Juan Manuel Casares, director de la Evega

“La Evega juega y va a jugar un papel fundamental en el mundo del vino”

Ha pasado casi un año desde que Juan Manuel Casares accediera a la dirección de la Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega)y desde ese momento toda su determinación ha estado dirigida a poner en valor la labor que realiza la Evega. Respaldado por “un capital humano impresionante”, Casares se ha impuesto el objetivo de hacer del centro una referencia para el mundo del vino de Galicia. Para ello apuesta por el diálogo y por una política de puertas abiertas en la que “todo el que tenga algo que decir, será bienvenido”. La Evega asume como misión esencial fomentar el desarrollo tecnológico del sector vitivinícola gallego, a través de la investigación aplicada.

¿Qué hace un licenciado en Veterinaria y doctor en Ciencias Políticas al frente de la Evega?

Sobre todo, trabajar mucho para conseguir que la Evega ocupe el lugar que se merece, por su importancia y por la gran labor que viene haciendo en el mundo de la viticultura y la enología de Galicia desde su creación. Por otra parte, es cierto que soy licenciado en Veterinaria, especializado en Seguridad Alimentaria, así como en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, pero aún no tengo el doctorado en Ciencias Políticas, en ello estamos. Mi formación académica, incluidos los estudios de Ingeniería Técnica Agrícola, así como mi total dedicación, están ahora centrados exclusivamente en este proyecto que realmente me resulta apasionante.

 Han pasado más de diez meses desde que accediera a la dirección de la Estación de Viticultura. ¿Cuál es el balance de este tiempo?

Entré en la Evega sin ideas preconcebidas y me encontré con un capital humano impresionante, lo que me ha facilitado enormemente mi trabajo. En lo que respecta al balance de este tiempo, debo decir que es muy positivo, estamos trabajando duro para hacer que éste sea un centro de referencia para la gente del sector. Hemos elaborado un plan estratégico que nos permite conocer nuestras fortalezas y oportunidades, nos marca unos objetivos a cumplir, las pautas a seguir y las acciones concretas a desarrollar, todo ello para posicionar a la Evega en el centro del sector vitivinícola gallego.

¿Con qué objetivos asume el cargo?

Es cierto que podríamos hacer una campaña de promoción de la Estación para darla a conocer a todos los gallegos, pero lo más sensato y realista es darnos a conocer por los hechos, por el trabajo que se hace aquí diariamente. El objetivo que me he marcado es que la Evega se convierta en una referencia real dentro del mundo del vino en Galicia. La Evega tiene que estar en el centro del sector, pero no porque lo digamos nosotros sino porque somos un centro público con una serie de funciones y objetivos dentro del sector al que está orientado. Ser un centro público significa que estamos pagados con el dinero de todos los gallegos, por lo que nuestra principal obligación es esa, atender sus necesidades. Para lograr este objetivo cuento con grandes profesionales que, además, están muy motivados.

Hábleme del trabajo que se realiza aquí

Bueno, lo primero que tengo que decir es que por fin hemos conseguido la acreditación de nuestro laboratorio. Me explico: el laboratorio siempre ha sido válido y de hecho hay una Orden de la Consellería de Agricultura, Gandería e Montes, de 9 de abril de 1996, en la que se reconoce a la Evega como centro de referencia para los vinos calificados en Galicia y también hay un reglamento europeo que nos reconoce como centro oficialpara el análisis oficial de vinos y derivados, un reconocimiento que logramos a propuesta del Estado miembro. Además, y por exigencias de los nuevos sistemas de gestión de empresas e instituciones, estábamos obligados a ponernos al día en otro aspecto, que era el de implantar un sistema de calidad, donde tú dices cómo trabajas y trabajas como dices. El pasado 25 de julio conseguimos el visto bueno de la ENAC (Entidad Nacional de Certificación) y en estos momentos ya cumplimos todos los requisitos formales y, digamos, de calidad que se nos exigían para actuar como laboratorio de referencia.

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¿Qué líneas de trabajo hay en la Evega?

Nuestras líneas de trabajo, aunque diferenciadas, no son departamentos estanco, sino más bien vasos comunicantes, aquí trabajamos en equipo. En viticultura tenemos una colección de variedades autóctonas que es la más antigua y la más completa de Galicia. En estos momentos tenemos 67 variedades, de las que el 80% son autóctonas. ¿Y qué nos permite esta colección? Pues primero, contribuir a la biodiversidad, trabajamos para preservar la “memoria” vitícola. En estos momentos somos el garante de que no se pierdan esas variedades. Además, disponemos de una pequeña replica de la misma en Monforte, en el centro de formación agroforestal. Esta colección tiene un lado práctico,ya que nos permite hacer estudios sobre el comportamiento agronómico y enológico de esas variedades y su posible utilización o reutilización en el futuro, a corto o medio plazo, así como disponer de un reservorio de madera que llegado el momento se puede suministrar a los viticultores. Esto, por una parte, después tenemos campos de ensayo para estudiar densidades, experiencias de poda, comportamientos de cubiertas vegetales, sistemas de riego…

¿Añadirán alguna función más en el futuro?

Nuestra vocación es la de tratar de ampliar esos campos de ensayo que hoy tenemos en la Evega, en Leiro, y en la subestación Evega de Ribadumia. Para ello, estamos abiertos no sólo a instituciones sino a empresas, a bodegas que estén interesadas en establecer algún tipo de campo de ensayo. Estos son, entre otros, objetivos que nos hemos marcado para el futuro y que podremos desarrollar cuando tengamos los recursos suficientes para emprenderlos.

¿Y la labor práctica de cada uno de los departamentos?

