Entrevista con Beto Luaces, escritor

“Vigo es una ciudad que lo tiene todo para protagonizar una novela negra”

 

Beto Luaces (Montevideo, 1969) irrumpió en el panorama literario gallego en 2017 con una novela en la que Vigo, la ciudad en la que vive y trabaja, tenía un protagonismo muy especial. Sólo cuatro años después, y con una trilogía ya publicada, Luaces ha generado un universo literario con su serie Vicus, que va camino de alumbrar su cuarto y, quizás, último retoño. El metódico autor, de inspiración vespertina por obligación laboral, aprende de su faceta literaria según crece en ella. Y, pese a lo negro del estilo elegido para desarrollar su vocación de escritor, tiene una certeza: “Por desgracia, la vida real es mucho más dura que una novela negra”.

 

Después de la movida musical de los 80, da la impresión de que Vigo está viviendo otra “movida” pero en este caso de novela negra. Y es que en pocos años desde esta ciudad han salido autores como Domingo Villar, Pedro Feijóo, Ledicia Costas o usted mismo. ¿A qué cree que se debe?

Pues no lo sé, es curioso, pero creo que simplemente es una coincidencia que compartamos el espacio y el tiempo,

Pero algo tendrá esta ciudad que la haga tan atractiva para los misterios.

Eso es verdad. Es una ciudad que lo tiene todo para protagonizar una novela negra: un puerto muy importante, a nivel urbanístico es muy caótica, es muy singular, tiene mucho rural, es muy dinámica -seguramente la más dinámica de Galicia- y vive gente de todas partes del mundo. Al ser una ciudad con tanto movimiento, la verdad es que es un buen escenario para una novela negra.

Estudió Filología gallega y portuguesa y trabaja como funcionario judicial. ¿Lo de escribir era algo que sus allegados ya veían venir o sorprendió a todos con su primer libro?

No tenía experiencia previa en la escritura, pero hace unos años surgió una historia en mi cabeza, decidí hacer un primer libro y, después, me di cuenta de que podía dar para una serie. Y es en lo que estamos.

En Bolanda Edicións enseguida confiaron en usted, pero ¿qué hubiera pasado si no hubiera encontrado editor?

Seguramente, hubiera cambiado toda la historia. La vida es así, son golpes de suerte y lo cierto es que la editorial Bolanda confío en mí desde el principio. Si no hubiera sido así, hubiera seguido probando, pero a lo mejor el proyecto de Vicus no estaría publicado a día de hoy.

¿Cuáles han sido sus referentes dentro de la novela negra?, ¿es más de los escritores mediterráneos como Montalbán o Camilleri o de los nórdicos (Mankell, Nebso o Stieg Larsson…)?

Soy más de los nórdicos, gracias a ellos me enganché a la novela negra, Y después, también gracias a ellos, fui descubriendo a otros autores como Montalbán, Camilleri, Petros Markaris… Son todos ellos escritores fabulosos, aunque no puedo negar mi predilección por los nórdicos. Es innegable que los amantes de la novela negra estamos de suerte porque en todas las latitudes hay autores muy diversos, cada uno con la idiosincrasia propia de su lugar de origen. Es un género muy abierto, nada encorsetado y eso también me atrae.

Sin embargo, su escritor preferido, Mario Benedetti, con el que comparte país de nacimiento, no tiene nada que ver con la novela negra.

Sí, soy hijo de emigrantes gallegos y nací en Uruguay, aunque volví de pequeño a Galicia. Y cuando descubrí a Benedetti, la verdad es que quedé encantado. Tanto a nivel de prosa como de poesía, considero que es un autor maravilloso. Tuve la suerte de conocerle en Vigo, en un acto en el que estuvo, y conseguí que me firmara un libro. Fue un momento muy emotivo. Es uno de mis escritores preferidos, sin lugar a dudas.

Volvió con 9 años a Galicia, ¿de qué forma le marcó la emigración?

Te marca porque tienes que empezar de nuevo. Además, en este caso, en un continente distinto, con una cultura distinta. Pero bueno, a esas edades se lleva todo mejor. Para mí no fue ningún trauma y creo que lo llevé bastante bien.

¿Se esperaba la respuesta de los lectores a su primer libro, “ Vicus, un lugar do común”?

Además del apoyo de la editorial, la verdad es que fue el “boca a boca” lo que facilitó que el libro se conociese y que cada vez lo leyeran más personas. Uno siempre piensa que su libro es el mejor del mundo, pero no deja de ser una ilusión. Por suerte, tuvo una aceptación muy buena por parte del público y en la editorial también están encantados con esta respuesta. En estos momentos, acaban de sacar la cuarta edición del primer libro y la tercera del segundo y el tercero. Así que estamos muy contentos.

