Chile, el paraíso de la Viticultura

Chile 2-wDesde el desértico Atacama hasta la fértil Araucanía: 1.500 km de viñedo repartidos en 5 regiones vitivinícolas que abarcan la diversidad climática y edáfica de este paraíso vitivinícola.

Distintas maneras de interpretar el clima, los suelos y las viñas, pero con una realidad cultural transversal a todas las regiones, tanto es así, que los propios chilenos no dudan en autoproclamarse “isleños”.

Y son precisamente las cualidades geográficas de este estrecho país, las que facilitan la adaptación de las vides en un entorno más que favorable, disfrutando de un clima considerado mediterráneo con la refrescante neblina camanchaca en las zonas costeras, generada por la influencia directa de la Corriente de Humboldt, y la fría brisa que desciende de los Andes en las zonas de viñedo andinas. Conclusión: Vinos frescos pero con una madurez fenólica envidiable.

Al ser un país de “complicado” acceso terrestre y gracias a las exhaustivas medidas adoptadas por parte del gobierno para mantener protegida su flora y fauna, ciertos parásitos de la vid, como la filoxera, han tenido más difícil su arraigo en la región, por lo que Chile puede presumir de ser el único país del mundo donde predomina la plantación con pie franco. Si bien algunas grandes casas comerciales, injertan sus cepas para “homogenizar” la calidad y madurez de todas las uvas, así como para regular el vigor de las variedades más productivas.

Las bajas humedades y la gran cantidad de horas de sol en la práctica totalidad del país, impiden también la propagación de enfermedades criptogámicas como el mildium u oidium (apareciendo este último en contadas ocasiones en las zonas más sureñas y siendo fácilmente controlado con un tratamiento de caldo bordelés).

Como contrapartida, la falsa arañita de la vid, puede llegar a ser un problema, sobre todo en las variedades tintas de la Región del Valle Central (Maipo, Rapel, Curicó y Maule), donde hay que tener un especial cuidado con la higiene de las cepas. También los nematodos, gusanos fitoparásitos, causan complicaciones en algunas regiones del país, obligando a muchos viticultores a injertar sus cepas en portainjertos resistentes a éstos.

Precisamente el beneplácito climático del que dispone Chile, permite a los enólogos trabajar regularmente con uvas sanas; lo cual, inevitablemente, evita oscilaciones cualitativas y cuantitativas de una añada a otra. Esto ha permitido explorar nuevas herramientas enológicas como el flash expansión, ayudando a eliminar aromas de dudosa calidad como el famoso “pimiento verde” (pirazinas) asociado en algunos casos a la Cabernet Sauvignon.

Es de destacar también, como las últimas tendencias del mercado, les han llevado a explorar más a fondo las variedades blancas, buscando los terrenos más propicios para obtener la mejor adaptación posible. A consecuencia de la nueva búsqueda de “terroirs”, en Chile se está dejando de hablar de variedades para hablar de suelo y clima.

La gran variación térmica y climática entre las viñas costeras y andinas, han determinado que desde el 2011, además de las clásicas Denominaciones de Origen (a veces con delimitaciones más políticas que técnicas), se establezcan límites climatológicos entre unas zonas y otras, diferenciando así los viñedos de Costa, Entre Cordilleras y Andinos; cada uno con unas características muy particulares.

Comenzaremos el viaje por la región más septentrional, donde la refrescante Corriente de Humboldt (factor determinante en la escasa generación de precipitaciones), inevitablemente contribuye a la desertificación de Atacama.

Chile 1-wPRIMERA Y SEGUNDA REGIÓN VITIVINÍCOLA: ATACAMA Y COQUIMBO

Tierra de donde proviene el mundialmente conocido como D.O. Pisco Chileno. Un destilado vínico (proveniente de una vinificación en blanco) elaborado principalmente por las uvas Moscatel (ojo, tienen 8 distintas y no todas son terpénicas) y, en menor medida, por la uva Pedro Jiménez (homónima de nuestra Pedro Ximénez) y la Torrontel, entre otras variedades minoritarias.

