Pepe Formoso – Hotel Bela Fisterra

Hay que enfocar el turismo en Galicia en los meses con R

 

Pepe Formoso es el ideólogo del hotel Bela Fisterra y del albergue Bela Muxía, referentes en el sector local y gallego por sus singulares características. El Hotel Bela Fisterra está situado en la playa de A Langosteira de Fisterra, y funciona desde el primer ladrillo con proveedores, talento e iniciativas de proximidad y ecosostenibles. Desde el agua que sale de la fuente y la recoge el huésped con su propia botella de cristal hasta bicicletas para descubrir la zona, todo está pensado para conservar la Costa da Morte tal y como es hoy en día. Además, es un enamorado de la literatura y del buen vino, y así los plasma en las diferentes actividades culturales e iniciativas que organiza tanto en sus establecimientos, como en las iniciativas que lidera desde la presidencia de APTECM (Asociación de Profesionales de Turismo de la Costa da Morte). Quitarnos los complejos y divulgar lo que ya existe, son sus consignas y filosofía de trabajo. Hablamos con Pepe de cómo ve el turismo ‘del norte’.

Siempre dices que el turismo no lo conforman en exclusiva hoteles y restaurantes, ¿qué dirías tú que tiene Galicia que ofrecer además de parajes y naturaleza?

Bueno, Galicia es una experiencia única, afortunadamente tiene unas características exclusivas por su orografía, por su pluviosidad, por su ubicación… que permite hacer unas vacaciones diferentes. Para venir a Galicia hay que venir a propósito. Sí que es verdad que se puede venir en avión, está a tiro de piedra de todos los sitios, ¿no? Si vienes en avión, pero bueno, si vienes en coche es un tema un poco diferente, o si vienes en tren. Lo que tenemos que hacer es buscar experiencias únicas que hagan del viaje del turista, sea una experiencia única. Y afortunadamente tenemos todo eso. Lo que pasa es que yo creo que estamos fallando el tiro. Estamos poniendo el foco donde no es. Desafortunadamente los apartamentos de Torrevieja que se sorteaban hicieron mucho daño, y lo tenemos en el subconsciente colectivo muchos, por no decir casi todos los empresarios, que a día de hoy estamos regentando establecimientos, que nos parece que, si no hay sol, que no hay vacaciones. Y yo creo que estamos muy lejos de todo esto. Es cierto que no podemos competir con un destino de sol, playa y temperatura, porque no lo tenemos, y ahí salimos perdiendo. Pero en Galicia tenemos mucho más que eso. Creo que deberíamos orientar nuestro modelo a Irlanda, Escocia y la Bretaña, que son territorios en otras latitudes, más al norte, lo que se supone que tienen más pluviosidad, menos horas de luz, más viento, o sea, un clima un poco más extremo, y sin embargo reciben viajeros y visitantes todos los días.

¿Debería Galicia entonces adoptar una mirada diferente en cuánto al turismo?

Sí. Deberíamos fijar el foco ahí y ver exactamente dónde creemos que tenemos los clientes. En Galicia tenemos algo que es diferenciador y que es exclusivo, que es la gastronomía y la naturaleza. O sea, siendo santuario como somos del pescado y del mejor marisco del mundo, y con una naturaleza virgen muy verde, precisamente por la lluvia que aquí cae, pues eso es lo que tenemos que explorar, sondear y llevar adelante.

Y ahí tenemos, bueno, multitud de posibilidades, ¿no? Tenemos la arqueología, tenemos la mayor catedral del megalitismo, que es el Dolmen de Dombate; y quien dice megalitismo, dice senderismo, dice surf… Y lo que pasa es que Galicia entendemos que las vacaciones tienen que ser de sol y playa. Y yo creo que la gente que busca sol y playa no viene aquí. Por tanto, ¿por qué competir con eso? Y nosotros no somos fuertes.

¿Los turistas que vienen a Galicia buscan algo distinto al venir aquí entonces? No sólo sol y playa.

