Entrevista con José Canda Gil, propietario Adega Terras do Sur

“Terras do Sur es la bodega de Rías Baixas que está más pegada al Ribeiro y eso se nota”

 

“Pepe” Canda Gil (Crecente, 1969) lleva toda la vida entre viñedos. Su familia, como otras muchas de la zona, siempre ha elaborado vino, “la mayor parte para la venta y algo para el autoconsumo”, pero fue él quien decidió hace unos años poner en marcha la bodega que consiguió inaugurar en 2016. Los primeros años de Terras do Sur logró compaginar su actividad profesional con el cuidado de las viñas, pero desde hace dos son sus cepas, repartidas entre 23 parcelas en seis parroquias diferentes, las que centran todo su esfuerzo y dedicación. Su Brancellao y su Albariño son el resultado de muchas horas de trabajo y del empeño de un hombre por sacar adelante el sueño de cuatro generaciones.

 

Su familia lleva años elaborando vino en Crecente, creo que usted es la cuarta generación, ¿es así?

Sí, mis antepasados siempre elaboraron vino, en su mayoría para vender y también algo para el autoconsumo, pero de la forma en la que se elaboraba antes. Años después decidí que había que profesionalizar la actividad y tomé la decisión de hacer la bodega que conseguí abrir en 2016. Ese año también salió al mercado la primera añada.

¿Siempre le gustó este mundo?

Sí, desde muy chaval me gustó la viticultura y cuando empecé a trabajar pasaba mucho tiempo fuera de Galicia, pero aun así planté algunas viñas que atendía siempre que volvía. Empecé de esta forma y en 2012 fue cuando realmente decidí que quería dedicarme a esto, que era lo que me hacía feliz.

¿Su abuelo o su padre llegaron a ver el nacimiento de la bodega?

Por desgracia no y es una pena porque les hubiera hecho una ilusión tremenda pero no pudo ser. No obstante, mi padre sí que vivía cuando empecé con los preparativos de la bodega.

Cultiva dos variedades, Albariño y Brancellao, ¿eran las cepas que tenía su familia?

Sí, la uva Albariño es común en esta zona y de la Brancellao tenía algunas cepas, aunque no demasiadas por lo que planté un patrón americano, el 196-17, e injerté las cepas que tenía. Gracias a esto en 2016 ya saqué los dos vinos.

En breve -finales del mes de agosto- empezarán con la vendimia, ¿cómo están haciendo en su bodega para minimizar los efectos del cambio climático en las uvas?

De momento la única medida que estoy tomando es que cuando planto la cepa nueva, la intento enterrar lo más profunda posible y el estiércol se lo pongo muy abajo para que la raíz tira hacia ahí. El objetivo de esto es que cuando lleguen estos veranos tan calurosos como estamos teniendo pues que no le afecte tanto el calor.  Por otra parte, todos estamos vendimiando un poquito antes de lo que teníamos por costumbre.

¿Y este año les ha respetado el tiempo?

Este año no fue muy malo porque como hubo alguna tormenta y aunque la cantidad de lluvia que cayó fue poca, siempre refresca la viña, así que por ahora está en buenas condiciones. Desde luego no fue como en 2022, que fue un año muy duro porque no llovió durante meses y la uva sufrió muchísimo. De hecho, algunas cepas viejas que tenía y que estaban un poco débiles se secaron una barbaridad.

¿Cómo definiría sus vinos?

Aunque estoy dentro de la Denominación de Origen Rías Baixas, soy la bodega que está más pegada al Ribeiro y eso se nota. Son vinos más afrutados de lo que uno esperaría, con mayor graduación y menor acidez, pero prefiero que la gente los pruebe y no encasillarlos en una definición.

¿Todo su viñedo está en la misma zona?

No, trabajo un total de 23 parcelas que están repartidas en seis parroquias diferentes. Son todo viñas pequeñas.

¿Cuánta producción está saliendo de la bodega?

Es complicado. Por ejemplo, de Albariño podría hacer 30.000 botellas, pero no las hago, vendo algo de uva fuera y también vendo vino a granel. Me queda bastante trabajo que hacer en la parte comercial. Y con la Brancellao la producción es pequeña, pero al ser una variedad diferente tiene mucho éxito en el mercado. Por ahora no estoy yendo a ferias para dar a conocer el vino, es la asignatura pendiente que tengo porque, aunque desde hace dos años me dedico exclusivamente a la bodega, hay mucho trabajo en la viña, me roba todo mi tiempo. Es lo que tiene ser una bodega pequeña.

Creo que tiene un tercer vino

Sí, yo le llamo Viticultores, es un vino con base de Brancellao pero con otras variedades tintas (Espadeiro, Caíño…) .

¿Tiene en mente sacar algún vino más?

A mí me gustaría sacar más tintos al mercado, me gustaría hacer un Condado, pero de momento no se puede, con las dos marcas que tengo es más que suficiente por ahora. Pero es un sueño que está ahí. Cuando la parte comercial esté más asentada entonces me pondré con más elaboraciones.