El destilado más famoso de Chile, sólo se puede elaborar en la III y IV Región Política (Atacama y Coquimbo), siendo Coquimbo una comarca especialmente interesante no sólo por poseer los cielos más despejados del Hemisferio Sur (no es de extrañar la concentración de países que poseen estaciones astronómicas en la zona), sino porque sus viñedos gozan de la mayor intensidad lumínica de todo Chile. Para aprovechar esta cantidad de energía (y para evitar quemar las uvas), el 99% del viñedo de la región tiene una conducción tipo Parrón Español.

Tras su destilación, se pueden comercializar varios tipos de Pisco, siendo la siguiente clasificación la más habitual: Pisco chileno (destilado con 2 meses de reposo), Pisco Chileno de Guarda (6 meses de crianza en barrica, habitualmente de madera Raulí), Pisco Chileno Envejecido (12 meses de crianza en barrica). Como es de esperar, a medida que el destilado va envejeciendo, ganan terreno los aromas de guarda en detrimento de los congenéricos.

En la Región de Atacama podemos encontrar las Subregiones de Copiapó y Huasco. Por otra parte, en la Región de Coquimbo nos encontramos con Elqui (cuna del Pisco Chileno), Limarí (donde además encontramos algunos de los mejores olivares de Chile) y Choapa. Las escasas precipitaciones de estas Regiones, obligan a mantener un sistema de riego por goteo para evitar la deshidratación de las plantas.

El ascenso por los cerros andinos hasta el pueblo de Pisco Elqui (anteriormente conocido como la Unión, antes conocido como La Greda) es un recorrido de peregrinaje “místico” salpicado de numerosos puntos totémicos en el que a medida que subimos, podemos ver como las viñas “trepan” por las montañas buscando altitud. Con ello pretenden tener una madurez temprana, para comercializar el fruto como uva de mesa lo antes posible (los manteles blancos que cubren las verdes viñas, evitan el posible deterioro estético de las uvas por las rachas de viento).

Más al norte de Copiapó, (en Antofagasta) cabe destacar un nuevo proyecto vitivinícola que desarrolla el viñedo plantado a mayor altura de Chile: 2.500 msnm.

TERCERA REGIÓN VITIVINÍCOLA: ACONCAGUA

La V Región chilena, nos ofrece tres Subregiones: Aconcagua, Casablanca y San Antonio.

Es importante tener en cuenta que en Chile, para que un vino ostente la categoría de Denominación de Origen (Regiones Vitícolas, Valles y/o Zonas) y pueda reflejarlo en su etiqueta, al menos el 75% de la uva utilizada en su elaboración debe haber sido cultivada en la región o valle indicado. En el caso del Pisco, el 100% de la uva debe provenir de las regiones de Atacama y Coquimbo.

La Subregión de Aconcagua tiene la particularidad de poseer viñedos en la costa, así como en los Andes a más de 1.100 metros de altitud.

Como en todo Chile, en Aconcagua tienen mayor presencia las variedades foráneas, priorizando las tintas como la Cabernet Sauvignon, la Shyraz o la Carménère en las zonas más antiguas de la región (Andinas y Entre Cordilleras) y las blancas como la Sauvignon Blanc o la Chardonnay en la zona Costera (representando estas últimas un 16% de la Denominación de Origen).

Las Subregiones de Casablanca y San Antonio (conocida principalmente por la Zona de Leyda) son reconocidas como grandes elaboradores de vinos blancos. Al ser Subregiones costeras, las grandes casas comerciales de la Región del Valle Central (principalmente situadas en zonas de Entre Cordilleras y Andinas y, por lo tanto, elaboradoras en un 80% de vinos tintos), se nutren de ellas para poder ofertar blancos frescos entre su cartera de productos. Gracias a esta circunstancia, tradicionalmente los Chardonnay de Casablanca y los Sauvignon Blanc de San Antonio (identificables a menudo por el taponado de rosca) gozan de prestigio a nivel nacional.

Viñedos Bourgogne.aiCUARTA REGIÓN VITIVINÍCOLA: VALLE CENTRAL

Quizás la Región más internacional y que aúna la mayor producción de vino de Chile. Cuenta con las Subregiones de Maipo, Rapel, Curicó y Maule.

En Maipo nos encontramos con una gran hegemonía de variedades tintas donde la reina es la Cabernet Sauvignon. Es de destacar el área de Isla de Maipo, donde el tiro de aire del Pacífico entra directamente por los ríos que rodean el valle, permitiendo la elaboración de vinos blancos, mayoritariamente Chardonnay, de frescura oceánica.

