Roberto Verino, diseñador y bodeguero

“Volver a mi pueblo fue un acto de locura, pero del que estoy tremendamente orgulloso”

 

“Ahora mismo no concibo la vida sin la pasión y la dedicación con la que estoy entregado a la moda y también al vino”. Roberto Verino ha destacado toda su vida por sorprender con cada cosa que hace, es consciente de ello pese a que asegura que no es algo premeditado Su paso por París le marcó profesionalmente, allí quedó prendado de un oficio que nunca hubiera soñado, y su regreso a Verín fue “un acto de locura” del que se muestra orgulloso. Allí, en su pueblo, Verino consiguió crear una industria textil “en un lugar donde no había historia, ni precedentes”. Una hazaña más en la vida de uno de los creadores de moda, ahora también bodeguero, más importantes de España.

 

Su niñez transcurrió en Verín, ¿cómo fue el salto a París para estudiar Bellas Artes y qué pasó en la capital francesa para que decidiese apostar por el mundo de la moda?

Realmente tenía un sueño que era salir de Verín y una profesora de francés me animó a descubrir París. Al llegar allí me quedé prendado del oficio literalmente mientras estudiaba Bellas Artes y después, con el auge irrefrenable del prêt-à-porter, me di cuenta de que estaba en el lugar adecuado en el momento perfecto.

¿Quiénes eran sus referentes?

Maestros como Balenciaga, Yves Saint-Laurent o Anne-Marie Berretta entre otros. La verdad que los admiro profundamente porque encontraban la elegancia en la actitud y no tanto en lo que uno lleva puesto. Esa es unas de las lecciones más importantes que aprendí de ellos.

En los años 80 regresó a España y fundó su propia firma… ¿Cómo fueron esos inicios, qué recuerdos tiene de esa época?

Tengo recuerdos asociados a una de las máximas de mi vida que tiene que ver con la teoría de las “3 T”: trabajo, trabajo y más trabajo. Volver a mi pueblo fue un acto de locura en cierto modo, pero del que estoy tremendamente orgulloso. Conseguir crear una industria textil en un lugar donde no había historia ni precedentes fue un reto y un sueño hecho realidad.

¿Siempre tuvo claro diseñar para hombres y mujeres?

Diseñar siempre he diseñado pensando en las mujeres porque las considero mis musas. Mi labor como creador iba más allá de la moda. Considero que con la moda que hacemos he podido ayudar a que muchas mujeres se sientan mejor consigo mismas, a que se valore su feminidad vistiéndolas con elegancia y sutileza y, que puedan ser ellas sin sentirse disfrazadas. Posteriormente, llegaron las colecciones de hombre, pero si tengo que ser sincero y establecer prioridades, ¿cómo no las voy a elegir a ellas? (entre risas).

¿Cómo definiría el estilo Verino?

El estilo Verino es la autoestima en su más alto nivel. Es una forma de entender la vida y la moda de la mano de prendas de calidad que son fondos de armario y que son atemporales. Considero que mi estilo se puede enmarcar en una ecuación: sencillez, funcionalidad y calidad con una intención clara de seducir a los sentidos, sorprender y emocionar. Cuando lo consigues, en ese momento te das cuenta de que tu impronta va a permanecer inalterable en el tiempo y eso se convierte en icono de moda.

¿Dónde encuentra la inspiración para sus colecciones?

En todas partes. Soy inquieto, curioso y mantengo un alma de niño que no me gustaría perder. Creo que la gente deja de soñar y de ilusionarse y eso afecta en la pérdida de creatividad, de frescura, de originalidad. Debo confesar que soy un fiel defensor de la belleza serena, de dejarme seducir por los colores de la naturaleza que muta cada día; de perderme y soñar con el firmamento, con los matices que cada día nos muestra la vida.

¿Cuánto hay de Galicia en sus diseños?

Galicia es una constante en mi vida. Es una fuente de inspiración inagotable como lo es nuestra tierra que es rica en tesoros naturales, en gastronomía, en muchas cosas que me siguen sorprendiendo y que descubro día a día. En cada diseño siempre hay una parte de mí, tengo a mi tierra y a mi familia muy presente y, obviamente también hay mucho de moda. Conseguir un equilibrio entre la inspiración, la funcionalidad y la elegancia es una constante para Roberto Verino.

1992 marcó un hito en su carrera (abrió su propia tienda, lanzó su primer perfume y Aguja de Oro al mejor diseñador internacional). ¿Se esperaba ese éxito?

En realidad, nunca me he esperado nada de lo que he sucedido. Me gusta sorprender con cada cosa que hago y creo que esa es la clave: no conformarse nunca. Soy un obsesivo de la excelencia y para conseguirla nunca debemos de estar satisfechos.

Con la marca de moda consolidada, ha diversificado su actividad también a otros sectores… ¿qué le empuja a estar siempre en acción?

Lo mismo que dije anteriormente: la incapacidad para conformarme y la búsqueda de la excelencia en cada cosa que hago. Soy exigente conmigo mismo, con mi equipo y creo que es la única forma de que las cosas siempre avancen.

Y de repente, el vino. ¿Su bodega es un sueño hecho realidad?

Sin duda; ahora mismo podemos decir que es un sueño cumplido

El amor por el vino le viene de su familia materna. ¿Cuáles son sus primeros recuerdos relacionados con este mundo?

Los veranos con los abuelos; los trabajos en la viña; la vendimia etc etc..
No pude tener mejores conocimientos.

¿Qué le aporta Gargalo a Roberto Verino?

El equilibrio, disfrutar de la naturaleza, reencontrarte con tus raíces y con nuestra historia, que nos motiva y nos ayuda a inspirarnos.

¿Qué perfil de vinos buscaba cuando creó la bodega?

En el Siglo XVI, el conde de Monterrei que fue Virrey de Mexico y Peru; presumía de la calidad de nuestros vinos y llevo al nuevo mundo nuestras vides. Actualmente existen tres denominaciones en el mundo con el nombre de Monterrei.

¿Qué hace único al Valle de Monterrei en la elaboración de vinos?

Las variedades históricas que nos brinda el mestizaje del Camino de Santiago unidas a una tierra y un clima único.

¿Dentro de su faceta de creador, con cuál de las actividades que desarrolla está hoy más a gusto?

En ambas actividades mi trabajo consiste en seducir los sentidos; así que es difícil elegir una ú otra

¿Qué hace para desconectar una persona como usted, siempre en proceso creativo?

Disfrutar de la naturaleza caminando por este valle mágico, no sólo se desconecta uno, si no que se cargan las pilas. Por ejemplo, el colorido que tenemos actualmente contribuye a buscar las mejores propuestas para la siguiente temporada

¿Qué hubiera sido de Roberto Verino si no se hubiera decidido a dar el paso de dedicarse a la moda?

Ahora mismo no concibo la vida sin la pasión y la dedicación con que estoy entregado a la moda y también al vino. Soy un admirador de los arquitectos que dejan buena huella en el paisaje y en la sociedad; podría haberme dedicado a la arquitectura.

Y ya por último, elija un vino, una comida y la persona con quién le gustaría compartirla

Un Godello Gargalo, es tiempo de Godello de Monterrei. Es tiempo de compartir con las personas que quieres, disfrutando de un buen marisco y un buen pescado.