectos. Hay países con voluntad, con legislación avanzada, pero chocan después con lo que sucede día a día.

¿Trabaja desde hace más de 30 años en temas medioambientales relacionados con la flora y fauna, usted podría decir eso de “yo he visto cosas que vosotros no creeríais” como en Blade Runner?

Sin duda, e incluso podemos irnos a periodos más pequeños, no hace falta que vayamos a hace 30 años, Uno de los ejemplos que siempre se ponen es el de aves muy comunes como el gorrión molinero. Una especie de gorrión, que se veía en entornos de aldeas y pueblos, tan frecuente que realmente ni lo mirabas porque no tenía interés. Pues bien, a día de hoy hay pocos y muy localizados en algunas zonas de España. Y así con un montón de pequeñas especies. Antes te comentaba lo de los aguiluchos cenizos, una especie que está en regresión en España y que en Galicia pasó de unas 800 parejas hace 22/25 años  a 200 en la actualidad. Es algo traumático.

¿No se ha hecho nada bien?

Claro que sí, en esta historia también hay luces. Hace unos 20/ 30 años las águilas imperiales era una especie  que estaba restringida a determinados puntos y después de las campañas de conservación que se pusieron en marcha,  unido a la proliferación del conejo, que es su presa principal, la población ha crecido bastante. A día de hoy no podemos decir que esté fuera de peligro, pero no es un ave rarísima como lo era hace unos años, que hacíamos una fiesta cada vez que localizábamos una.

Hábleme de Birding, ¿cómo surgió este proyecto y con qué objetivos?

El proyecto surge un poco de una necesidad. Digamos que el turismo ornitológico es algo que despierta cada vez más interés y, curiosamente, España para el resto del público europeo, concretamente el de Reino Unido pero también el de los países nórdicos y escandinavos o Alemania, siempre ha tenido bastante peso. Cada vez se demandaban sitios más profesionales porque la gente tiene poco tiempo y muchos objetivos e ir por su cuenta no era la mejor salida. En este sentido, les  compensa tener un guía local  porque conoce perfectamente el territorio y dónde están las aves, lo que les permite optimizar  su tiempo. Birding nació por esa necesidad. Obviamente las primeras empresas de turismo ornitológico en España están ubicadas en aquellos sitios que eran un objetivo más prioritario para este tipo de turistas como Andalucía, el Estrecho de Gibraltar o Extremadura. Pero a partir de ahí el turismo ornitológico se ha ido diversificando y la gente ha ido buscando lugares que les permitan ver aves y conocer el país desde otros puntos de vista. A día de hoy, hay turismo ornitológico en casi todas las provincias de España.

¿Qué consejos le daría a alguien que no haya participado nunca en una excursión de avistamiento de aves?

Lo primero es tratar de estar muy abiertos a lo que nos rodea. Siempre digo que  esto es como una ventana que nos ofrece una información tremenda sobre nuestro entorno natural, por lo que les aconsejo que vayan con la mente muy abierta para aprender. A partir de ahí, y en lo que se refiere a cuestiones prácticas, lo ideal es llevar unos prismáticos -cuanto mejores, mejor será la experiencia-, una buena guía de aves y, si pueden, que busquen información previamente a la excursión, que es una ventaja que tenemos hoy en día. Existen aplicaciones súper avanzadas como es el caso de eBird, con la que incluso puedes hacerte una guía de campo personalizada, del lugar y la época en la que vas a viajar. Así que en ese sentido las facilidades hoy en día son tremendas, hay muchísimos recursos.

¿Cuál es el perfil, si lo hay, del turista ornitológico?

Hace años se hizo un trabajo preliminar para saber cuál era el perfil del turista ornitológico que venía a España: cuánto tiempo estaba, cómo gastaba el dinero, cómo era socioculturalmente, y la verdad es que hay un patrón. El perfil del turista que viene de fuera prototípicamente sería un varón, de 50 años para arriba, de un nivel socioeconómico alto y que viene aproximadamente por una semana. Un perfil que coincide con el turista español, aunque aquí hablamos de gente más joven y con un nivel sociocultural más variado. De todas formas, a día de hoy te puedes encontrar un poco de todo. Yo he tenido grupos de mujeres que viajan solas, sobre todo, americanas y australianas, también familias, con hijos que son los que traen a sus padres. Se percibe un cambio.