Presidente de la Asociación Gallega de Enólogos
“Llevar la indicación Galicia permitiría vender más porque las bodegas tendrían más proyección y el reconocimiento sería más fácil”
El presidente de la Asociación de Enólogos de Galicia, Luis Buitrón, es un firme defensor de una indicación Vinos de Galicia, “tal y como sucede en otras comunidades como Cataluña, Castilla León y Castilla-La Mancha”. Para Buitrón, este distintivo fomentaría una mayor proyección y reconocimiento para nuestros vinos, de los que él se confiesa enamorado, tanto de los blancos como de los tintos “estructurados y de largo recorrido”. Con más de 27 años de profesión a sus espaldas, Buitrón nos habla del papel del enólogo en la actualidad y de las singularidades de una zona de moda en el panorama vitivinícola internacional que él conoce a la perfección: la Ribeira Sacra.
¿Cómo se decidió a encaminar sus estudios al mundo del vino?
En mi caso fue completamente fortuito, a través de unos amigos que iban a estudiar este tema, me decidí yo también. Al final se ha convertido en mi profesión, en mi vida. Terminé mis estudios en 1988 y ya empecé a trabajar, va para 27 años.
Antes me comentaba que cuando acabó sus estudios ya tenía varias ofertas de trabajo, ¿qué fue lo que le decidió por Galicia?
El periodo de prácticas del primer año me vine ya para Galicia, me gustó y al final tomé la decisión de instalarme profesionalmente aquí. En aquel momento en Galicia sólo había tres denominaciones de origen: Rías Baixas, Valdeorras y Ribeiro , y trabajábamos en una consultoría que incluía esas tres D.O. y una zona de León, El Bierzo. También colaborábamos con bodegas de Ribeira Sacra, aunque en aquel momento no existía como Denominación de Origen propiamente dicha.
¿En qué consiste el asesoramiento profesional que presta el enólogo a las bodegas?
Tiene muchísimas variantes, recuerdo que en un principio la figura del enólogo se ceñía exclusivamente a lo que era el tema de bodega. A mí, por circunstancias laborales, me tocó desde un primer momento mucho trabajo de campo en el tema de viticultura. Digamos que en estos años la labor que hacemos ha cambiado bastante ya que anteriormente era una figura que, como dije, se ceñía al tema de laboratorio y bodega, pero afortunadamente hoy por hoy el enólogo es el profesional que te lleva el tema de viñedo/viticultura, bodega, laboratorio, marketing, comercialización … Te puedes dedicar prácticamente a todo. También es cierto que el tamaño que tienen la mayor parte de las bodegas de Galicia te permite hacer un poco de todo.
Empezó a trabajar a finales de los ochenta cuando en Galicia la Viticultura profesional y la Enología estaban, por así decirlo, prácticamente en pañales, ¿han cambiado mucho las cosas?
Si ves el tema retrospectivamente, hemos conseguido pasar de la Edad Media a ponernos al día en muy poco tiempo. De hecho, el caso de Galicia a principios de los años noventa, sobre todo en el aspecto tecnológico de bodegas, fue pionero. El cambio en estos años ha sido tremendo.
¿Se esperaba el éxito que está n teniendo nuestros vinos fuera de España?
El caso de las Rías Baixas con el albariño fue especial y diferente. En lo que se refiere al boom de los tintos gallegos ha sido una sorpresa. Estuve trabajando como técnico en el Consello Regulador de la Ribeira Sacra y, lógicamente, esta zona era la gran desconocida. La idea que tenía la gente de los tintos de aquí era de unos vinos con mucho color, ácidos, que provocaban dolor de cabeza, de estómago… Y el proceso de transformación que se hizo aquí, en Ribeira Sacra, en tan sólo 15 ó 20 años ha sido tremendo. Ha pasado de no ser conocido por nadie a ser un vino reconocido a nivel internacional, y con muchos premios. Aquí el viñedo era para autoconsumo y hoy en día es la principal industria de la zona.
¿Qué tiene entonces este vino que gusta a tanta gente?
Sobre todo, el “terroir”, que es un tema que los franceses saben explotar tan bien. Aquí lo que marca la diferencia es el terreno y unas condiciones climáticas muy especiales, también que en poca distancia, debido a la orografía, se producen unos cambios que no encuentras en ningún otro sitio. Si lo comparas con la zona del Douro, la de los oportos, podemos decir que aquí hay incluso más variabilidad y más diferencia de climas y contrastes en mucho menos territorio del que tienen ellos.
Quizás el tamaño de las bodegas en Galicia haya jugado un poco en contra de su internacionalización
Ya no sólo en el aspecto vitivinícola, sino también en el aspecto agrario porque uno de los grandes hándicaps que tiene Galicia es el minifundio. En el caso, por ejemplo, de Ribeira Sacra, si no lo ves con bodegas pequeñas sería muy difícil de entender. Si tú analizas un poco las grandes bodegas o las grandes cooperativas de Galicia, en muchos casos, comparado con otros sitios son muy pequeñas, pero el lugar no da para más. La superficie media en Ribeira sacra es de 500, 600, 700 metros.
