El Camino de Invierno, un espectáculo de la naturaleza

El Camino de Invierno es el trazado jacobeo que une Ponferrada con Santiago de Compostela pasando por el valle del río Sil y la Ribeira Sacra. Se trata de una gran variante meridional del Camino Francés que evita las cumbres del Cebreiro y que, por tanto, resulta más asequible en invierno, como ya conocían los peregrinos medievales. Además, esta ruta cuenta con el atractivo añadido de poder disfrutar de la visita, si la pandemia lo permite, a algunas de las bodegas gallegas que hacen que el vino de esta tierra sea reconocido a nivel internacional.

Las cumbres son altivas, solitarias, casi ariscas. Durante gran parte del año, ejercen de fríos miradores para contemplar los valles, los caminos, la fauna, la flora… En definitiva, la frondosidad donde está la vida. Atravesar esa vida es una experiencia sensorial única. Y eso es lo que ofrece el Camino de Inverno: caminar por donde la vida se desarrolla en plenitud, los paisajes son más humanos y los humanos son más parte del paisaje. Igual que cada matiz de un buen vino concede el don de evadirse al momento de su gestación, cada paso de esta ruta plena de viñedos permite sumergirse en un paisaje de ensueño habitado por un paisanaje que sueña primero y consigue después. Con tal calidez, ya puede venir el invierno, que no se le teme.

De esta forma tan poética, nos adentramos en un recorrido de algo más de 200 kilómetros, por las cuatro provincias gallegas e históricas comarcas, plenas de personalidad y atractivos, como Valdeorras, Ribeira Sacra o Deza. El Camino de Invierno es la entrada natural a Galicia desde la meseta, un acceso ya usado por los romanos. Se piensa que pudo surgir como alternativa, en época invernal, a la dura subida a las cumbres nevadas de O Cebreiro, por donde penetra en Galicia el Camino Francés, y también para evitar los desbordamientos frecuentes de los ríos del valle del Valcarce.

El itinerario arranca en Ponferrada —antesala de las tierras gallegas, en la comarca leonesa del Bierzo—. Aquí, el peregrino se desvía a la izquierda en lugar de continuar de frente por el Camino Francés. El Camino de Invierno sigue prácticamente el curso natural del caudaloso río Sil por la comarca ourensana de Valdeorras. Luego discurre por el sur de la provincia de Lugo, continúa por la comarca del Deza (Pontevedra), hasta llegar a Compostela. En total, algo menos de 250 kilómetros por las cuatro provincias gallegas.

Los historiadores sitúan el origen de esta ruta en la época romana. Está documentada una calzada secundaria que partía de las explotaciones de oro de Las Médulas hacia la Vía XVIII, que pasaba por la comarca de Valdeorras y por donde se evacuaban los yacimientos auríferos. El túnel romano de Montefurado es hoy también prueba de ello. La ruta fue seguida por diferentes pueblos a lo largo de la historia. También sirvió de entrada, a comienzos del siglo XIX, a las tropas invasoras de Napoleón. Y por ella se construyó, en 1883, el primer trazado del ferrocarril que comunicaría Galicia con el resto de la Península.

El Camino de Invierno atrae por múltiples razones. Parte de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad. Atraviesa comarcas como la de Valdeorras o parte de la Ribeira Sacra, territorios de excelentes vinos, cultivados muchas veces en paisajes inverosímiles -la viticultura heroica aquí es un arte-, y zonas donde el románico se multiplicó en iglesias y monasterios. En 2003, la Ribeira Sacra fue incorporada por el Consejo de Europa a sus Itinerarios de Interés.

El peregrino tiene la oportunidad en su recorrido de visitar el rico patrimonio monumental de Monforte de Lemos, o las bodegas y la arquitectura tradicional de Chantada. Y subir hasta el alto de O Faro, desde donde se divisan paisajes de las cuatro provincias gallegas.

En Lalín confluye con la Vía de la Plata para continuar juntos hasta Compostela. En total, nueve etapas en las que el sosiego que se respira en esta ruta alternativa, y poco transitada, es uno de sus principales alicientes.

Ayuntamientos por los que transita esta ruta:

  • Ponferrada (León). Visita obligada al Castillo de los Templarios; la Iglesia de Santiago de Peñalba, de estilo Mozárabe, y la Fábrica de Luz, un museo de la Energía donde el carbón es el actor principal.

