«Lo que viene es infinitamente más apasionante que todo lo que estamos viviendo ahora, es algo que me da vértigo»
Luis Paadín, que acaba de recibir el galardón Mejor Libro de Vino y Turismo de España 2013 por su guía de vinos gallegos, nos relata cómo vivió este reconocimiento y nos adelanta algunas de las claves de la guía 2014, que ya se puede encontrar a la venta en El Corte Inglés y en la web www.servino.net. Ahora, este colaborador de la revista Cepas y Vino, prepara su viaje a Pekín para presentar su trabajo
¿Imagino que el formato de micromecenazgo de la guía les tuvo que llamar la atención?
Eso fue una de las cosas que les gustó. Es la primera vez que se hace una guía con ese criterio y eso también lo han tenido en cuenta. Yo creo que hemos ganado por un conjunto de cosas e imagino que el micromecenazgo fue una de ellas. Lo que sí sé, porque me lo han dicho, es que valoraron el que la lectura de la guía fuera amena.
¿Había pasado antes en la historia de este premio que una guía regional se llevase el premio?
Sí, eso no fue nuevo, salvo porque las otras guías regionales que ganaron en ediciones anteriores estaban patrocinadas por sus respectivas administraciones. La última ganadora, antes de la nuestra, estaba dedicada al chacolí y estaba patrocinada por el Gobierno vasco.

¿Cuánto trabajo lleva una guía como la suya?
El trabajo de montaje de la guía nos llevó dos meses trabajando tres personas a diario. El de las catas es un proceso bastante más laborioso y largo y empezó meses antes, con muchas horas de dedicación, con muchos paneles e catas formados. No hay que olvidar que hemos probado casi 900 vinos. En el mes de febrero o marzo de 2014 empezaremos ya a probar los nuevos aguardientes y así a ver si adelantamos una semanita la entrega de la guía, para que entre en máquinas a principios del mes de noviembre, que sería lo deseable.
Imagino que en esta ocasión lo han tenido más fácil que el año anterior, cuando la guía aún no era conocida
Sí hemos notado un cambio espectacular. Llevo 20 años en el sector, creo que la gente ya me conoce y la verdad es que he notado una diferencia entre la elaboración de la primera guía y la segunda. Seguimos teniendo problemas, ya que las bodegas grandes tienen los llamados filtros pero evidentemente este año fue un poco más fácil, pero hay otras microbodegas, que son muy numerosas, que por no tener, no tienen ni correo electrónico y cuando llamas al teléfono te coge un familiar que tiene que preguntar y eso implica una demora muy grande en los datos. Es cierto que los consellos reguladores tienen muchísima información, de la que nos nutrimos, pero ese paso por las bodegas es difícil, menos que el año pasado, pero sigue siendo complicado.
¿Le han sorprendido algunos de los vinos catados este año?
Muchísimos y muchísimo. Hay una parte de la cata en la que busco a cuatro catadores de cada zona por la tipicidad y catamos a ciegas y vino a vino vamos hablando, una vez terminada la cata vemos lo qué opinamos cada uno y me ha sorprendido ver que coincidíamos en los parámetros. Este año, por ejemplo, una de las cosas que más me ha fascinado es ver como de repente un vino tinto elaborado con garnachas centenarias tenía aromas de trufas y, luego, lo sorprendente es que todos coincidíamos en detectar eso. O que un vino blanco sea capaz de expresar ese recuerdo de olor que tenías al golpear dos cuarzos y hacer chispas, como cuando éramos niños, ese olor meterlo en un vino es como meter un paisaje en una botella. Y este año se ha dado en blancos y en tintos, y eso es fantástico. También destacaría la diversidad. Las bodegas tienen su ritmo, se está haciendo un gran trabajo de I+D+i que el consumidor aún no lo está percibiendo pero que es fantástico y que tiene como objetivo diferenciar el vino por el suelo y las variedades, entre otras características. Nosotros apenas hemos trabajado parcelas, que es un mundo muy conocido en todas las zonas de gran tradición vitivinícola, empezamos ahora. Así que si ya estamos en un momento excelente, los indicios de lo que va a venir son más que prometedores. Esto va a ser tremendo, vamos a empezar con el mundo de las parcelas y a recuperar variedades. Lo que queda por venir es infinitamente más apasionante que todo lo que estamos viviendo ahora, que ya es una pasada. Me da vértigo.