Entrevista con Jose Juan Reus, presidente de la Denominación de Origen Vinos de Alicante

“Las variedades Monastrell y Moscatel se complementan muy bien, reflejan perfectamente nuestra tierra”

 

Los vinos de Alicante nacen de la diversidad de climas, comarcas y variedades y de un carácter mediterráneo que, lejos de quedarse anclado en el pasado, abraza lo nuevo con el entusiasmo propio de la juventud, pese a sus siglos de historia. Con el presidente de esta denominación de origen, Jose Juan Reus, hablamos sobre cómo conectar con los nuevos consumidores, del sorprendente resurgimiento, por inesperado, del Fondillón y de las alocadas vendimias que está provocando el cambio climático. La pandemia ha supuesto un freno en el crecimiento de los vinos de Alicante pero Reus apuesta por un 2022 con más luces que sombras.

  

¿Cómo ha sido la última cosecha, tan atípica por la pandemia?

Bueno, esta ha sido una vendimia más normalizada, fue más atípica la de 2020 porque estábamos inmersos en una situación sanitaria más compleja. Lo que sí puedo destacar de este año es que fue una vendimia muy temprana porque empezó a finales de julio con las variedades blancas; también fue un poco abrupta ya que hubo varias interrupciones. De repente tardaron en madurar algunas variedades y esto provocó una dificultad añadida a nivel organizativo. Finalmente llegamos a finales del mes de octubre recogiendo los monastrelles más tardíos. Por eso digo que fue abrupta, más por la maduración desigual que por la COVID.

¿La cantidad recogida fue similar a la del año pasado?

No, registramos menos uva y, aunque todavía no tenemos cuantificada el porcentaje total, creo que la producción ha estado entre el 15 y el 20% menos que en la campaña anterior. Eso sí, la calidad pensamos que es muy buena.

¿El tema de la maduración desigual de la que me habla tendría algo que ver con el cambio climático?

En esta zona el cambio climático lo venimos notando desde hace años, sobre todo porque aquí hay una desertización bastante grave, con problemas de agua que creo que toda España conoce. También es algo endémico, la variedad Monastrell, por ejemplo, está acostumbrada a muy poca agua, a poca humedad. Pero sí hemos notado en algunas variedades el adelanto de la vendimia, que siempre empezaba tarde y se prolongaba incluso hasta el mes de noviembre. Ahora las fechas han cambiado y las últimas vendimias están siendo tempranas y un poco alocadas. Hace dos años tuvimos las lluvias torrenciales y aunque eso era algo que ya pasaba antes, sí que constatamos muchos saltos: episodios de granizo, lluvia fuerte en puntos determinados, adelantos en la maduración de las uvas… Por otra parte, puede ser algo positivo porque que la uva Monastrell se coseche un poco antes y algo menos madura, puede darle un matiz interesante a algunos vinos.  Pero lo grave, sin duda, y que no sólo afecta al viñedo, es la falta de agua, un problema que se va agravando con los años. El secano aquí va a ser muy difícil que sobreviva porque antes vivía con poca agua, pero ahora tiene que hacerlo con menos y las aportaciones de agua al viñedo están siendo muchas veces absolutamente necesarias.

¿Cuándo se produjo el gran salto de estos vinos como los conocemos ahora, en la década de los 90?

Tenemos una gran tradición de elaborar vinos y en el siglo XV ya eran famosos los vinos de esta zona. Pero sin remontarnos tan atrás, y en relación a su pregunta, sí es a partir de los años 90 cuando se produce un cambio importante y un salto significativo que nos ha llevado a la situación que tenemos en la actualidad. Me refiero a un mayor número de bodegas, a un perfil más moderno y profesionalizado, a un perfil de vinos más estabilizado… Esta zona se quedó un poco estancada en lo tradicional en el siglo pasado, en los años 30 y 40, básicamente porque tenía garantizado su abastecimiento a otras zonas. Pero en los años 90, por resumir mucho, es cuando empiezan a llegar nuevas bodegas y cuando empieza a crecer el interés por algunos vinos blancos, que creo que son un poco la punta de lanza que tira de otras elaboraciones, vinos blancos que se elaboran con Moscatel, con una tipología más moderna. Creo que ahí es cuando se produce el inicio de esa nueva fase que llega hasta el día de hoy. Somos una Denominación de Origen con 45 bodegas, con un perfil muy diverso de vinos, con vinos más contemporáneos, con marcas más asentadas y reconocidos enólogos.

¿Moscatel y Monastrell siguen reinando en esta Denominación de Origen?

Sí, son las variedades estrella porque son las que históricamente han estado en este territorio desde hace siglos y las que representan la mayoría del viñedo actual, el 75% en el caso de la Monastrell,  que es una cifra muy importante. Y aunque el porcentaje de la Moscatel es mucho menor, la tipología y la vinculación que tiene con el terreno son muy potentes. Tenemos otras variedades, pero no podemos renunciar a las que han creado esa tipología de vino de Alicante. Son dos uvas que pienso que se compenetran muy bien (Monastrell y Moscatel) porque dan un perfil de mar y montaña, son como un matrimonio muy interesante que refleja perfectamente lo que es esta zona: desde lo más marinero, lo más fresco, a la fruta madura que pueden representar los vinos más tostados. Realmente definen muy bien la versatilidad de la zona.