¿Qué tipo de vinos le gustan a usted?
En el caso de los tintos, me gustan estructurados, de largo recorrido. Aquí también el concepto de elaboración ha ido cambiando, en un principio los vinos de aquí eran muy ligeritos, muy afrutados. Y en parte tenían su razón de ser porque el tema de la D.O. Ribeira Sacra nació un poco a raíz de las ferias que se hacían en Chantada , en Sober, que pedían vinos fáciles, aromáticos, muy bebibles. Hoy las cosas han ido cambiando, se pide otra línea de vinos. Creo que hay que desterrar el tema de que un Mencía o un tinto joven tienen que ser vinos de un año porque pueden ser de uno, de dos o de tres, perfectamente. Y si te metes ya en el tema de los vinos pasados por crianza o por barrica, ya ni hablamos. Creo que se ha ido demostrando a lo largo del tiempo que en esta zona se pueden hacer cosas muy interesantes. De hecho si gustan tanto los vinos de esta zona es porque la Mencía de aquí tiene una ventaja sobre las demás zonas en las que se da esta variedad., ese punto de frescura y jovialidad que no tienen los demás.
Es partidario de una indicación “Vinos de Galicia”
Sí, por supuesto, creo que es fundamental.
¿Cómo actuaría esa Indicación, sustituiría a las denominaciones de origen?
No, en absoluto, yo no abogo por que haya que sustituir nada. Considero que hay que seguir manteniendo la identidad de las denominaciones de origen, pero lo que está claro es que en la situación actual de Galicia hay zonas que son deficitarias de diferentes tipos de uva. Hay zonas donde hacen falta uvas blancas y otras zonas que producen de más, donde hay excedente y las malvenden. Lo que permitiría la Indicación es que una bodega pudiera ofertar al cliente otro tipo de blanco, que no tiene pero que también es de Galicia. Este es un mundo cada vez más global y si tú vendes los tuyo a través de tu denominación de origen, puedes tener suerte y que te sitúen en el mapa si tu denominación de origen es de las grandes. Con el nombre de Galicia vender y ser reconocido sería más fácil, tendrían más proyección. No estoy diciendo nada nuevo, Cataluña la tiene, Castilla León la tiene, Castilla- La Mancha, también. Al final cuando sales fuera, cuando vas a ferias internacionales vas con la marca de España y el ICEX.Por otra parte, lo que no me parece bien es el tema de Galicia Calidade. Creo que meter productos agroalimentarios sin más con otras cosas, me parece tremendo. Una cosa es lo que te da el campo, lo que transformas y otra muy distinta es lo que tú fabricas sólo con máquinas. No lo entiendo.
Usted preside la Asociación de Enólogos de Galicia, ¿cómo surgió el colectivo?
Soy presidente desde el año pasado, aunque lo cierto es que fui uno de los que fundé la asociación, que nació en el año 2006. Prácticamente todos los profesionales que estábamos trabajando en Galicia pertenecíamos a la asociación de Castilla León, lo que ocurre es que en el año 2006 se produjo dentro del sector todo el tema de las habilitaciones de los estudios de Enología. Esto no estaba bien regulado y el Ministerio sacó las pautas de lo que era la profesión de Enólogo y los estudios que requerían. Todo esto viene a que hasta el año 1998 los estudios universitarios en este ámbito no existían. Cuando se regulan los estudios y la profesión de Enólogo, Galicia, en 2006, toma cartas en el asunto y digamos que ahí fue cuando nos decidimos a montar la asociación en Galicia.
¿Qué tipo de actividades se organizan desde la asociación?
Debo decir que todas las iniciativas que estamos organizando desde la asociación están teniendo muy buena acogida, tanto entre los asociados como entre los bodegueros. En el mes de abril del año pasado organizamos unas jornadas sobre las elaboraciones en diferentes tipos de vinos, en septiembre organizamos unas charlas con el servicio antifraudes de Galicia por el tema de exportación. Pasamos también información de importancia para el sector a todos los asociados y tenemos una bolsa de trabajo en marcha. Sobre todo lo que intentamos es poner en su sitio la profesión de enólogo, en la que hay mucho intrusismo. Hoy en día deben formar parte de la asociación ente el 50 y el 60% de los técnicos que trabajan en Galicia.
¿Según su experiencia de casi treinta años en el sector, qué necesita un profesional para ser un buen enólogo, además de la formación?
En esta profesión, como en otras, se aprenden cosas día a día, estás en permanente evolución. Hay que tener en cuenta que tanto en viticultura como en enología como a nivel de Laboratorio, cada día están saliendo más cosas y tienes que estar muy al día y para ello tienes que estar formándote constantemente. Aquí no te puedes dormir.