El románico en el Golfo Ártabro

Las rías de La Coruña, Betanzos, Ares y Ferrol están bañadas por el Golfo Ártabro. Este golfo debe su nombre a la tribu de los Ártabros que pobló las costas del norte de A coruña en la época prerromana. En ellas, se alternan burgos medievales, villas marineras y enclaves industriales como Fene o Narón. Situado entre la Costa da Morte y las Rías Altas, este golfo es el mismo Portus Magnus Artabrorum del que escribieron los romanos, sorprendidos por la sacudida de las tempestades en este paraje natural. Hoy el golfo Ártabro incluye en su sinuoso territorio las comarcas de As Mariñas y de Ferrolterra. Si trazamos una línea recta de punta a punta del Golfo Ártabro, la distancia no llegaría a los seis kilómetros. Pero el entramado de rías y ensenadas, con puertos pesqueros como Ares o Mugardos, hace que el recorrido completo supere los cien kilómetros por carretera.

Además de la belleza paisajística que se le presupone a un entorno como es la costa norte gallega, esta zona es importante debido al gran número de templos románicos que se ubican aquí. Son relevantes las siguientes iglesias románicas: San Miguel de Breamo, San Juan de Vilanova y San Martiño de Couto en Xubia. Paradójicamente estas tres iglesias románicas tienen muchas diferencias estilísticas, aunque su distancia geográfica no exceda unos pocos kilómetros. San Juan de Vilanova es un episodio primitivo del románico en Galicia, entroncado con el románico lombardo y el mundo prerrománico asturiano. La capilla de san Miguel de Breamo se ha asociado con el mundo de los templarios. No hay datos que confirmen esta hipótesis, pero lo que sí parece claro es que su estructura sobria y rotunda parece tener nexo de unión con lo militar. Por último, San Martiño de Couto en Xubia es el templo de un antiguo monasterio, que estilísticamente pertenece al románico tardío gallego, de formas más clásicas que las anteriores, y con una soberbia cabecera, de lo mejor del románico coruñés.

La iglesia de San Miguel de Breamo perfectamente conservada, gracias en parte a la dureza del granito que ha paralizado su deterioro y evitado su sustitución, está situada en las inmediaciones del municipio de Pontedeume. Esta iglesia, construída en el monte Breamo, goza de unas espectaculares vistas sobre As Mariñas y data de 1187, como consta en la inscripción sobre la piedra de la propia iglesia, en el contrafuerte izquierdo de la puerta principal. Es una capilla de estilo románico con cruz latina y ábsides semicirculares. Sólo otras tres iglesias gallegas son de esta tipología: Santa Cristina de Ribas de Sil (Parada de Sil, Ourense), Vilar de Donas (Palas de Rei, Lugo) y San Salvador de Coruxo (Vigo, Pontevedra). Las dos naves, principal y transversal tienen bóveda de cañón y crucería. En el exterior destacan tres pequeñas puertas románicas, la de la fachada principal enmarcada por dos contrafuertes y bajo un rosetón de once puntas. En el tímpano del lado norte podemos observar el dibujo en piedra de un trébol de cuatro hojas. Su planta angulosa llena de contrafuertes hace que esta iglesia románica se asemeje a un templo fortaleza militar. Su historia está envuelta en leyendas y cambios de poder. No hay constancia arqueológica de un castro anterior, ni de la presencia de los templarios. Si se sabe que en el siglo XIV era la orden de San Agustín la que habitaba Breamo, bajo patrocinio real y bajo la presión de la Casa de Andrade. El priorato de Breamo desaparecerá después de más de seis siglos, a finales del XVIII.

Unos kilómetros al sur de Pontedeume, en la ría de Ares, en el municipio de Miño, Municipio de Interés Turístico, se encuentra la iglesia de San Juan de Vilanova. De estilo románico gallego del siglo XI, data del 1040, constituiría una de las primeras construcciones del románico gallego, muy cercano al arte asturiano de los siglos altomedievales. Contiene planta rectangular con una sola nave rematada en un ábside semicircular. El interior es muy sobrio y sus muros presentan cantería irregular destacando su pila bautismal por sus características románicas. El exterior concentra la decoración en la fachada principal que fue remodelada en el siglo XVIII según cánones barrocos. Sobresale la espadaña de dos cuerpos, el primero compuesto por tres machones que dan lugar a los huecos donde se colocan las campanas, mientras que el segundo está formado por un cuerpo central flanqueado por pináculos.