 

  • Rubiá. Ubicada en la comarca de Valdeorras, Rubiá marca el inicio de nuestro viaje hacia Santiago por tierras gallegas. Esta localidad de menos de 1.500habitantes, según datos de 2019, nos ofrece un aperitivo de lo que nos iremos encontrando en nuestro camino.

  

  • Carballeda de Valdeorras. Sus montes de pizarra y esquistos y su extracción en canteras es la principal actividad económica del municipio. Bañado por los ríos Sil y Casaio, que dan lugar a los embalses de Pumares y Casoio, cuenta con una gran riqueza de flora y fauna. El patrimonio natural que rodea a Carballeda es de gran belleza.

 

  • Barco de Valdeorras. La viticultura es una antigua ocupación que está siendo dinamizada con la plantación de viñedos con variedades autóctonas y la elaboración de vinos de gran calidad en bodegas provistas de la última tecnología. La recuperación de la variedad godello, a principios de los años setenta del pasado siglo, constituye un hecho en el proceso de dignificación de los vinos de la comarca y de su proyección hacia el exterior.

 

  • Vilamartín de Valdeorras. Uno de los lugares que recomienda la Guía Repsol. Con el vino madurando en su vientre, en las cuevas construidas bajo tierra o de origen natural que son típicas en la Comarca de Valdeorras, Vilamartín puede llamarse la capital del vino porque en este municipio se encuentra la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen. Esta protección de los caldos blanco y tinto, de uva godello y mencía respectivamente, data del año 1945.

 

  • A Rúa. En el corazón de la Denominación de Origen Valdeorras se encuentra esta localidad con una tierra que alumbra godellos aromáticos e intensos, y mencías de tonalidad púrpura y elegante aroma afrutado. Los petroglifos, sepulcros prehistóricos, castros y mosaicos romanos nos hablan de su pasado milenario.

 

  • Quiroga. En este municipio se da un contraste muy acusado entre las tierras próximas a la ribera del Sil y a las tierras del norte; en las montañas de la Serra do Caurel, lo que supone que dos ecosistemas muy diferentes convivan a escasa distancia el uno del otro.

 

Esta diversidad geográfica genera un importante y variado patrimonio natural. lo que significa que buena parte de las áreas naturales del término municipal de Quiroga forman parte de los espacios protegidos de la Red Natura 2000:

 

  • Ribas de Sil. Este ayuntamiento se encuentra ubicado en un enclave único, su emplazamiento ofrece al visitante la oportunidad de disfrutar de su riqueza paisajística, con una vegetación muy característica en la que se mezclan las especies propias de la Galicia húmeda en las zonas mayor altitud con sotos y devesas; y la vegetación de influencia mediterránea con especies que solo podemos encontrar, en toda la comunidad gallega, en el valle del río Sil, como el olivo.

 

  • A Pobra do Brollón. Entre la Ribeira Sacra y el Caurel ocupa dos territorios muy diferenciados que le dan gran personalidad. Por un lado forma parte de Ribeira Sacra lo que significa necesariamente vino y sus viñedos en bancales. La parroquia de Vilachá de Salvadur es la más representativa de este tipo de paisaje que se complementa con las centenerarias bodegas. Pequeñas construcciones de piedra agrupadas en un mismo entorno que en el primer fin de semana de mayo acogen la tradicional Feria del Vino. Cita necesaria para quienes quieran disfrutar del vino en un paraje natural en el que la piedra es la protagonista.

 

  • Monforte de Lemos. Una visita obligada en la ciudad, como prólogo o como punto y final a nuestra visita a Ribeira Sacra, es el Centro del Vino. Un espacio expositivo innovador en el que acercarnos a Ribeira Sacra a través de los sentidos. En las instalaciones se encuentra también la Oficina de Turismo y la Vinoteca donde adquirir todos los vinos de la D.O. Ribeira Sacra. Monforte cuenta, además, en su término municipal con 3 bodegas inscritas en la D.O. Ribeira Sacra: Tolo do Xisto S.L., María Gloria Alvarín Losada (Ciudáseis) y San Mamed Adegas y Viñedos.