Nosotros obviamente nos movemos fundamentalmente con el turismo nacional. Y dentro del turismo nacional las vacaciones las tenemos cuando las tenemos, y la gente viaja cuando puede viajar. Pero tendríamos que ser mucho más ambiciosos. Buscar dentro del turismo nacional, todos aquellos que andan buscando otra cosa diferente al sol y playa, porque a lo mejor ya viven en Levante o ya viven en Andalucía y ya están un poco cansados de eso porque lo tienen a diario y buscan otras cosas, ¿no? Pero yo creo que nuestro secreto está en el público internacional. Personas de todas las latitudes que buscan una experiencia determinada de naturaleza y gastronomía. Y nosotros tenemos esas dos cosas. Lo que pasa es que, claro, sí, nosotros nos dejamos llevar fundamentalmente porque organizamos todo para ese mes de julio y agosto.

¿Habría que cambiar la concepción el turismo gallego entonces?

Claro, si contabilizamos todos los eventos que hay, ya no solo en Costa da Morte, en Galicia, durante julio y agosto y los ponemos todos uno después del otro, tendríamos eventos todo el año y todos los días del año. Sin embargo, nos obcecamos y dentro de una lucha fratricida entre nosotros mismos, planteamos todos los eventos en julio y en agosto porque sabemos que ahí es cuando viene la gente. Después nos quejamos de que noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo son meses muy duros, pero ¿qué estamos haciendo nosotros en esos meses? Nada, ya lo hicimos todo en julio y en agosto.

¿Y por qué no se explota mejor lo que Galicia tiene que ofrecer? ¿Cuáles crees que son los motivos?

Detrás de todo esto hay un problema de autoestima muy grande, que hace que no creamos en lo que tenemos. Si no creemos en lo que tenemos, malamente no podemos vender. No tengo ninguna duda de que en el mundo hay gente suficiente para llenar Galicia los 365 días del año, pero el que primero tiene que saberlo es el gallego. Es más, en mi discurso yo siempre traslado eso. Por ejemplo, Levante y Andalucía están intentando desestacionalizar porque la gente solo va en temporada de verano buscando sol y playa. Fuera de ahí y quitando excepciones como grandes capitales, Sevilla, Granada, Barcelona o Valencia, el resto de la gente va puntualmente en verano. Ellos sí que tienen que hacerlo porque tienen un producto y quieren que vayan en otra época del año cuando no tienen producto. Nosotros no tenemos que desestacionalizar. Lo único que tenemos que hacer nosotros es promover, divulgar y publicitar todo nuestro producto en la temporada que corresponde.

¿Por dónde empezarías a trabajar?

Pues, tenemos algo que es una brutalidad, que es el marisco y el pescado. Nosotros llevamos promoviendo desde hace un par de años, desde que cogimos la directiva de APTCM – Asociación Profesionales del Turismo de Costa da Morte–, meses con una R, apuesta segura. Es un dicho que en Galicia conocemos, pero que no conoce el resto de España y mucho menos ni el resto de Europa, ni el resto del mundo. Y eso es lo que tenemos que promover. O sea, cuando un turista viene aquí en agosto, y prueba un marisco, le tendríamos que decir ‘oye, ¿te gusta lo que has probado? Sí. Pues ni te imaginas cómo está cuando está en temporada’. Está excepcional. Tienes que venir a probarlo en cualquier otra época del año que no sea mayo, junio, julio y agosto. Casualmente, los meses de verano aproximadamente. Los meses con R son el resto de los meses. ¿Por qué no estamos promoviendo eso? Y aquí pongo un ejemplo, que además deberíamos aprender todos de él. La fiesta del marisco de O Grove.