¿La diversidad de climas en las diferentes comarcas de la D.O. es una ventaja significativa con respecto a otras zonas?

Para nosotros, sí, pero hay muchos profesionales, técnicos e incluso periodistas especializados que lo critican, que consideran que es una zona difícil de entender porque hay mucha tipología de vinos. Para mí es algo natural, el Mediterráneo es así, puedes estar en Alicante, en la capital, y en 15 kilómetros subes 600 metros. Y puedes pasar de una zona desértica al campo de Elche, que es un auténtico vergel. De la diversidad de climas, de paisajes y demás que se dan esta zona nace la diversidad que se da en nuestros vinos. Es algo irrenunciable y por eso a la D.O. la llamamos Vinos de Alicante, porque hay muchos tipos de vinos, de cultivos…

Dentro de la D.O también se encuentran los rosados, los vinos dulces, los de licor y los espumosos. A diferencia de otras denominaciones, ustedes han sido muy valientes a la hora de abrazar nuevas elaboraciones

Siempre ha habido un consenso en este sentido y dentro de todas esas elaboraciones que enumera quizás la única nueva es la de espumosos porque para algunas de nuestras variedades aromáticas, esa elaboración le daba muchas posibilidades. Con respecto a las demás, siempre hemos tenido vinos dulces, tintos, de ‘coupage’… y quizás esa diversidad que tenemos en esta D.O. nos haya llevado a abrazar con mayor naturalidad otro tipo de elaboraciones.  Y esta zona, además, es muy creativa y desde la D.O. apoyamos que el viñedo tenga más opciones de supervivencia

Capítulo aparte merece el Fondillón de Alicante, hábleme de este vino único

El Fondillón tiene ese perfil clásico de los vinos de Alicante, representa y simboliza mucha de esa historia que tenemos y tiene un curriculum increíble de referencias, de fama, de mitos y de pequeñas historias de las familias que lo elaboraban. Tiene una profundidad en el espacio y en el tiempo muy importantes para este Denominación de Origen. Además, ahora mismo hay un interés y un apoyo a este producto como no lo había desde hacía tiempo. Hay mucha gente interesada en este vino y es algo muy estimulante, nos llena de alegría porque para nosotros era un producto que sí, que estaba aquí, pero un poco parado, sólo se consumía en esta zona. Ahora vemos que está resurgiendo, a la gente le interesa mucho y le llama la atención que sea el único vino añejo natural que hay en el mundo sin ningún tipo de adición de alcohol. Esto es algo que nos llena de orgullo, lo vivimos con mucha ilusión y muy contentos de poder compartir con la gente la historia de este producto.

La D.O. que representa es muy activa en redes sociales y en acciones destinadas a un público joven, ¿está dando resultado esta promoción?

Bueno, es verdad es que es una cierta valentía que hemos tenido la de intentar cambiar el código de lenguaje, acercarnos más a este público sabiendo que es un trabajo a largo plazo, cuyos resultados no van a ser inmediatos. Pero estamos convencidos de que es algo que debemos hacer, sobre todo en una zona como la nuestra en la que hay una cierta desvaloración de los propios alicantinos por su vino o incluso también por parte de algunos especialistas. Por eso, el hecho de modernizar nuestro mensaje creemos que ayudará al sector a destacar un poco más, las sensaciones son muy buenas y siempre es positivo acercarse a un nuevo público y creo que precisamente nosotros, que somos un organismo intermedio entre las bodegas y el consumidor, era algo que debíamos de hacer.

¿Qué porcentaje de vinos de Alicante se van al mercado internacional y cuáles son los países que más aprecian estos vinos?

Muy poco, ahora mismo debemos exportar un 22 o 25% de la producción. Tenemos un cliente tradicional que es Alemania y también algún país nórdico. No hacemos muchas acciones de promoción destinadas al mercado de exportación, pero lo que nos dicen los turistas de esos países que nos visitan es que les gustan mucho porque tienen intensidad, cuerpo y una expresión mediterránea… Y el público de esos países lo valora mucho, le gusta este tipo de vinos.

¿Qué esperan de este 2022 que está a la vuelta de la esquina?

El objetivo que tenemos es que se restablezca la situación que teníamos pre-COVId porque había aumentado el embotellado, se había incrementado el valor del vino en la zona, pero con la pandemia ha sido difícil restablecer esto. Ha habido un retroceso importante y aunque el 2021 ha sido un año de una rápida recuperación, lo que esperamos en 2022 es volver a incrementar el embotellado, que es tan importante para nuestro viñedo. También es fundamental que podamos retomar el 100% de nuestra actividad porque teníamos mucha actividad presencial, que se ha tenido que cortar u organizar de otra forma. Y para nosotros es clave el contacto con el público, con los profesionales del sector, con los consumidores. También sentimos que necesitamos salir un poco más de Alicante, abrirnos a alguna acción de promoción fuera y esperamos que en 2022 podamos hacerlo.