 

  • Pantón. Seguimos en la Ribeira Sacra lucense con este ayuntamiento situado en el sur de la provincia de Lugo. Sus límites vienen marcados por los ríos Miño, Cabe y Sil que la convierten en la «Mesopotamia» gallega. Su extensión territorial es de 146 kilómetros cuadrados, ocupados por las veintiséis parroquias, que suman un total de doscientos veinte núcleos de población en la que se asientan unos 2600 habitantes. La capitalidad del municipio está centrada en la villa del Castro de Ferreira, que cuenta con unos 700 habitantes.

  

  • O Saviñao. Enclavado dentro de la Comarca de Terra de Lemos, O Saviñao limita al norte con Paradela y Taboada, al sur con Pantón, al este con Pantón, Monforte de Lemos y Bóveda y al oeste con Taboada y Chantada. La altitud media es de 600 metros sobre el nivel del mar y cruzan sus tierras los ríos Miño, Sardiñeira, Saviñao, Pez, Barrantes y Porriño. Comprende 29 parroquias y su capital es Escairón, que cuenta con unos mil habitantes. La potenciación del turismo rural y cultural de esta zona supone un empuje para el mismo. La economía del Ayuntamiento fundamentalmente es agrícola, pero cuenta también con industrias lácteas y vinícolas.

 

  • Chantada. De Chantada podemos destacar su casco histórico y su paisaje. Aquí toma forma la majestuosidad de la Ribeira Sacra que, modelada a lo largo de los siglos, nos ofrece los sabrosos caldos con los que nos podemos deleitar, especialmente en la Feria del Vino donde se citan y dan a conocer los productores de estos vinos mencía. Chantada también tiene numerosos monumentos del Románico que se pueden visitar haciendo cualquiera de las rutas turísticas que están a la disposición del visitante. El Camino de Invierno discurre aquí por una antigua calzada romana en el hermoso pueblo de Belesar.

 

  • Rodeiro. De Lugo pasamos a la provincia de Pontevedra. Varias de las iglesias ubicadas en Rodeiro ostentan el título de joyas del románico gallego y, como tal, es necesario un alto en el camino. Es el caso de las parroquias de Asperedo, Carboentes o Pedroso. Junto a ellas, se levantan importantes monumentos de la arquitectura civil, como el Pazo de Trasulfe, fundado en el siglo XVI, o el Pazo de Camba, así como las casas rectorales de Couto y de Guillar, ambas de mediados del siglo XVIII.

 

  • Lalín. El Camino de Invierno llega a Lalín atravesando un hermoso paisaje de prados y carballeiras donde nos recibe un magnífico crucero del s. XVII, lo más antiguo del municipio; más adelante encontramos la iglesia románica de S. Martiño, vestigio del desaparecido monasterio medieval. A partir de aquí el peregrino puede optar por continuar camino o detenerse en el núcleo urbano de Lalín. No debería pasar sin probar sus afamadas carnes, siendo el “Cocido de Lalín” el plato estrella, pero sin olvidar el churrasco, y comprar sus excelentes productos locales: embutidos, queso, miel o el muy apreciado pan de Lalín. El Camino de Invierno continúa, en su tramo final por la villa, recorriendo el agradable Paseo Fluvial de Pontiñas.

 

  • Silleda. Naturaleza y historia se unen en Silleda para conferir a estas tierras de Trasdeza un carácter único y singular. Carballeiras, las riberas de los ríos Deza, Toxa y Ulla, cascadas y numerosas muestras de arte románico, yacimientos arqueológicos, o maravillosos espacios naturales convierten a esta localidad en un lugar de parada obligada en el Camino,

 

  • A Estrada. Una parte muy importante del territorio estradense se encuentra dentro de la Red Natura 2000, la red ecológica de áreas de conservación de la biodiversidad de la Unión Europea, por lo que sus parajes merecen sin duda la pena. También sus Rutas del Románico donde se pueden descubrir músicos y contorsionistas, misteriosos juegos geométricos esculpidos en piedra y la gran variedad tipológica de iglesias que existía en el medievo.

 

  • Vedra. El patrimonio natural de esta localidad cuenta con un claro protagonista, el río Ulla y sus afluentes que conforman el paraje del valle; un espacio protegido por la Red Natura 2000. Destaca el Coto de Ximonde y su puente colgante, uno de los cotos de salmón más importantes de Galicia.