En viticultura somos el único vivero seleccionador de Galicia oficialmente reconocido, es decir, realizamos procesos de selección de clones de las variedades autóctonas para que luego los viveros puedan multiplicarla y, previa certificación de la Xunta, puedan suministrarla a los viticultores. En enología, además de continuar con las experiencias que empiezan agronómicamente en viticultura, las características de las variedades autóctonas se tienen que traducir en un producto que ha de ser contrastado analíticamente y sensorialmente, conociendo las características que puede tener y las combinaciones que se pueden llevar a cabo. A día de hoy tenemos contratos con algunas empresas privadas para llevar a cabo pruebas en esta línea y, a través de los Fondos Feader, tenemos dos proyectos en marcha en colaboración con el sector privado, unosobre la desalcoholización del albariño y otro sobre caracterización aromática de un albariño en concreto.

En el tema del Laboratorio, estamos acreditados en parámetros de pH, acidez total y volátil, por el método del infrarrojo medio, lo estamos en el grado alcohólico volumétrico, también por el infrarrojo medio y cercano, en el dióxido de azufre, por flujo continuo segmentado y en los azúcares por métodos enzimáticos. En lo que se refiere a investigación, teniendo por investigación todo aquello que se nutre en base a programas nacionales y europeos, tenemos un proyecto en el ámbito de la diversidad genética de la vid, otro sobre riego y manejo de cubiertas vegetales, que termina este año, y un tercero que gira hacia lo ecológico, orientado hacia las levaduras. De hecho, tenemos también una colección de levaduras, con 25 especies autóctonas y 50 cepas caracterizadas genéticamente.

Entiendo que en estos meses se ha reunido con los responsables de las denominaciones de origen, ¿cuáles han sido sus demandas o deseos con respecto a la estación?

Nuestra filosofía es que todo el que tenga algo que decir en el mundo del vino es bien recibido aquí. En esta línea, tuvimos una visita oficial en enero de los presidentes de las denominaciones de origen gallegas y ahí ya expresamos nuestra voluntad de trabajar conjuntamente, la Evega necesita a los consellos reguladores y entiendo que ellos necesitan a la Evega. La relación con ellos está siendo muy fluida y mantengo contacto con algunos incluso semanal. Nos proponen proyectos y nos encargamos de diseñarlos, de ver cómo pueden encajar en nuestra actividad. Como ejemplo de esta relación, hoy más fuerte que nunca, este año todas las actividades organizadas por la Evega en temas de formación y de transferencia, están siendo descentralizadas hacia los consellos reguladores. Así, hemos hecho unas jornadas coincidiendo con los prolegómenos de las ferias más importantes de las denominaciones. No me equivoco si le digo que hoy por hoy el entendimiento es total.

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¿Se han reunido con otros agentes del sector?

Por supuesto, en estos últimos meses en la Evega hemos recibido ya a un 80% de los agentes representativos del sector: desde la Asociación de Enólogos de Galicia, pasando por las dos asociaciones gallegas de sumilleres… Nada de lo que nos han dicho ha caído en saco roto. En cada una de las actividades que estamos organizando queremos que haya una representación de estos agentes. Por ejemplo, en un curso de formación que organizamos este verano en Verín, hubo técnicos de la Evega, de la Consellería, de los Consellos Reguladores y también un enólogo y un sumiller. Este mismo patrón lo vamos a intentar repetir siempre que podamos. El centro está contactando con todos los agentes del sector, recabando sus opiniones, preguntando por sus problemas e inquietudes y tengo que decir que la respuesta de éstos está siendo excelente.

Entre las funciones del centro destaca el asesoramiento y los servicios al sector, ¿qué es lo que más demandan?

Cuando se inauguró el centro en noviembre de 1985 lo hizo con una serie de funciones y a lo largo de estos casi 30 años algunas no fueron especialmente potenciadas y ahora queremos recuperarlas, entre ellas la del asesoramiento al sector. Estamos trabajando en el diseño de un sistema que sea eficaz y lo menos gravoso posible. Las puertas de la Evega están abiertas a cualquier bodeguero o viticultor que tenga problemas y que necesite una ayuda. Puedo asegurar que si es una consulta que entre dentro de nuestras competencias van a tener una respuesta inmediata y si va más allá de nuestra labor, buscaremos la manera de dar una respuesta. Como centro público tenemos que dar soluciones reales a los problemas del sector.

Cuentan con diversos clones seleccionados y saneados de numerosas variedades, ¿hay alguna variedad autóctona en peligro hoy en día?

Hay variedades que se utilizan habitualmente pero hay otras que están prácticamente inutilizadas y por tanto en un posible peligro de extinción; por esta razón entendemos que nuestra obligación es conservarlas. Al final, todo forma parte de la tradición y hay que preservarlo, tenemos la obligación de conservarlo para uso y disfrute de las generaciones que vienen detrás.

¿En qué punto está la Evega ahora mismo?

La Evega ha llegado a un punto de no retorno y estoy convencido de que la Evega juega y va a jugar un papel fundamental en el mundo del vino. Dependerá básicamente de la implicación del sector, en el sentido de que la utilicen, porque no debemos olvidar que estamos hablando de un centro público y el mundo del vino debe utilizar la Evega, porque es suya, es de todos los gallegos. Nuestro esfuerzo y trabajo se debe centrar ahora en poner en valor nuestro trabajo y nuestras potencialidades, en explicarles que estamos aquí y que podemos ayudarles. Estamos preparados para dar respuestas a las problemáticas del sector y no dudo que quedarán satisfechos con las mismas. Independientemente de las buenas instalaciones que tenemos, lo mejor de la Evega, insisto, es el capital humano que tiene. Me he encontrado con unos grandes profesionales que hacen muy bien su trabajo.