Lleva 51 años celebrándose. Ya es fiesta de interés nacional. Cuando hace 51 años se empezó a hacer la fiesta del marisco, en octubre, imagino, que los tildarían de locos, ¿no? ‘¿Quién va a venir aquí en octubre?’ Pues ahí lo tenemos. Y tenemos la demostración palpable. Y bueno, la Costa da Morte ya no te digo nada, que somos el santuario de los santuarios. Somos la reserva del marisco y del pescado. Así como ubicamos los Percebes en Corme y son de toda Galicia, pues permíteme localizar el marisco en la Costa da Morte. Por tanto, yo creo que esa es la filosofía que tenemos que seguir. Y cuando seamos conscientes de lo que tenemos entre manos y de que hay gente que estaría dispuesta a venir en cualquier época del año.

¿Estamos hablando de un turismo masivo o controlado?

Estamos hablando de un turismo descentralizado. No estamos hablando de fiestas de exaltación. Desde nuestro modesto punto de vista, nosotros creemos que lo que habría que hacer, y no venimos aquí a dar lecciones a nadie, pero creemos que se debería poner en valor los establecimientos que ya están dando todos esos productos y organizar unas jornadas en esos establecimientos, donde tienes tu mantel, tu servicio, tu carta de vino, tu local climatizado, tu banda sonora, tu hilo musical. Todos tienen el suyo. ¿Qué conseguiríamos con eso? Por un lado, muy importante, estabilizar y retener talento en el servicio. No vale cualquiera para ser albañil, ni fontanero, ni carpintero. Tienes que tener una formación y una especialización. En hostelería igual. Los camareros tendrían que ser los más cualificados del establecimiento, de la empresa y del negocio. Porque primera impresión, sólo hay una. Y es cierto que ahora mismo hay una demanda muy grande de personal. Sobre todo, en la época de verano. Y se tira de chicos y chicas que quieren mejorar su economía en el verano y echar una mano. Pero claro, estás perdiendo calidad de servicio.

Muchas veces no nos queda otro remedio, porque como tienes la marabunta y haces meses. Tienes que coger gente. Pero ¿qué pasaría si tuvieses a la gente distribuida durante todo el año? Tendrías un equipo formado, un equipo experimentado. Si ponemos en valor nuestros potenciales, que son la gastronomía y la naturaleza, la tenemos todo el año. Y la gastronomía hay que ponerla en valor precisamente en los meses con R. Si divulgamos eso, promocionamos eso, lo tenemos hecho. Nos conformamos con que vengan en agosto, le damos el marisco que tenemos. Y el mejor marisco gallego se come en los mejores restaurantes de España durante todo el año. Porque no vienen aquí a comerlo. Y es un escándalo.

En APTCM – Asociación de Profesionales de Turismo de la Costa da Morte– ya estáis trabajando en esa línea.

Ya está relacionado con la gastronomía porque se lee ‘apetéceme’ – ‘me apetece’, en castellano–. Es fantástico. Tenemos que agradecer la colaboración de todas las administraciones que entendieron muy bien este concepto y nos están ayudando: Turismo de Galicia, Consellería de Pesca, Medio Rural, con AGADER y con los GDR, que son los Grupos de Desenvolvimiento Rural. Vamos de la mano y creo que estamos demostrando que el éxito está en una colaboración público-privada, donde los empresarios, ponemos las ideas, la iniciativa y la experiencia y la administración nos apoya y nos respalda.

Fruto de eso pusimos en marcha a finales de 2023 este proyecto piloto de Meses con R y ahora vamos a desarrollar para finales de 2024 y 2025 dos proyectos GALP valorados en 200.000 euros para poner en marcha la continuidad de este proyecto, para divulgar que la gente venga cuando el marisco y el pescado está excepcional aquí. Y estamos trabajando en ello.

Hablemos de Bela Fisterra, tu hotel ecosostenible. ¿Qué implicaciones tiene esto de eco?