Participa en ferias, presentaciones en librerías, está en redes sociales y mantiene un contacto directo con sus lectores, ¿hay un perfil del lector de Vicus?

Es cierto que tengo bastante contacto con mis lectores. A través de las redes sociales pero, sobre todo, en las ferias de libros. Y no creo tener un perfil concreto de lector. He dedicado libros a chicos de 18 años y alguno para una señora de 80. Es muy heterogéneo, como el propio género de la novela negra.

¿Qué hay de Beto Luaces en Manuel Peixoto  o en Senén Barreiro?

Supongo que habrá detalles míos en ellos. En el primer libro, el protagonista era un arquitecto, que fue lo que siempre quise ser, pero no lo conseguí y me fui por otros derroteros. Así que, de forma consciente, decidí que el protagonista de mi primer libro fuese un arquitecto. Eso sí que fue a propósito. Después, imagino que mi personalidad estará diluida entre los personajes de los libros.

-Recientemente ha presentado el tercer libro, “Vicus Un lugar afastado”. ¿Cómo se plantea la escritura?, ¿la trama va surgiendo a medida que escribe o ya lo tiene todo en la cabeza cuando se enfrenta al ordenador?

En principio, a mí me surge la historia y después ésta tiene vida propia. Más o menos al principio, hago un esquema con la historia inicial que tengo en la cabeza. El final no lo sé, aunque puedo tener una intuición que puede variar a medida que avance. Escribir un libro puede ser sorprendente incluso para el autor. Tú puedes querer ir para un lado, pero los personajes te pueden llevar hacia otro. Es muy divertido escribir de esa manera. No me gustaría tener todo atado, sería más aburrido.

El primer libro tardó varios años en escribirlo, pero los dos siguientes han ido muy rápido. ¿No le bloqueó el éxito?

No. El primer libro tardé muchísimo en escribirlo. Yo no tenía experiencia y apenas disponía de un boceto de lo que quería escribir. Tuve que empezar de cero, tanto la historia como los personajes. Después, como decidí hacer una serie, los personajes ya estaban más o menos perfilados, el territorio también, así que fue bastante más fácil escribir los dos siguientes.

¿Habrá tetralogía de Vicus?

En principio, era sólo un libro. Después, ya me planteé una serie. Y ahora que llevo la trilogía publicada, estoy escribiendo el cuarto. Así que sí, espero que haya una tetralogía.

¿Tiene alguna manía a la hora de sentarse a escribir?

La verdad es que no. Escribo por las tardes porque es a la hora que puedo hacerlo, pero no creo tener ninguna manía especial. Lo único es que necesito silencio, no quiero tener una música que me distraiga.

Ahora que por fin parece que empezamos a salir de nuevo, ¿cómo vivió usted la pandemia?

Quiero pensar que bien, pero creo que estamos y seguimos todos un poco descolocados. Es una historia con la que nadie contaba y se fue prolongando en el tiempo, fue duro.

Vigo y la Serra do Suído, sus grandes amores geográficos y escenarios de sus novelas, son lugares contrapuestos.

Sí, los utilizo para las novelas porque quería dos territorios que conociese bien. Vigo porque es donde vivo y donde trabajo y Serra do Suído por los lazos familiares. Mi familia paterna es de allí y mantengo mucho contacto con la zona. Y además, buscaba ese contraste para la novela, esa diferencia entre lo rural y lo urbano.

¿Qué opinan sus padres de sus libros, son buenos críticos?

Al principio, se sorprendieron mucho y con el primer libro creo que estaban tan alucinados con esta faceta mía que les gustó mucho- Con los otros dos, ya se han permitido hacer de críticos (risas).

¿Antes de enviar el libro a la editorial, se lo pasa a alguien para ver su reacción?

Sí, tengo varios lectores cero. Ésa es la primera criba. Creo que esas primeras críticas son fundamentales para mejorar el texto. Cuando terminas el libro, piensas que la historia está perfecta y redonda y no es así, necesitas pulir bastante.

¿Se ve escribiendo fuera de Vicus?

A veces pienso en escribir algo distinto, pero, en estos momentos, estoy muy centrado en la nueva historia de Vicus. Una vez que acabe esta novela, quién sabe, a lo mejor escribo una historia completamente distinta.

Imagino que por los pasillos de los Juzgados de Vigo pasará mucha gente que podría formar parte de una novela, ¿no?

Pues sí, sobre todo en el tema penal. Y pasa lo de siempre, al final te das cuenta de que la realidad supera a la ficción en muchas ocasiones. Muchas cosas que ve no las podrías plasmar en un libro, básicamente porque la gente no las creería. Pero, por desgracia, la vida real es mucho más dura que una novela negra.