Aspectos saludables del Vino

2mercedesgonzales02Decía Ortega y Gasset: “el vino era un dios hasta que fue un problema administrativo” y es por eso que para darle su sitio conviene recordar sus aspectos saludables. Recordamos que el vino es una bebida natural de origen fermentativo,solución hidroalcohólica donde un 10- 15 % es alcohol y un 80- 90% es agua. Apuntaba Hipócrates: “ el vino es cosa admirablemente apropiada para el hombre, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad, si se administra oportunamente y con justa medida, según la constitución individual”. Ha formado parte de la medicina tradicional tanto para Sumerios, Egipcios, Griegos, Romanos, Antigua China, época renacentista y durante incluso la revolución industrial. Ya Luis Pasteur estudiando la fermentación descubre la Pasteurización, observó que a determinadas temperaturas desaparecían algunas bacterias dañinas para la salud.

Las diferencias entre vinos blancos y tintos van más allá de su color. Los vinos tintos tienen menor acidez, menos sustancias aromáticas y se consumen a mayor temperatura que los blancos por ello serán más saludables para individuos con problemas de estómago e intestino delicado. Mejoran la digestión y son a su vez más ricos en compuestos fenólicos (taninos, ácidos fenólicos y sustancias colorantes), en polifenoles, componente no alcohólico y dosis más elevadas de vitaminas y otros elementos que los blancos, les aporta efectos positivos sobre la salud.

Estudios demuestran que el consumo de tintos en cantidades moderadas protege al corazón: disminuye el riesgo de infarto, beneficios cardiovasculares debidos a la actuación del alcohol sobre las lipoproteínas plasmáticas , se incrementa el HDL o “colesterol bueno” y disminuye el LDL o “colesterol malo” y así las arterias permanecen más flexibles. Se mantiene una buena presión sanguínea y se reducen algunos marcadores generales dela inflamación en sangre. Se produce un efecto antiagregante porque el alcohol disminuye la agregación plaquetaria, retrasa la coagulación sanguínea y la formación de trombos. La sangre permanece fluida y circula fácilmente por los vasos sanguíneos. Es también un activo anticancerígeno, de elevado poder antioxidante actuando frente a los radicales libres culpables del envejecimiento prematuro de los tejidos y lesiones en los vasos sanguíneos. Causante del aumento de estrógenos, actúa como antihistamínico, protege frente a cataratas , un gran desinfectante y antibacteriostático.

Los efectos beneficiosos se potencian con el consumo regular y no por intervalos de tiempo muy separados o en elevadas cantidades. El sexo es también un factor determinante, una mujer no debiera ingerir más de 20 gr alcohol porque tiene mayor cantidad de grasa, el alcohol queda más concentrado y un hombre no debiera superar el consumo de 30 gr de alcohol. En caso de padecer diabetes (el alcohol disminuye el nivel de insulina), un gran porcentaje de estos enfermos, pueden disfrutar de una copita de vino siempre que el contenido en alcohol de ese vino no sea superior a 20 gr (siendo un 50 % de sus azúcares glucosa).

Los vinos blancos, faltos de polifenoles, de efecto antioxidante, aportan también disminución de los riesgos porque el alcohol, oligoelementos, vitaminas y minerales al reducir el LDL mejoran el nivel de grasas en sangre. Si el vino llega al hígado será depurado en él y esta será función del HDL (se potencia su nivel con el consumo de vino blanco). El beneficio metabólico de eliminación de las grasas sobrantes conllevan a cierto adelgazamiento siempre y cuando hablemos de un individuo y alimentación sanos. Disuelve la grasa de las comidas y lava las venas.

Todos los vinos son sensuales, una cantidad moderada dilata los vasos sanguíneos, lleva sangre a los genitales y se prolonga la erección y se produce cierta desinhibición, alegría y relajación que no dejan de ser premisas para un buen “acto” sin importar el lugar, ¡ojo! porque si se sobrepasa ese pequeño límite se produce el efecto contrario que es la inhibición.

Quizás hayan oído hablar de la “Paradoja Francesa” en la que la palabra clave es la moderación. Francia es, tras Japón, la zona de menor incidencia de ataques al corazón, viven mejor y más tiempo y eso que beben unas diez veces más que los americanos y consumen también más grasa y más carne roja y aun así sus niveles de colesterol son menores, quizás porque el vino lo beben sentados, comiendo, sin prisas, disfrutándolo. El vino es un relajante y antiestresante natural.

La Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) orienta sobre el consumo moderado del vino como alimento (para el cuerpo y el espíritu) de la famosa dieta mediterránea. Investigaciones científicas avalan que el consumo de 1-3 copas/día no afectan a la correcta conducción, siempre considerando un individuo sano y en compañía de alimento.

Es inevitable y necesario recrearse en nuestras mejores sensaciones intentando huir de catástrofes sensitivas. Buscamos placer, belleza, glamour y en este camino podemos echar manos del vino y de sus derivados. La vinoterapia es pues un camino en dicha búsqueda; una sociedad hedonista que se verá mejorada una vez hayamos entendido mejor el concepto en si del vino, las uvas, el “terroir” y lo que pueden dar de sí todos ellos.

Son múltiples los matices , lograr harmonía, bienestar y relajación por medio de manos expertas y con el vino en esas manos. Además de saborearlo disfrutarlo y dejar que nos relaje, sucumbir al placer antes de saber el porqué. Buscar la eterna juventud, enfrentarse a cambios culturales y descubrir el valor añadido del sector vitivinícola, el fruto de la viña puede tener fines terapéuticos. Ya los romanos se bañaban en un vino espumoso y burbujeante que llamaban   “Vinum Titilum” y que actualmente conocemos como Champagne, cava, “escumosos galegos”,….

Esta terapia tiene su origen en Burdeos y en la actualidad ya en España se dispone de varios centros,tanto en lo rural como en las grandes urbes ,que hacen uso de estos tratamientos, así como líneas cosméticas cuya materia prima gira en torno al vino.

Extraen, purifican y separan los diferentes compuestos derivados del vino: orujos, hollejos, extractos de uvas, levaduras, fangos de vino, pepitas (enteras o sus aceites), flores, hojas de vid, mosto de vino tinto y en ocasiones blanco, pulpa, sarmiento,….todo lo de la uva sirve para la obtención de: vitaminas, colorantes, polifenoles, aceites esenciales, etc. Y aportan al mundo de la cosmética una nueva cura anti- edad en forma de cremas (antiarrugas,reafirmantes,…), leches, tónicos tanto facial como corporal y un largo espectro que incluso podemos diferenciar por géneros o variedades de uvas.

Tratamientos en Centros o Spas que incluyan baños y duchas de vino: baños de polifenoles, piscinas, saunas, baños de vapor, jacuzzi, ducha en tonel. Baños antienvejecimiento y circulatorios a base de vid roja, uvas tintas y aplicación posterior de cremas antioxidantes de variedades tintas. Todo tipo de masajes: hidromasajes, masajes de aceites esenciales de pepitas de uvas de vid roja que nos harán recobrar vitalidad, energía o purificarnos. Tratamientos de drenaje linfático, exfoliaciones para tratar de recobrar un aspecto satinado y embellecer nuestra piel con aceites esenciales de pepitas de uvas, reafirmación de glúteos, purificación y aclaramiento de manchas de la piel bien con bentonita (arcilla utilizada como clarificante en la elaboración del vino) o con uvas como la arauxa y baños de cava. Tratamientos de piernas pesadas y vasodilatación con hojas de vid. Envolturas antioxidantes para finalizar así con masajes hidratantes con crema de flor de vid, aromaterapia y copa de vino. La uva que me regenera por fuera me alegrará también por dentro, ¡una perfecta harmonía!

La Aromaterapia hará trabajar a nuestra naríz. Serán tratamientos con aceites esenciales puros, eficaces y que además de embellecernos nos producirán placer. Para ello: flor de viña, extractos de uvas tintas, micronizados de uvas, fangos, calmantes de levaduras,….

Todos los beneficios residen básicamente en las uvas tintas y en la riqueza en polifenoles, fuente de juventud, grandes luchadores contra el envejecimiento prematuro y sus causantes: los antiradicales libres originados por la contaminación, el estrés y la mala alimentación. A destacar las Quercitrinas, glucósido con acción sobre el corazón, astringentes y tónicas, así como el Resveratrol (efecto lifting) presente en sarmientos y escobajos cuyas principales propiedades son: antioxidantes, antienvejecimiento, restaurador del colágeno, tonificación, resplandor, reafirmación y aumento de la elasticidad.

Por el camino del equilibrio sensorial, basado en los derivados de las uvas y el vino, logramos la estimulación de la producción de colágeno, combatír los radicales libres, prevenir el envejecimiento prematuro de la piel, facilitar la circulación sanguínea, estimular las defensas y combatír la fatiga.

Quizás ahora el vino nos sepa mejor, sin lugar a dudas, es generoso.