LA INDICACIÓN GEOGRÁFICA PROTEGIDA DEL VIÑO DE BARBANZA E IRIA INCORPORARÁ LA UVA MERENZAO A SUS VARIEDADES

El Diario Oficial de Galicia (DOG) publica una resolución de la Consellería del Medio Rural por la que se da publicidad a la  solicitud de modificación del pliego de condiciónes de la Indicación Geográfica Protegida del vino de Barbanza e Iria. Entre los cambios destaca la incorporación de la uva merenzao a las variedades tintas. Ademas, también aumentará el rendimiento máximo por hectárea permitido para las variedades blancas y los límites máximos de dos parámetros analíticos, en concreto la acidez volátil y el contenido en anhídrido sulfuroso.

Estas modificaciónes fueron solicitadas por las asociaciónes de viticultores y elaboradores del vino de la IGP y una vez analizadas las demandas, se decidió iniciar el proceso para llevarlas a cabo.

Así, las causas que motivaron los cambios están relacionadas con la adaptación al trabajo actual. Por lo que respecta á la inclusión de la variedad merenzao, se tráta de una variedad presente en la zona aunque en cantidades pequeñas. És una uva de cultivo tradicional en Galicia y al  tratarse de una variedad de ciclo corto se adápta bien al medio natural de esta indicación geográfica, donde madura de manera adecuada lográndose mostos de gran calidad.

En cuanto al rendimiento por hectárea, pasará de 10.000 a 12.000 kg para las variedades blancas, ya que la experiencia de los últimos años demuestra que las parcelas son capaces de proporcionar rendimientos superiores a los ahora admitidos, sin disminución de la calidad del vino obtenido. En lo que se refire a la acidez volátil y al contenido de sulfuroso, en el pliego de condiciónes vigente se establécen unos límites demasiado restritivos para estos dos parámetros, que dejan fuera produtos con adecuadas características organolépticas y que responden a la tipicidad  de los vinos de Barbanza  e Iria.

Esto unido a que en los últimos años se están comercializando cada vez mas vinos de esta indicación geográfica con mayor envegecimiento, y que por tanto están durante mucho más tiempo expuestos a riesgos oxidativos, se decidió aumentar los máximos establecidos. De esta manera, los vinos con muy buenas calidades organolépticas y que cumplen con el límite legal máximo para este parámetro, pasarán a estar bajo el amparo de la IGP.