Roberto Regal

«El vino se ha convertido para mí en una forma de vida, en un instrumento de entendimiento con  la tierra»

Roberto Regal  (Chantada, 1978) es, según los entendidos, uno de los mejores enólogos de Galicia y un experto en conseguir atrapar en una botella toda la expresividad de la tierra. De su pasión por el mundo del vino y del amor que siente por la Ribeira Sacra nos habla en esta entrevista, en la que nos desvela algunas de las claves del éxito de los vinos de autor y nos habla de su último proyecto, ENONATUR

Enólogo, bodeguero, empresario…. ¿alguna faceta más de Roberto Regal que aún no conozcamos?

La verdad es que también me atrae enormemente el enoturismo, y ese será mi próximo proyecto empresarial.

¿Cómo se inició en el mundo del vino, de dónde le viene esa pasión?

No es vocacional, de niño mi sueño, como el de tantos otros,  era ser futbolista, un poco más tarde político, pero tenía al lado el camino a seguir. El vino y el extraordinario mundo que lo rodea me ha atraído irremediablemente: La tierra, los climas, las variedades de uva, la historia,  las personas que lo conforman, su idiosincrasia y  toda esta riqueza que hace que cada vino sea como es. Además,  creo que compartir proyectos, experiencias, ilusiones y pasión, es una forma de poner en valor y dinamizar mi tierra.

La Ribeira Sacra es una zona de la que hoy en día salen grandes vinos que traspasan  fronteras, ¿qué tiene esta tierra que la hace diferente?

No cabe duda de que la Ribeira Sacra está en su gran momento, al igual que los vinos gallegos, en general. Que se hayan elaborado grandes vinos y que éstos hayan despertado el interés en muchos puntos del mundo evidencia el potencial que tiene.  Esta tierra, de innumerables recursos, que ha sufrido la emigración en la historia reciente, tiene en el vino la gran ventana para darse a conocer al mundo y recuperar el recurso humano, esencial para su desarrollo. Asimismo, el enclave, la historia,  la cultura, la diversidad vitivinícola  y cierta virginidad hacen que esta tierra sea mágica

Ahora están de moda los vinos de autor, ¿qué cualidades tiene que tener un vino para que se defina así?

La actitud y conocimiento del hábitat. El vino es el resultado de la actitud del humano,  ante el entendimiento y sintonía con los otros autores minerales, animales y vegetales. Con inteligencia, formación, experiencia e intuición, más que hacer un vino de autor…”podemos ser el intelecto de la autoría de un vino”.

¿Qué le ha aportado a usted el mundo del vino?

El vino se ha convertido para mí en una forma de vida y, por supuesto, en un instrumento de entendimiento con  la tierra, de la que posiblemente en esta era, se está viviendo muy lejos, también de las personas y de su manera de pensar, crear y sentir… El vino me ayuda también a empatizar con otras mentes y establecer un puente entre culturas. El vino siempre tiende un sinfín de lazos.

¿Según su experiencia, qué características tiene que tener un vino para ser especial?

Creo que hacer un vino especial es muy difícil, pero quizás se defina así al  entendimiento entre el viticultor y otros elementos como el suelo, los microorganismos y las plantas. Que esto se exprese en una copa de vino y que se llegue a entender es el objetivo,  ¡casi nada!

¿Cómo trabaja un enólogo, cuál es su función?

Hoy en día los enólogos tenemos claro, en el contexto vitivinícola actual, que debemos ser transmisores, de manera que intentamos ser los mejores canalizadores de sensaciones de los terruños a la copa.  El concepto está cambiando, existen grandes profesionales de sectores específicos relacionados con el vino, ingenieros, tecnólogos, médicos, químicos, biólogos…, indispensables para el progreso del sector, pero ha de ser el enólogo el que aglutine y tenga una  perspectiva amplia y dé forma a la viticultura, bodega y mercado.

Hace poco, un experto me aseguraba que era gracias a profesionales como usted que estaban cambiando los vinos gallegos, ¿cómo se consigue eso?

Sin duda estamos en un punto de inflexión para los vinos gallegos, pero tengo claro que esto no sólo responde a una incipiente generación, quizás la mejor formada de la historia de este país, con idea nuevas y dispuesta a poner en valor nuestro potencial, sino que es también el premio a mucha gente que ha conservado la cultura vitivinícola en momentos muy difíciles. Figuras que han creído en esto, visionarios, apasionados y trabajadores. Las distintas generaciones vitivinícolas deben negociar en esta transición, buscar la cohesión y ordenar las ideas, dar con la estructura de empresa adecuada y  el modelo que permita viabilizar y canalizar toda la energía que se palpa en el sector vitivinícola.

De los numerosos premios que ha recibido en los últimos años, ¿hay alguno del que se sienta especialmente orgulloso?

A mí nunca me han dado un premio, ni lo merezco, en todo caso habrá sido a los vinos, detrás de los cuales están héroes anónimos a los que nunca se les reconoce el trabajo.  Me refiero a  los viticultores y a la tierra, con los que comparto esfuerzo e ilusiones y de lo que, sinceramente, me siento muy orgulloso  En este país, la agricultura en general nunca ha tenido “glamour”, y la enología, que ha crecido mucho y actualmente responde a otro concepto, ha estado endiosada.  Considero que el éxito del sector pasa por dignificar el trabajo viticultor en estas tierras. Cuando esto ha sucedido y dejemos de vivir en una irrealidad vitivinícola, habremos triunfado todos

5Robertoregal2Hábleme de sus proyectos más recientes

Ahora mismo, en mi mente está la idea de ayudar a la expansión del vino gallego en general, y más concretamente al de la Ribeira Sacra, a través de ENONATUR, de manera que el consumidor y el mundo del vinos lo microconceptualice como vinos únicos, que expresan diversidad cultural y vitivinícola de una tierra diferente.

Me gustaría acercar a todo el mundo, en el amplio sentido de la palabra,  estas tierras, para que pueda conocer, disfrutar y también participar en esta explosión vitivinícola.  Quiero poner mi grano de arena con el proyecto ENONATUR, para permitir a los enófilos de cualquier parte del mundo, el alquiler de una finca en Ribeira Sacra, para tener su vino personal sin necesidad de inversión.

Así, cada persona que será  “autor de su vino” en una microparcela , no sólo tiene la opción de firmar ese vino de la Ribeira Sacra, si no que puede desarrollar su propio conocimiento vitivinícola con actividades vivenciales y establecer su trazado vitivinícola y enológico. En todo caso estarán tutorados por enólogos y viticultores profesionales,  y podrá elegir su grado de implicación en el trabajo del viñedo y de la bodega.

El objetivo que perseguimos con este proyecto es conseguir la expresión del vino de cada microparcela, basado en el entendimiento entre la persona que alquila el microviñedo , el equipo de profesionales y la tierra. En todo caso serán vinos ecológicos y el compromiso será por un año mínimo, pudiendo cambiar de microparcela o continuar con la misma.

El gran objetivo es atraer al mundo del vino a personas con sensibilidad, que deseen descubrir el mundo del vino, y de esta manera poner en marcha parte de la ayuda para la supervivencia vitivinícola de esta tierra. Cada uno podrá ser autor de su vino.

A mí lo que me interesa es vivir un vida llena y  emocionante,  con el vino como mejor vector para conocer el mundo y a sus culturas… y luego los proyectos surgen.