Magia y misterio se dan la mano en un conjunto histórico singular anclado en un entorno natural de gran belleza
La villa medieval de Ribadavia constituye un claro ejemplo de la bonanza y producción vitícola en la península ibérica, en general, y en Galicia, en particular. Su conjunto histórico artístico, declarado monumento nacional desde hace más de 70 años, es un entramado de calles medievales y plazas porticadas, con diferentes miradores al río Avia, y muy cerca del Miño, con una serie de templos y pazos de todas las épocas y estilos desde el siglo IX hasta el XIX.
Aunque la parte más visible es el castillo y la muralla que rodea la villa, el misterio y el encanto se agolpan en cada esquina que el visitante puede descubrir en su recorrido por las calles, o en los museos de la villa, el Museo Etnológico de Ribadavia o el Centro de Información Judía de Galicia. Un conjunto histórico en el que se dan la mano el románico, el gótico y el barroco
En Ribadavia nada es casual, tanto sus monumentos como los personajes y gentes que vivieron y visitaron durante más de mil años esta villa, acercándose a sus bodegas para beber o tratar el precio del vino que luego sería llevado a América o de cara a las Islas Británicas, Francia y Holanda durante cientos de años.
Hoy, la magia y el misterio conviven en un conjunto histórico singular anclado en un entorno natural de gran belleza.
Homenaje al Ribeiro
Desde hace más de 48 años se celebra en Ribadavia la Feria del Vino de Ribeiro, que fue declarada de Interés Turístico Nacional, y es la más antigua de las ferias vitivinícolas de Galicia. De fecha variable, suele celebrarse el primer fin de semana de julio y durante varios días, Ribadavia acoge y estrena los nuevos vinos del Ribeiro procedentes de la última cosecha.
A la exposición de las diferentes bodegas y empresas agrícolas, les acompañan concursos, catas, conferencias, actos culturales y degustaciones vinícolas, así como otras actividades musicales y folclóricas.
Favorecido por un microclima y una situación geográfica privilegiada, los más de un millar de años de historia vitivinícola, hacen de la comarca del Ribeiro la esencia del vino en Galicia. Desde tiempos inmemoriales, la producción de vino en esta comarca alcanzó las más altas cotas de calidad y comercialización. Se dice que fue el primer vino en pisar América de la mano de Colón y su fama llegó hasta las más famosas mesas de las monarquías europeas,
Hoy en día, el Ribeiro vuelve a ocupar por méritos propios y de calidad el estatus de vino con mayor proyección, un caldo diferente en el que se juntan interesantes variedades de uva con un clima, una tierra y una historia que merece la pena descubrir. Elogiado por catadores y gastrónomos de todo el mundo, destaca tanto en blancos como en tintos por la complejidad de variedades y la amplia gama de aromas y sabores.
Declarada de Interés Turístico Nacional, es la más popular y antigua de las fiestas históricas que se celebran en Galicia. La actual “Festa da Istoria”, es una traslación en el tiempo de la que se celebró en esta villa, hasta el siglo XIX, y que se enmarcaba en los festejos de la Virgen del Portal, patrona del Ribeiro. Dentro de sus objetivos básicos, destacan la recuperación de tradiciones ancestrales e históricas, que formaron la propia historia de la villa de Ribadavia y de sus alrededores.
Festa da Istoria
La fiesta permite a los visitantes conocer oficios que hoy en día están en decadencia o ya desaparecieron, tales como herreros, carpinteros de armar, toneleros y cesteros, entre otros.
La organización de esta popular celebración recae en un amplio colectivo vecinal, que se renueva cada año, denominado Fundación da “Festa da Istoria”. El criterio de trabajo se basa en mantener el rigor histórico que debe tener cada actividad o acontecimiento que se represente, destacando diferentes hechos históricos de relevancia que acontecieron en Ribadavia, como la historia del Malsín o de la Condesa Endiablada. El programa está lleno de acontecimientos y actividades trasladadas de la época medieval para disfrute de vecinos y forasteros que participan en el evento ataviados de época.
La organización dispone de más de mil trajes para alquiler de convidados y miembros que participan en el evento. El almacén de estandartes y barro posee, por su parte, unos quinientos estandartes y pendones que sirven para engalanar las calles, el castillo y los lugares donde se celebran actividades como la cena medieval o la boda judía.
La Tahona de la Herminia, visita obligada
Esta tienda de repostería artesana, regentada por la inigualable Herminia, está especializada en dulces hebreos. En el interior de la tienda, que es al mismo tiempo horno de leña donde elabora todos y cada uno de los ingredientes de sus “galletas”, podrán disfrutar de un pedazo de historia a través de las entrañables fotografías que decoran las paredes y, sobre todo, de una divertida conversación con su dueña.
Herminia, genio y figura, se levanta cada día a las cuatro de la mañana para poner en marcha el negocio. Fiel oyente de la radio, “¡la gallega, eh!” disfruta contando el proceso de elaboración de sus dulces a todo el que se pase mostrando interés. Herminia es todo amabilidad y, acostumbrada como está a su creciente popularidad, no duda en posar como una profesional advirtiendo, eso sí, de que no le saquen los pies que ese día lleva calcetines “y eso no queda bien”.
¿Lo más recomendable de la tienda? Todo, aunque los Kijelej de mon, elaborados con semillas de amapolas, son difícilmente superables.
Para los amantes del teatro, la Mostra
Durante más de una semana, a mediados del mes de julio, compañías y actores teatrales de todo el mundo representan y estrenan sus mejores obras en el incomparable marco del conjunto histórico de Ribadavia y en el castillo. Las representaciones en el Auditorio o en la Casa de la Cultura, se completan con actuaciones en la calle, talleres y cursos.
Un gran ambiente de fiesta y teatro recorre, desde la mañana hasta la noche, las principales calles y convierte a la localidad en la capital del teatro en Galicia.
El punto fuerte de la Mostra radica este año en la crítica irónica y humorística de la crisis y de los conflictos laborales actuales. Se reconocerá, asimismo, al escritor Roberto Vidal Bolaño, homenajeado este año en el Día de las Letras Gallegas.
Vidal Bolaño fue miembro destacado de la Generación Abrente de Ribadavia y fue con el grupo de teatro Entroido, con quien empezó su andadura en el teatro en la muestra ribadaviense.
