El espumoso Pedras Rubras Millesime 2014 de Bodega Valtea, acaba de recibir la medalla de oro en el Challenge International du Vin 2024 de Burdeos. Esta medalla, una de las más prestigiosas en el ámbito vitivinícola mundial, ha llegado a su vitrina apenas un mes después de su salida al mercado, lo que hace que el reconocimiento deje un sabor de boca todavía más dulce a todo el equipo que lo ha custodiado con mimo desde 2014. Bajo la D.O. Rías Baixas, es el espumoso gallego con mayor tiempo de maduración disponible en el mercado. Una rara avis, de las que sólo se podrán disfrutar unas 2.000 botellas. Lázaro Moreno Carrera, responsable de que exista este excepcional vino (y muchos otros) junto a Carla González Chao, nos cuenta sus impresiones tras esta condecoración que impulsará el espumoso gallego en todo el mundo.
Sois uno de los espumosos gallegos más antiguos, ¿es una ventaja ser pioneros?
Por supuesto que sí porque `el saber hacer’ es una cuestión no solo de conocimientos previos, sino también de tiempo, de ensayo/error, de investigación…
Acaba de salir al mercado y ya ha obtenido la medalla de oro en Burdeos, ¿os lo esperabais?
Si te digo que sí, puede ser interpretado como una petulancia por nuestra parte. Pero realmente esperábamos (como así ha ocurrido) que sorprendiera, porque aparte de las cuestiones de elaboración, de la especificidad de las uvas usadas, de la selección de los vinos bases… es el espumoso gallego que más crianza tiene, pues ha estado 10 años en rima. Elaboramos siguiendo el método tradicional, con una segunda fermentación en botella. En esa segunda fermentación, el vino gana casi un grado más. Lo difícil en el espumoso es, para conseguir tener un 12,5 de grado en el producto final, tú tienes que tener en torno a 11,7 de vino base. A parte de las variables ya comentadas anteriormente que definen la calidad, el tiempo de crianza en rima con sus lías es básico y clave para obtener por un lado una burbuja pequeña, fina y cremosa perfectamente integrada y por otro lado la aparición de esos aromas tan buscados y deliciosos como son el “brioche”, mantequilla, panadería, etc.
En realidad, son 10 años. Primero, seleccionamos las uvas que iban a formar ese espumoso, luego hacemos un tiraje donde las levaduras están flotando libremente en el líquido de cada botella e integrándose con el mismo. Ha fermentado a una temperatura controlada y durante un largo período de tiempo para posteriormente proceder a descansar en rima (posición horizontal) durante años de forma que las levaduras sueltas se iban integrando con el vino. Después, removemos en tres o cuatro las botellas y por lo tanto el líquido, con las levaduras para obtener una cada vez mayor integración.
¿No es mucho sacrificio – en volumen de negocio–?
Claro, tener un producto parado durante 10 años es un sacrificio financiero importante pero nuestra filosofía de elaborar productos únicos y exclusivos predomina sobre cualquier otro aspecto más crematístico.
No obstante, la elaboración de este tipo de productos tan especiales redunda en una gran imagen de la bodega y las personas que están detrás. Somos una bodega familiar y muchos de nuestros productos, como este espumoso PEDRAS RUBRAS MILLESIME 2014 son punta de lanza de la gran gastronomía o de tiendas gourmet muy especializadas. Somos una bodega caracterizada, conocida y reconocida como elaboradora de vinos y espumosos muy singulares.
Si, en general cada vez más. Piensa que en Galicia tenía todo un mundo por crecer. Siempre tendrá un nicho de consumidores a los que gusta, apuestan por él y ese segmento es cada vez más amplio… y no solo en cuantía de gente, sino que también en la variedad de situaciones… por ejemplo: ya no es un producto tan estacional como era antiguamente, se consume en muchas épocas del año y como aperitivo, durante la comida, etc.
¿Qué diferencia a Pedras Rubras de otros espumosos?
Primero, las uvas son de una sola añada y de unas fincas muy seleccionadas; segundo, el vino base ha sido contemplado para soportar una larga crianza; tercero, las levaduras “sueltas” libremente flotantes dentro de cada botella confieren uniformidad y armonía y cuarto, por supuesto el larguísimo tiempo de crianza en rima y por último también el toque de la maestra elaboradora seleccionando el licor de expedición que es único de la casa. En todos los espumosos del mundo, más o menos en todos, durante el degüelle – tras un proceso que dura aproximadamente 13 días para que todos los sedimentos se depositen en el cuello congelado de la botella – al descorcharlo, sale algo de líquido. Esa es la aportación de nuestra enóloga, que en este caso utiliza el mismo espumoso.
Muchas veces el consumidor no sabe dónde enmarcar su consumo, ¿qué opináis vosotros?
Creemos que cada vez hay más un segmento que sí sabe enmarcar perfectamente el consumo del espumoso y sobre todo de un espumoso de larga crianza y sabe cómo disfrutarlo y cómo degustarlo. Este segmento es todavía minoritario, pero lo era mucho más hace unos años y lo será mucho menos dentro de un tiempo.
¿Desde dónde hay que trabajar para que sea una opción para el consumidor, desde la hostelería o desde las propias bodegas?
Es un trabajo conjunto, las bodegas tenemos que elaborar cada vez productos más sui generis y debemos ser capaces de transmitir la especificidad de los mismos. Por otra parte, el punto de venta es fundamental, sea el sommelier o el restaurador en el canal HORECA, como el responsable de tienda en las tiendas especializadas. Es un trabajo conjunto que debe estar cohesionado y perfectamente integrado.
Siempre estamos trabajando en cosas nuevas, somos una bodega que por nuestro tamaño y por nuestra visión de la vitivinicultura siempre estamos ensayando, investigando e innovando en nuevos productos y formas de elaboración. No todas acaban viendo la luz, porque somos nuestros máximos críticos y nuestros estándares de calidad son muy altos a la hora de dar viabilidad a un nuevo producto. Por ejemplo, estamos a punto de sacar al mercado un vino elaborado en barrica donde la intención es que se conjuguen perfectamente las características de la variedad y las características aportadas por la madera, sin que éstas últimas (como pasa muchas veces) se superpongan y acaben ocultando a las primeras. Es una cuestión de concepción: ‘qué queremos’ y una vez definido ‘cómo ejecutamos’ lo diseñado previamente. Creo que será un producto que también sorprenderá, que tanto los aportes de la fruta como de la madera se integren en su justo término.
¿Vais a seguir trabajando en la misma línea en el futuro?
Está en el ADN de esta empresa y de este equipo, el seguir innovando y presentando nuevas creaciones que aporten cosas nuevas al mundo del vino, ‘sin hacer excesivo ruido’, puesto que a veces éste no es compatible con los procesos de investigación.