Al norte de Pontedeume, en el municipio de Narón (cercano a Ferrol) se encuentra la iglesia del monasterio de San Martiño de Couto (Xubia) declarado Monumento Artístico Nacional por el Ministerio de Cultura. Situado en la ruta xacobea del Camino Inglés, sus orígenes se remontan al reinado de Ramiro I, a mediados del siglo XI. Su época de mayor esplendor será en el XII cuando se incorpore a la orden de Clunny, edificándose la Iglesia románica en ese momento. Hay varios aspectos que hacen de San Martiño de Couto un edificio especial. Por un lado, su ubicación a pocos metros del mar (no es frecuente encontrar románico tan pegado a las costas) y, por otro, su soberbia cabecera románica, de gran prestancia, gracias al juego volumétrico de sus columnas, ventanales y cornisas con muy equilibradas proporciones. En el interior de esta iglesia, además de capiteles vegetales, existe uno de un combate entre caballeros, lo que constituye una rareza en el románico gallego.

En la localidad de Bergondo, al sur del municipio de Pontedeume y de Miño se puede visitar el monasterio del Salvador y su iglesia románica del siglo XIII con sepulcros medievales en su interior. Se trata de un antiguo convento benedictino, del que actualmente se conserva en buen estado la iglesia, aunque muy reformada. Presenta planta basilical de tres naves y tres ábsides. Las naves están divididas en cuatro compartimentos, divididos por pilares con semicolumnas adosadas, que sostienen los arcos apuntados. Los ábsides están cubiertos por bóvedas de cañón y de cuarto de esfera mientras que la cubierta es de madera a dos aguas. La puerta del templo tiene dos pares de columnas con capiteles de hojas y con bases tóricas, que soportan un doble arco abocinado, esculpido con ajedrezado y relieves. Dos ménsulas sostienen el tímpano adornado solamente con unos arcos de medio punto. A consecuencia de una reforma perdió la espadaña y el rosetón románico. En el presbiterio y en el muro sur se pueden ver dos interesantes sarcófagos medievales. En su tejado se conserva el emblema del jabalí, símbolo de los Andrade, familia que sufragó los gastos causados por un incendio del siglo XIV.

No se puede entender el golfo Ártabro sin una parada en Betanzos, villa medieval notable y la capital de As Mariñas que está situada en un montículo y rodeada de viñedos. Esta localidad, capital del gótico en Galicia, es uno de los puntos más monumentales del Golfo Ártabro. Merece una visita en esta ruta del románico la Iglesia de Santiago que constituye una bella muestra de la transición del románico al gótico, a la que se añade una discreta fachada neomedieval, con cierto aire lombardo. Fue edificada por Fernán Pérez de Andrade «O Mozo», señor feudal de la comarca, sobre otra más antigua románica. Posee planta basilical y consta de tres naves, con tres ábsides. Los pilares de la nave son de sección cuadrada con semicolumnas en los frentes y la capilla mayor se cubre con una bóveda de ábaco con nervios de perfil rectangular. La fachada principal se reconstruye entre los años 1899 y 1901, debido al mal estado en que se encontraba la anterior, de la cual sólo se conserva la portada gótica dedicada a Santiago. Sobre la puerta se sitúa un rosetón, que da paso a la cornisa decorada con arquitos ciegos. Adosada a la iglesia, se construye a mediados del siglo XVI la torre del reloj de planta hexagonal.

El golfo Ártabro se cierra en el cabo Prioriño, con la venteada playa de Doniños. Este golfo, es una perfecta mezcla entre paisajes sinuosos dibujados con el esplendor románico que llegó en la edad Media cuando Betanzos recibió de Enrique IV el título de ciudad.