Isidoro Serantes, presidente de la DO Rías Baixas

‘Recuerdo vender el albariño sin etiquetar en el mercado local’

 

Isidoro Serantes, de la bodega Bouza do Rei, es desde el pasado mes de marzo el nuevo presidente de la denominación de origen Rías Baixas. Su candidatura llega para sustituir en el cargo a Juan Gil de Araújo, tras dos mandatos al frente de la D.O. Bodeguero desde la cuna, Isidoro ha visto nacer y crecer no sólo al albariño, sino todo el sector vitivinícola gallego. Es socio fundador de Bodega Bouza do Rei, impulsor de la denominación de origen y también formó parte del consello en sus primeras etapas. Hablamos con el sobre esta nueva etapa que afronta con energía y con un plan ya trazado: crecimiento e internacionalización.

 

Usted pertenece a una familia con tradición viticultora, ¿cuáles son sus primeros recuerdos en el mundo del vino?

Sí, lo cierto es que pertenezco a una familia de viticultores. Mis primeros recuerdos en el mundo del vino era que antiguamente el vino albariño se vendía sin etiquetar, en el mercado local. De hecho, cuando construimos la bodega, que es anterior a la Denominación de Origen Rías Baixas, era muy difícil comercializar el vino que elaborábamos en ella. Supuso todo un reto. La creación del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas ayudó mucho al sector a abrir mercado, primero a nivel nacional, y después internacional.

¿Recuerda los orígenes de la DO Rías Baixas? ¿Alguna anécdota de aquellos primeros años?

Más que anécdotas en sí, recuerdo que cuando nos iniciamos en esta actividad a través de la bodega no había nada, ni enólogos ni asesores suficientes… Estaba todo por hacer y, así con mucha dedicación, esfuerzo y cariño fuimos poniendo nuestro granito de arena al sector que hoy conocemos. Una vez se constituyó el Consejo Regulador se empezó a profesionalizar todo, poco a poco, desde las bodegas y viticultores, así como todo el tejido profesional alrededor de Rías Baixas.

 ¿Piensa compaginar el trabajo en su Bodega (Bouza do Rei) o ha pasado el testigo definitivamente?

Para nada, yo de momento sigo con mi trabajo en la bodega. Creo que aún tengo mucho por hacer y en mi mente no está retirarme. Quiero añadir que estoy tranquilo en el sentido de que hay relevo generacional dentro de la familia. Y eso es muy importante para mí y me permite disfrutar y también compartir mi función dentro de la bodega con la persona de la familia designada a continuar.

¿En qué dirección debe trabajar la DO Rías Baixas para seguir conquistando paladares?

Yo diría que seguir las directrices del Plan Director 2030, que se centra en crecer en volumen, en aumentar la internacionalización, apostar por el segmento de vinos Premium, así como más sostenibilidad e innovación.

¿Cuáles diría que son los mayores retos a los que se enfrentan los bodegeros en un sector cada vez más globalizado? ¿O tenemos que hablar de oportunidades?

Bueno las oportunidades acabo de comentarlas. Los retos son muchos porque como bien dice, estamos ante un mercado cada vez más globalizado, y eso implica que cada vez contamos con unas normativas, en nuestro caso europeas, más exigentes lo cual implica un esfuerzo mayor por parte del sector para cumplir con todas esas exigencias. Ello significa que muchas veces no competimos en igualdad de condiciones con otros productos. Por otra parte, ya centrándonos en Rías Baixas diría que entre los retos está el relevo generacional.

¿Cuántas referencias tiene en su vinoteca? ¿La botella más preciada de todas?

Me complace mucho decir que en la bodega Bouza do Rei disponemos de una referencia de cada una de las añadas y vinos que hemos elaborado desde su constitución. Es algo por lo que me gusta sacar pecho. Y sobre el vino más preciado, por supuesto, la botella del Albariño- Rías Baixas que se sirvió en la boda de los Reyes de España. Es una pieza de colección.

Multitud de enólogos y bodegueros suelen comentar [en entrevistas, noticias, declaraciones …] que a los gallegos nos falta ‘creérnoslo’ para que el sector crezca y esté todavía mejor considerado a nivel mundial, ¿está de acuerdo?

Sí y no. Creo que en Rías Baixas desde siempre se ha apostado por las variedades autóctonas, en nuestro caso por el albariño especialmente. Siempre hemos creído en su potencial y, muestra de ello es que ya es una variedad universal, valorada y anhelada por otras regiones vinícolas del mundo. Nuestros vinos blancos son una referencia a nivel nacional e internacional. Y esto se ha hecho desde el sector de una pequeña región vitivinícola del noroeste de España, trabajando de una forma constante, cohesionada y profesional. Hemos evolucionado mucho y debemos seguir haciéndolo y no morir de éxito.

¿Alguna vez se imaginó ocupando este cargo?  ¿Está ilusionado? ¿Qué espera aportar /cambiar bajo su ‘mandato’?

Yo la verdad es que nunca he soñado con el cargo de presidente, aunque estuve varios años en el pleno del Consejo Regulador en la etapa de Marisol Bueno como presidenta. La verdad, por mi mente nunca pasó que podría ocupar la presidencia del Consejo. La decisión de aceptarlo, después de pensarlo mucho, fue porque creo que todos los que formamos parte de las Denominaciones de Origen deberíamos de ceder en algún momento parte de nuestro tiempo para que las Denominaciones de Origen, como esta, funcionen.

Y creo que no pienso cambiar nada, pienso seguir más o menos la línea que viene siguiendo la D.O. Rías Baixas, debido a que lo que veo está funcionando, y no soy yo una persona de hacer cambios cuando las cosas funcionan como es el caso.