El clima condiciona la producción mundial de vino en 2024 que queda en mínimos no vistos desde 1961

El pasado 29 de noviembre de 2024 se cumplió el centenario de la firma del tratado fundacional de la OIV. En esta fecha tan especial, John Barker, director general de la Organización, presentó los resultados muy preliminares de un estudio sobre el sector de la vid y el vino a lo largo de su siglo de existencia, asimismo, Giorgio Delgrosso, jefe del servicio estadístico de la OIV, presentó las primeras estimaciones del organismo sobre la producción de vino en 2024.

La producción mundial de vino fruto de las vendimias de 2024 quedará, según sus estimaciones preliminares, en apenas 231 millones de hectolitros (sin mostos, supondrá un retroceso del 2% respecto a 2023, pero será un mínimo histórico en décadas (la más baja en la historia desde 1961). Quedaría, un 13% por debajo de la media de producción mundial de la última década. Esos 231 Mhl serían el centro de una horquilla que alcanza desde los 227 millones de hectolitros en su extremo inferior hasta los 235 Mhl en el escenario más optimista.

Tal y como resalta la organización, a nivel mundial, 2024 parece ser una repetición de 2023, con una serie de fenómenos meteorológicos que afectan a los volúmenes de producción de vino en todo el mundo, agravados por las circunstancias económicas y de mercado. Se han producido cambios relativos en la producción entre países en comparación con el año anterior, pero el resultado neto es una producción total un 2% inferior a la de 2023.

Se prevé un bajo volumen de producción en la Unión Europea. En síntesis, Francia habría registrado el descenso más significativo de la producción en comparación con el año anterior, debido en gran parte a las difíciles condiciones meteorológicas en todo el país. Italia se recuperó ligeramente del bajísimo volumen de 2023, para volver a ser el mayor productor mundial. En general, los volúmenes en toda Europa fueron inferiores a la media, y sólo Portugal y Hungría registraron volúmenes de cosecha medios o superiores a la media.

Por su parte, las primeras previsiones de EE.UU. indican un volumen de producción medio para 2024, ligeramente inferior a los niveles de 2023. En el hemisferio sur, se espera que los volúmenes de producción de vino sigan siendo bajos en 2024, de nuevo debido principalmente a las condiciones climáticas, marcando la producción más baja en dos décadas.

Italia queda, como hemos visto, según estas previsiones en 41 Mhl (+7%), mientras que Francia alcanzará los 36,9 Mhl (-23%).

Para España, la OIV mantiene una estimación de 33,6 Mhl de vino (sin mosto), con una recuperación del 18%, con lo que mantiene su posición como tercer productor de vino de la UE y del mundo, aunque se mantiene un 4% por debajo de su última media quinquenal. El aumento, impulsado por unas cosechas relativamente positivas en Castilla-La Mancha y Extremadura, supone una recuperación parcial de las graves sequías de 2023, pero el estrés hídrico sigue siendo un reto para la producción de vino, según destaca la OIV para nuestro país.

En conjunto, la Unión Europea alcanzará un volumen producido de 139 Mhl (-3%). Fuera de la UE, en el hemisferio norte, destacan los 23,6 Mhl de EE.UU. (-3%).

Por su parte, el hemisferio sur registraría, según esta fuente, una producción de 46 Mhl (-2%).  Según la OIV, ha sido una añada difícil. Después de una cosecha récord en 2021, la producción de vino ha disminuido durante tres años consecutivos. De hecho, el volumen estimado para 2024 se sitúa un 12% por debajo de la media quinquenal, lo que supone la producción más baja desde 2004.  Esta producción históricamente baja se debe a fenómenos climáticos significativos en las principales regiones productoras de vino. En conjunto, la producción de vino del hemisferio sur en 2024 representa el 20% del total mundial, en consonancia con la media de la última década.