Jornadas sobre el futuro de la viticultura en Galicia, organizadas por el museo do viño de Galicia y la asociación de colleiteiros do Ribeiro para debatir sobre la necesidad que tiene Galicia de organizar su calidad mediante una zonificación de nuestro territorio.
En este enturbiado y difícil mundo vinícola que nos toca vivir estos años, ha surgido una fantástica iniciativa en el Ribeiro que busca seleccionar, parcelar y trabajar en la diferenciación de los viñedos mas históricos e importantes de la D.O. para poner en valor toda esa calidad que atesoran y transmitir al cliente esas virtudes para que pueda entender bien el por qué de un precio superior, o el por qué debemos seleccionarlos cuando queremos algo sublime sin necesidad de que nos lo diga un experto o sin necesidad de probarlo. Al final se trata de darle al cliente la información necesaria para que entienda el valor de la historia.
Bueno, nada nuevo, este es un invento francés, en definitiva. Todo el mundo, sea experto o no, que bebe habitualmente vino sabe que Grand Cru es mejor y mas caro que 1er Cru o Village y también que es más escaso y exclusivo. Aunque realmente no tenga claro que es un Gran Cru de Burdeos o uno de Borgoña, que, por cierto, no tienen nada que ver legislativamente.
Tampoco es una iniciativa nueva en España, Cava fue de los primeros con sus Cavas de Paraje, La Rioja ya tiene en el mercado muchos Viñedos Singulares y el Bierzo está en la misma línea desde hace años y empieza a recoger los frutos de ese trabajo bien hecho.
Por lo tanto, si me pregunto ¿es esta parcelación importante para el vino gallego en general y el Ribeiro en particular?, si y mucho, urge ponerlo en marcha en cuantas más DO’s mejor.
Pero, ¿soluciona el gravísimo problema actual del vino gallego y sobre todo del pequeño productor? No, por si solo no. Es más, yo creo que por si solo puede ser un problema antes que una solución si no va acompañado de muchas cosas más.
No veo yo que al Bierzo le arregle el problema, mas allá de prestigiar las bodegas que cumplen esos requisitos, y tampoco a Rioja. Es cierto que se consigue transmitir preocupación por la calidad y ganar prestigio, pero debemos tener cuidado con eso.
Porque en primer lugar no todos los pequeños y medianos agicultores cuentan con viñedos “parcelables”, aunque seguramente tienen viñedos excelentes y se pueden quedar fuera una vez más un montón de ellos, en un momento donde ya tienen excesivas dificultades esto podría ser la puntilla para muchos viticultores y elaboradores.
Tampoco por sí solo parcelar o certificar esos viñedos nos garantiza calidad, habrá que exigir unos métodos muy estrictos de elaboración, con unos tipos de barrica, unos métodos de vendimia y fermentaciones, variedades…, algo que al final puede hacer una selección dejando fuera a pequeñas bodegas que no tienen capacidad económica para adaptarse.
La parcelación es importante, pero transmitir lo artesano (bien elaborado) es también muy necesario. Urge crear y promocionar un “gremio de artesanos” una vez debilitada la categoría de “colleiteiro” bombardeada por todos los estamentos hasta dejarla en una anécdota dentro de la DO por puros intereses de los que dominan y controlan el “lobbie”.
Al cliente hay que transmitirle calidad, historia, artesanía, diferencia, exclusividad. Que es lo que nos dice ese término Gran Cru francés, pero eso hay que hacerlo preocupándose mucho de ese pequeño productor, de esa parte de la historia que se está perdiendo. Basta con ver la “desertización vitícola” que se está produciendo ya en Ribeira Sacra, con precios de derribo del metro cuadrado de viñedo a 3€, algo impensable en otras zonas.
Porque en Galicia no tenemos Grands Châteaux, tenemos pequeños agricultores. Porque en Galicia no tenemos historia de grandes vinos. Porque en Galicia no tenemos una legión de millonarios del mundo deseando beber nuestros vinos. Y porque en Galicia una hectárea de terreno no significa la jubilación de nadie como pasa en Champagne, por ejemplo.
Pero esta idea de parcelación y selección del viñedo es un comienzo, un buen comienzo, Solo si forma parte de un todo, no si es el todo.
Crear un gremio de artesanos del vino
Diferenciar lo que es patrimonio vitícola de lo que es negocio vitícola, los dos son muy dignos, pero el patrimonio se protege y no se está haciendo.
Proteger por ley viñedos únicos evitando su destrucción, como ya ha pasado y sigue pasando, al igual que protegimos nuestros hórreos y nuestros edificios históricos y nuestra cultura, porque el vino y el viñedo es parte de esa cultura.
Crear un organismo público y gratuito de asesoría a pequeños productores, asesoría en etiquetado e imagen, RRSS, promoción web, marketing… para que compitan en igualdad con los demás sin arruinarse en el intento.
Promocionar esas bodegas y ese patrimonio en las ferias del mundo de manera prioritaria y gratuita, porque de nada vale parcelar o hacer nada si luego en Paris, Londres o Tokio no estamos en sus grandes restaurantes. En Galicia es importante transmitirlo, pero no debe ser el mercado local el objetivo.
Ayudar al cliente a diferenciar, conocer y reconocer ese patrimonio. Y en general evitar la triste sangría que a día de hoy está acabando con una parte importante de nuestros pequeños viticultores y bodegueros.
Termino dando mi enhorabuena a los promotores de esta gran iniciativa, animarlos a perseverar hasta conseguirlo y ofrecerles mi ayuda en lo que humildemente sea posible. Pero también apelo a la administración pública a empujar en ese sentido, porque eso es crear riqueza, somos un país de vino. Para ayudar a compensar los intereses legítimos, pero partidarios, de algunos de los grandes productores e integrantes de las DO’s.
Porque el vino no está en un buen momento a nivel mundial y no es tiempo de “esperar que escampe”, de las crisis se puede salir más fuerte, pero el éxito es fruto del trabajo duro y de la preocupación por hacer las cosas bien.
Así se lo hemos contado