El Master of Wine Álvaro Ribalta cree que “elaborar vinos menos rústicos y más finos y estilizados va a permitir que esta denominación de origen dé un importante salto a nivel internacional”
La Denominación de Origen Protegida (DOP) Calatayud presentó la fortaleza de sus vinos y el potencial de crecimiento que tienen a un importante grupo de profesionales de países como Austria, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Irlanda, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, que durante varios días están conociendo las características de las diferentes garnachas de España.
Esta ruta internacional se denomina MW Trip – Cradles of Garnacha, un recorrido técnico y divulgativo por España impulsado por la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y The Institute of Masters of Wine. En la cita de Calatayud ha habido una importante representación de master of wine, así como sommeliers, compradores, periodistas especializados y líderes de opinión del sector.
En principio, estaba previsto haber hecho un recorrido por los viñedos para conocer la singularidad de los suelos como elemento diferencial de la DOP. Calatayud, aunque las malas previsiones meteorológicas, con lluvia y frío, han desaconsejado esta visita, trasladándose al Aula San Benito de Calatayud.
El prestigioso Master of Wine Álvaro Ribalta ha profundizado en la identidad vitivinícola de Calatayud, hablando de su diversidad de suelos, del peso histórico de la garnacha y del papel de las viñas viejas en la expresión del terroir. Y lo ha hecho catando siete vinos de diferentes bodegas de la denominación de origen que “representan la importante evolución que se ha producido en esta zona”.
A su juicio, “el avance ha sido muy grande en los últimos 15 años en el estilo de los vinos. Hasta hace poco tiempo tenían un perfil más rústico, con bastante madera y un punto de oxidación importante que ha ido evolucionando no solo alrededor de las características de las viñas sino, sobre todo, por el trabajo en el campo y en las bodegas”.
En este sentido, ha incidido en aspectos como “la vendimia más temprana, evitar la sobre maduración, no utilizar barricas nuevas y el empleo de depósitos diferentes que están permitiendo conseguir vinos más finos y estilizados en la línea de los que están triunfando en todo el mundo”.
Según Álvaro Ribalta, “ese es el camino a seguir para esta denominación de origen; conseguir que haya bodegas que, cada vez más, trabajen en esta línea para definir claramente la tipicidad de los vinos de la zona”. Este Master of Wine cree que “esta visión es la que va a permitir que Calatayud dé un paso más internacional y tenga mayor reconocimiento en todo el mundo”.
Según este experto, se dan todas las condiciones para que “este salto de calidad se produzca porque las características de los suelos, la existencia de viñas viejas que expresan las características del terroir de la zona y la altitud, son las idóneas en el contexto de cambio climático en el que nos encontramos actualmente”.
En esta jornada también ha intervenido Ruth Soto, doctora en Ciencias Geológicas e investigadora del IGME-CSIC, quien ha destacado que la DOP. Calatayud “tiene una geodiversidad muy alta”. Ruth Soto ha hecho un viaje en el tiempo geológico de más de 400 millones de años en el que la diversidad, ha explicado, “no solo la marca el tipo de roca -sedimentaria, metamórfica e incluso volcánica- sino el rango de edad”. En este sentido, ha apuntado el dato de que “los suelos más antiguos de Aragón están en la comarca de Calatayud, con más de 500 millones de años”.
Tras estas intervenciones, se ha desarrollado un showroom en el que han participado la mayoría de las bodegas de la DOP. Calatayud. En este encuentro, los participantes han conocido de primera mano los vinos del resto de las bodegas, así como la singularidad de cada zona y las peculiaridades de la garnacha de altura.
Desde la DOP. Calatayud se considera que “este proyecto supone un impulso destacado a nuestro posicionamiento internacional y una oportunidad para estrechar vínculos con prescriptores y mercados estratégicos, mostrando el valor único de los viñedos, su identidad enológica y la solidez de este proyecto colectivo”.