Bela Fisterra fue una apuesta desde origen. Desde que empezamos teníamos claro que el turismo tenía que ser verde o no será turismo. Y por tanto apostamos por la sostenibilidad. De lo que más orgulloso nos sentimos es que tenemos la huella de carbono cero, que no creo que haya muchos establecimientos en el mundo que tengan estas características. Compaginamos la geotermia con las placas fotovoltaicas, con la recogida de pluviales que riegan nuestros jardines, con los proveedores de proximidad de kilómetro cero… dando y poniendo en valor nuestros productos más próximos. Lo cual, obviamente, redunda positivamente en el transporte, la emisión de CO2, de todo lo que nosotros consumimos. Y todos los productos son de proximidad y proveedores de proximidad.

Después, absolutamente todo está pensado para el reciclaje y que la sostenibilidad esté muy presente. Desde el diseño ya arquitectónico, pues nuestras habitaciones son muy luminosas, lo cual hace que no tengas que encender la luz en muchas ocasiones. Los muebles fueron diseñados por un gran diseñador gallego que es Isaac Piñeiro. La arquitectura está hecha también por un talento local, el estudio CreuseCarrasco. su branding y gráfica de contenidos realizado por Teiga studio y el desarrollo de contenido elaborado por Antón Castro, Antón Pombo y Modesto Fraga. Todos de proximidad. Todo eso lo teníamos claro desde el primer momento.

Tenemos agua kilómetro cero. Y cristal, obviamente, botellas de cristal. Tenemos una fuente común en las instalaciones y todo el mundo tiene su botella y puede recoger el agua gratis. Ya es lo que ahorran ellos y lo que ahorramos nosotros en plásticos y en transporte. Y a eso le sumas que el regalo de bienvenida es una infusión de algas de la Costa da Morte, de otra de las empresas pioneras en Galicia, que es Porto Muíños. Pues, bueno, yo creo que ayuda a mejorar una experiencia fantástica.

También sois un hotel pet friendly.

Es otra característica que también va con la sostenibilidad, ser amigo de las mascotas. Yo escapo del concepto pet friendly, porque tenemos palabras en castellano para definir todo esto, pero muchas veces vamos a lo fácil porque nos lo imponen. Digamos que somos amigos de las mascotas, que también es una manera de ser sostenible. No es lo mismo dejarte acompañar por un miembro más de tu familia que tener que dejarlo en otro hotel, con terceros, en otras circunstancias: tiene otro gasto, otros desplazamientos… Por tanto, aparte de ser un ejercicio de generosidad familiar, porque muchas veces la gente no lleva las mascotas porque no puede llevarlas, es sostenible también.

Y después, fuera de eso, el hotel literario.

Sí que es verdad, no hay ningún hotel en el mundo que tenga sus habitaciones dedicadas a las grandes obras de la literatura universal del mar. Y después, aún por encima, más INRI, y eso ya lo haría exclusivo, a mayores tenemos una habitación que se llama Marea Viva. Obviamente, el resto de las habitaciones son de artistas ya fallecidos, todos ellos. Los clásicos de la literatura son de otros siglos. Algunos son de nuestro siglo contemporáneo, como Camilo José Cela o Manuel Antonio, autores que ya no están con nosotros. Pero hay una habitación que se llama Mareas Vivas, que está destinada a un o una gran artista que viene, se instala, se inspira en nuestras instalaciones, en esa habitación, y después nos cede ese arte o ese producto que acaba de crear. Y después tematizamos la habitación con ese contenido. Por lo tanto, Marea Viva siempre está viva.

En estos seis años ya estuvieron en Mareas Vivas, Yolanda Castaño, que a día de hoy es Premio Nacional de Poesía en el año 2023, pero cuando estuvo con nosotros aún no lo era; Juan Carlos Mestre, Premio Nacional de Poesía y Premio Nacional de la Crítica, y ahora mismo está Marilar Aleixandre, Premio Nacional de Narrativa en el 2022. O sea que, bueno, parece que somos un… talismán, ¿no? –ríe–.

Se nota que lo haces desde el pleno convencimiento personal.

