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Grupo Jorge Ordóñez

«Nuestro objetivo es seguir llevando los mejores vinos españoles a lo más alto del mundo»

El Grupo Jorge Ordóñez, formado por una escogida selección de bodegas españolas, entre las que se encuentran las gallegas La Cana (Rías Baixas) y Avancia (Valdeorras), fue la arriesgada apuesta de Jorge Ordóñez, miembro de una familia de larga tradición en el mundo del vino, para dignificar las variedades y las denominaciones de origen de España en el mercado internacional. Su gran labor en este sentido le ha llevado a recibir importantes galardones dentro y fuera de nuestras fronteras como el Premio Nacional de Gastronomía, el de Personalidad del Vino del año en EE.UU., en dos ocasiones,  y el Golden Grape Award, por la publicación Food&Wine Magazine, entre otros muchos.

¿De dónde le viene el amor por el mundo del vino a Jorge Ordóñez?

Jorge Ordóñez es la segunda generación de una familia vinculada con el mundo del vino. Sus padres tuvieron las distribuidora de vinos excelentes más importante de Málaga y protagonizaron la llegada a Málaga de algunos de mejores vinos españoles. Después fue a Estados Unidos, donde su empeño fue introducir los vinos españoles de calidad en un mercado líder internacional.

Fue uno de los primeros importadores de vino a Estados Unidos

Jorge Ordóñez es una de las grandes personalidades del vino en el mundo, primer importador de vinos excelentes en Estados Unidos desde hace casi 30 años y artífice de su Grupo de bodegas propias en España. Jorge Ordóñez fue, de hecho, quien introdujo los primeros godellos de calidad de Valdeorras en Estados Unidos al arrancar la década de los noventa con un enorme éxito y la consiguiente internacionalización de la D.O. Jorge Ordóñez también fue el artífice de la comercialización de los albariños de calidad en Estados Unidos a comienzos de la década de los noventa. Ha traspasado su amor por el vino a su hijo Víctor que después de estudiar en los mejores centros de Estados Unidos, ya está integrado en el Grupo bodeguero y la distribuidora en Estados Unidos.   La situación del vino español en los EE.UU.

¿Cómo era la situación de nuestros vinos en Estados Unidos en ese momento?

en 1987, cuando empezó Jorge Ordóñez, era desoladora, dominada prácticamente por Sherrys baratos, y aburridos Riojas acumulando polvo en las estanterías inferiores de las tiendas de vinos. Habiendo crecido en Málaga en el seno de una familia dedicada a la distribución de vinos españoles, Ordóñez conocía todos los entresijos de este negocio – desde cargar camiones, hasta evaluar las muestras de las barricas para cerrar contratos–. No tardó en darse cuenta del potencial del vino español en América. Pero para que su visión se hiciera realidad, tendrían que ocurrir cambios a ambos lados del Atlántico. En el lado americano, tenía que cambiar la percepción errónea, muy arraigada, sobre el vino español. Existía la creencia de que el vino español era pálido, plano, de baja calidad, ordinario y barato. Ordóñez sabía que esta idea era el resultado de una suma de factores ajenos al vino, como por ejemplo el almacenamiento y el transporte en malas condiciones y un pésimo marketing. Él veneraba los vinos de su tierra natal y fue uno de los pocos en reconocer el gran potencial de sus antiguas viñas y de los viñedos de secano. Pero viendo las tendencias hacia la modernización en otros países, también reconocía que la elaboración del vino español en sí misma necesitaba una revitalización: algunos de los métodos tradicionales necesitaban actualizaciones; se imponía disminuir los rendimientos, y promover la limpieza. El modus operandi de Ordóñez consistía en preservar la herencia y el carácter de los vinos españoles y, a la vez, encauzarlos en la línea del paladar del siglo XX. Esto tenía sus riesgos. En vez de abrazar las tendencias internacionales, Ordóñez se atrevió a dar un paso más y poner a prueba el paladar de los americanos, siendo el primero en introducir “vinos exóticos” como Albariño, Txakolí y Godello en un mercado que conocía poco más que la sangría.

Finalmente, esa audacia y buen hacer le ha hecho merecedor de importantes galardones 

Así es, Jorge tiene una lista impresionante de logros: nombrado en dos ocasiones, por Robert Parker, Personalidad del Vino del año en EE.UU.; ha recibido el premio The Golden Grape Award en 1997, por la publicación Food&Wine Magazine. En 2008, Jorge fue nombrado The Luminary of the Year en Nanucket Wine Festival, la primera vez que este galardón fue concedido. También reconocido en España, obtuvo en 1997 el Premio Nacional de Gastronomía Víctor de la Serna concedido por la Academia Española de Gastronomía, y fue Personaje del Vino del año en 2008 por la prestigiosa revista Sibaritas, de la Guía Peñín

¿Cuál es la filosofía del Grupo que puso en marcha, cuándo y con qué objetivos se creó?