 

  • Boqueixón. Poco a poco, paso a paso nos vamos acercando a nuestro destino. A su paso por Boqueixón, la ruta deja atrás Vilanova (Vedra) y se adentra en este municipio pasando por la orilla del Pico Sagrado, que con sus más de quinientos metros de altura, preside los paisajes del entorno. Este monte está vinculado a la tradición de la Translatio del cuerpo del Apóstol de Iria Flavia a Compostela.

 

  • Santiago de Compostela. Llegamos a nuestro destino. El esfuerzo ha merecido la pena Cita obligada: La Catedral de Santiago de Compostela, la obra más sobresaliente del arte románico en España. Es, además, la meta final de todos los Caminos de Santiago, que durante siglos han llevado a los peregrinos de la Cristiandad hacia la tumba de un apóstol. Por si fuera poco, fue la piedra inaugural para la construcción de una urbe monumental, Santiago de Compostela, que nació en un bosque sagrado del fin del mundo con vocación de Ciudad Santa y Patrimonio de la Humanidad.

Consejos prácticos para hacer el Camino

Una vez tomada la decisión de hacer el Camino, se deben tener en cuenta varios aspectos para hacer que esta experiencia sea inolvidable.

Preparando el Camino: Es fundamental planificar con antelación el recorrido, distribuyendo entre los días que dedicaremos a caminar el número de kilómetros que nuestra forma física nos permita realizar de una forma cómoda y teniendo siempre en cuenta los lugares que nos apetece visitar.

También es importante elegir con antelación el tipo de hospedaje que deseamos, ya que el Camino ofrece numerosas posibilidades (albergues, refugios, hostales, casas rurales, hoteles…). En Galicia se pueden encontrar albergues cada 10 o 15 kilómetros y en ellos tienen preferencia los peregrinos que lleguen primero y a pie, frente a los ciclistas. Asimismo, resulta de gran valor a la hora de hacer este viaje un entrenamiento previo para acostumbrar a nuestro cuerpo a caminar cada día. Es aconsejable empezar dos meses antes de iniciar el Camino.

Elegir un calzado cómodo, transpirable, ligero y flexible es muy importante para un recorrido sin molestias, al igual que es recomendable que el calzado esté “domado”, al menos con 50 kilómetros de marcha previa. Elegid ropa cómoda y ligera y ponerla a prueba en el entrenamiento.

A la hora de elegir una mochila hay que tener en cuenta que tenga espaldera acolchada y que no sobrepase el 10% del peso de tu cuerpo. Entre los utensilios que se consideran útiles para hacer el Camino se encuentran los siguientes: navaja multiusos, pequeña linterna, tapones para los oídos, imperdibles o pinzas para colgar la ropa en la mochila y que se seque, cantimplora ligera, detergente y jabón y la Tarjeta Sanitaria.

Importante llevar un pequeño botiquín con: aceite de romero o vaselina, agua oxigenada, gasas, apósitos, productos con yodo, parches para ampollas, analgésicos, antidiarreico, crema antiinflamatoria y crema de protección solar.

Durante el recorrido: Es recomendable realizar 4 ó 5 ingestas de alimentos diarias y beber agua de forma continuada y bebidas isotónicas con sales de sodio y potasio. Mientras caminas, es recomendable consumir productos que aporten energía, frutos secos, fruta, galletas o chocolate.

Las lesiones más habituales suelen ser las ampollas (evitarlas con aceite de romero o vaselina o, una vez formadas, recurrir a los parches especializados), las tendinitis (para evitarlas realiza masajes y estiramientos antes y después de cada etapa. Por otra parte, las vendas elásticas bien colocadas y las pomadas con calmantes alivian el dolor), las torceduras o esguinces (aplicar paños fríos y vendas elásticas si son ligeras) y los mareos (pueden provocarlos la falta de azúcar en sangre, el calor y la deshidratación).

Es recomendable descansar, al menos, 10 minutos cada hora. En carretera es preciso utilizar prendas o elementos reflectantes y tener siempre en cuenta la hora de salida y puesta de sol para evitar las horas de mayor calor.

En Santiago : Recuerda  que la Compostela se entrega a las personas que han recorrido, al menos, los 100 últimos kilómetros a pie o los 200 últimos kilómetros en bicicleta o a caballo.