Sabemos que lo mejor no es alentar, sino dar ejemplo. Y, bueno, me bajé a la arena para hacer lo que nosotros humildemente creemos que debería ser lo correcto. Y es tirar por el diseño, la arquitectura, los pequeños espacios, la naturaleza, gastronomía, literatura… Y ahí estamos con Bela Fisterra, pero no podemos olvidarnos tampoco de Bela Muxía, que fue, digamos, el primer proyecto, que también tiene 14 premios nacionales e internacionales estuvo en la Bienal de Venecia de Arquitectura, con el mismo equipo que hizo posible Bela Fisterra, diseñadores, arquitectos, artistas… Todos juntos fuimos capaces de crear todo este hábitat, todo este ecosistema para que se elaboraran este proyecto.  Esto fue hecho fundamentalmente con mucha ilusión, mucha pasión, mucha energía, mucha fuerza y con mucha ignorancia. Nosotros no venimos del mundo ideal. Ni yo, ni mi mujer venimos del mundo del turismo. Digamos, somos unos paracaidistas en este mundo. Y es cierto que ya lo llevamos haciendo desde 2012. Por tanto, tuvimos que escuchar mucho y tenemos la colaboración de todas las administraciones locales de los 17 ayuntamientos de Costa da Morte.

Enoturismo, una cosa da muerte. Los amantes del vino, en Costa da Morte, ¿qué no se pueden perder?

En Bela Fisterra hay una cita Costa da Morte, no es una tierra de vinos. Eso es una ventaja y es un inconveniente. Yo soy una persona hiperoptimista. Lo bueno, es que no estamos casados con ninguna denominación de origen. Estamos casados con las cinco. Por tanto, intentamos por todos los medios promocionar y tener en nuestras bodegas los mejores vinos de las mejores denominaciones de origen. Para mí eso es una ventaja. Uno de los restaurantes más emblemáticos de la Costa da Morte, y yo creo que, de toda Galicia, es el Tira do Cordel. Así como en su día todo el mundo decía que para tomar marisco había que acompañarlo con un Albariño –por cierto, muy buen trabajo del albariño y muy buen trabajo de las Rías Baixas–, a día de hoy, tanto se sirve godello como ribeiro. Y yo creo que eso es bueno. Porque eso amplía muchísimo el abanico, ¿no? Yo creo que eso es fantástico.

No disponemos de grandes vinotecas. Eso sí que no es una buena noticia. Pero sí me consta que los restaurantes tienen unas grandes bodegas. Tenemos godellos maravillosos, tenemos ribeiros exquisitos y tenemos albariños fantásticos. O sea que a blancos no hay quien nos gane –ríe–. Y bueno, nuestros tintos ya están empezando a despuntar, son los grandes desconocidos. Nuestros tintos, que ya se está haciendo un gran trabajo con ellos.

Que no se pueden perder los amantes del vino y la literatura…

Ya van dos años de Encuentro Enoliterario, sí. En el 2025 se celebrará la tercera edición, donde juntamos 100 vinos, 100 libros y sus escritores. Puedes venir y degustar esos 100 vinos sin gastar nada, pero es que a mayores hay 100 libros y sus escritores. Y ahí rompemos una barrera muy importante, que es que no se venden los libros allí. Puedes dirigirte al escritor sin la necesidad de comprar. Y eso te permite acercarte a él. Además, si hay 100 libros, no te vas a marchar de un encuentro de estos con 100 libros. Lo que haces es conocer a los escritores, que también se interrelacionan entre ellos porque no todos se conocen. Eso también es maravilloso. Y hay un relato maravilloso, unas tertulias y unas conversaciones maravillosas entre todos ellos. El Encuentro Enoliterario yo creo que está llamado para triunfar. El primero ya fue un éxito, el segundo más. Y yo creo que a medida que vayamos dándole más vida y más publicidad a esto, será un evento imprescindible.

Además, tanto en Bela Muxía como Bela Fisterra, siempre hay presentaciones literarias, siempre hay clases maestras, siempre hay música, conciertos, exposiciones… Tenemos absolutamente de todo a lo largo de todo el año.