El Grupo Jorge Ordóñez, el primero de bodegas boutiques españolas y con mayor capacidad exportadora, se creó hace seis años. Su sello diferencial es la elaboración artesanal a partir de variedades autóctonas españolas procedentes de viñedos muy viejos, menos productivos, pero que proporcionan más calidad. Son bodegas de autor centradas exclusivamente en la excelencia.

Originarios de Andalucía, ¿cuándo se decidieron a incorporar vinos gallegos?

Jorge ha ido recuperando las variedades autóctona de las regiones más olvidadas de España. Eso es lo que pasó con la uva Godello, en concreto, la de Valdeorras. Respecto a los Albariños de Rías Baixas son muy apreciados en Estados Unidos. La pasión por el albariño y la excelente acogida de estos vinos en Estados Unidos, le llevaron a producir sus primeros albariños en 2002. En 2008 creó su propia bodega, La Caña, y en 2013 se decidió realizar este enorme esfuerzo con las nuevas instalaciones.

¿Por qué se decidieron por vinos de Rías Baixas y Valdeorras?

Ordóñez decidió elaborar su propio vino de Valdeorras en 2007, Avancia Godello, lo que supuso el nacimiento de la bodega, Avancia, que es en la que más ha invertido el Grupo Jorge Ordóñez. Entre 2013 y 2014, un total  de 528.314 euros. Nuestro objetivo ahora es, además de seguir impulsando la presencia internacional de nuestros vinos, fortalecer su posicionamiento en el mercado local. Los Avancia cubren comercialmente muy bien la demanda de vinos de Valdeorras, tanto por variedad de uva, como por precio.  Bodegas Avancia elige para elaborar sus cinco vinos las uvas procedentes de los viñedos más viejos de la D.O., que dan menos producción, pero de mayor calidad. Una media de 40 años para la godello y entre 70 y 85 años para la Mencía.

Por su parte, el albariño La Caña se ha convertido en uno de los más internacionales y que más premios y éxitos está cosechando para la D.O. de Rías Baixas. La Caña acaba de ser elegido y servido por el Instituto Reina Sofía de Nueva York en la Gala de entrega de sus Medallas Anuales,  que se  concedieron a la estadista Hillay Clinton y el actor español Antonio Banderas. La Caña 2011 también recibió la Medalla de Plata DecanterWorld Wine Awards 2013, la mayor competición mundial del vino.

¿Qué hace tan especial a La Caña?

La Caña se diferencia de otros albariños por su compleja elaboración que le confiere una mayor calidad, por lo que es enormemente valorado. Se embotella más tarde, en marzo, a diferencia de otros vinos que lo hacen en noviembre, porque se somete a un proceso de crianza sobre lías finas, con fermentación parcial en barrica de roble francés.

Las uvas de La Caña proceden de un viñedo de 25 hectáreas en Sisán (Ribadumia). Son pequeñas parcelas que permiten tener un control de calidad exhaustiva. Todas las viñas se plantaron antes de 1990 en sistema de pérgola tradicional de la zona. Estas viñas son menos productivas que las plantadas posteriormente a 1990, pero de mayor calidad. Su rendimiento es de 6 toneladas por Hectárea.

¿Por qué esos vinos y esas bodegas en concreto?

Porque tradicionalmente se ha trabajando con ellas y dan vinos de mucha calidad.

¿Cómo fueron recibidos sus vinos gallegos por el mercado norteamericano en su momento?

Muy bien, son muy apreciados.

¿Tienen pensado ampliar su catálogo de vinos extendiéndolo a otras D.O. de Galicia?

De momento no.

¿Cómo hacen la selección de los vinos que representan?

En base a su excelencia y singularidad.

La Garnacha es una de las variedades poco conocidas pero que es común a varios de los vinos del Grupo Jorge Ordóñez. ¿Qué tiene esta uva que la hace tan atractiva?

Es una de las uvas que mejor transmite la personalidad del terruño español.

¿Además de Estados Unidos, a dónde exportan los vinos del Grupo?

En Europa llevamos nuestros vinos a Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Holanda, Irlanda , Lituania, Polonia, Reino Unido, Rusia, Suecia y Suiza. También llegamos a Asia (Beijing, Hong Kong, Japón, Singapur y Taiwan), Sudáfrica, Australia, Puerto Rico y, por supuesto, Estados Unidos.

Conocedores del sector del vino a nivel mundial, ¿hacia dónde van los gustos de los consumidores?

Cada vez se aprecian más los vinos más auténticos, procedentes de una viticultura artesana y orgánica. Además de los procedentes de los viñedos más viejos.

¿Algún objetivo concreto para el año que acaba de empezar?

Seguir llevando los mejores vinos españoles a lo más alto del mundo.