La Subregión Valle de Rapel incluye a su vez las Zonas de Cachapoal y Colchagua, ambas con grandes extensiones de variedades tintas plantadas con la Carménère por detrás de la Cabernet Sauvignon. Con 5.450 Ha plantadas en las dos Denominaciones, estamos en el reino de la Carménère. Esta variedad, originaria de Burdeos, en los últimos años se ha ido imponiendo como una embajadora de los vinos chilenos ya que se había considerado extinta debido a las plagas de filoxera que azotaron Francia a mediados del S.XIX. Redescubierta en Chile en la década de los 90 (considerada hasta entonces como Merlot), los viñedos de esta variedad se han ido extendiendo paulatinamente por todas las Regiones de Chile.

En Curicó (con las Zonas de Teno y Lontué), el vino blanco representa un 40% de su producción, siendo la reina la Sauvignon Blanc (principalmente plantada en la zona costera). En Maule (que cuenta con las Zonas de Claro, Loncomilla y Tutuvén) llama poderosamente la atención pasear por sus bodegas y ver como la mayoría de los depósitos presentan abolladuras en sus patas: cicatrices del terremoto que asoló Chile en el 2010, afectando a una gran cantidad de bodegas chilenas, pero cebándose principalmente en la Región de Maule y Bío-Bío.

Curiosamente, el sistema de riego en el Valle Central cambia con respecto a las regiones más septentrionales de Chile, donde el riego por goteo es el principal modelo de gestión híbrido. Aquí se utiliza el riego por canales habitualmente en circuito cerrado (sistema más económico, siempre y cuando se disponga de agua en abundancia, recurso más fácil de obtener en el Valle Central que en Atacama).

Climats.ai

QUINTA REGIÓN VITIVINÍCOLA: EL SUR 

La Región del Sur agrupa las Subregiones de: Itata, Bío-Bío y Malleco (la Denominación de Origen más sureña de Chile).

Esta región, pasa por ser la cuna de la viticultura chilena con la entrada de la vitis vinífera en el país en 1548 de mano del sacerdote Francisco de Carabantes en la bahía de Talcahuano, muy cerca de la ciudad de Concepción (entre Itata y Bío-Bío).

Al igual que en casi todo Chile, la viticultura es lo más respetuosa con el medioambiente posible (consecuencia de tener unas condiciones climáticas tan benignas), pudiendo encontrar un amplio abanico de vinos orgánicos y biodinámicos de altísima calidad y gran expresión. Dentro de estos vinos orgánicos, se podrían incluir los “pipeños”, los cuales, no teniendo una definición exacta, son considerados vinos tradicionales y a menudo baratos, sin filtrar, elaborados con uvas tradicionales y sin añadir sulfuroso ni levaduras.

Si nos acercamos a la desembocadura del río Itata, entraremos en el Itata Profundo donde, dado su minifundismo, forma de trabajar y orografía, podemos decir que estamos ante la Galicia chilena. Aquí, las “cabezas” (sistema de conducción que consiste en vaso griego muy bajo) brotan del suelo para conseguir una mejor madurez y evitar el corrimiento de flor, sobre todo en la variedad Moscatel de Alejandría con la que se están elaborando los nuevos espumosos.

Al extenderse por Costa y Entre Cordilleras, los viñedos se reparten prácticamente al 50% entre variedades blancas (principalmente la Moscatel de Alejandría) y tintas (principalmente la País, considerada autóctona ya que lleva en Chile más de 500 años integrada; guarda relación con la Misión californiana, la Criolla argentina y la Listán Negro canaria). En esta región es donde los indios Mapuches frenaron la conquista española, lo que obligó a la viticultura chilena a expandirse hacia el norte.

A pesar de sus 500 años de historia vitivinícola, en las últimas décadas es cuando Chile ha empezado a descubrir todo su potencial vinícola y enológico. Así, los últimos 30 años, los Cazadores de Terroir han ido localizando nuevas zonas con potencial enológico en todo Chile, ejemplo de ello son Cautín y Osorno en la Región Austral. Y lo que está por venir…

Luis y Alejandro Paadín Cara-w