Menos cantidad y buena calidad en una campaña atípica en la DO La Mancha

Ya se han completado las elaboraciones de muchos vinos de variedades tempranas de cara a la campaña de Navidad.

La pasada semana, entre el 13 y el 15 de octubre, se dio definitivamente por concluida la vendimia 2021 en La Mancha, una campaña significativamente más corta que la anterior tras un año complicado en lo climatológico.

Finalmente, las previsiones de los técnicos de campo se cumplieron y la carga productiva de la vid estuvo limitada por los efectos adversos de Filomena, en enero, a los que se sumaron algunas heladas primaverales, el calor adverso de finales de agosto y las fuertes tormentas y algunas granizadas localizadas en septiembre, lo que finalmente ha mermado la cantidad de la cosecha, pero no la calidad. Más bien al contrario.

Aunque en un contexto diferente a la campaña anterior, con cautela y con las medidas de seguridad sanitaria vigentes en este 2021, la vendimia se desarrolló en unas circunstancias de mayor normalidad y una reducción cuantitativa que podría rondar el 25 %, aunque con oscilaciones importantes variaciones según la zona y la variedad.

Por provincias, según referencias  del departamento técnico del Consejo Regulador en las consultas de manera aleatoria a diferentes bodegas acogidas a la Denominación de Origen La Mancha (con la encuesta a 10 bodegas: 4 de Ciudad Real, 2 de Albacete, 2 de Toledo y 2 de Cuenca) señalaron una evolución dispar conforme ha ido evolucionando la vendimia.

No obstante, prácticamente todas las primeras valoraciones en el lagar coinciden en señalar la buena calidad del fruto, especialmente reseñable en las variedades tintas y blancas tempranas.

En el caso de la blanca airén (uva blanca mayoritaria en DO La Mancha), los parámetros técnicos reflejaron, en líneas generales, un grado medio baumé cercano a los 11,5 grados, y una acidez media de 3,4 PH.

Para el caso de las tintas, la tempranillo o cencibel, la uva con mayor porcentaje de vino declarado con Denominación de Origen La Mancha (en el 2020 fue un 44 %), la vendimia de 2021 ha presentado muy buen estado sanitario del fruto, arrojando datos que auguran buenas perspectivas de calidad, con unos parámetros superiores a los 13 grados Baumé de media y 3,7 de PH en acidez.

 

Corta pero dilatada en el tiempo

Ha sido una vendimia 2021 que, por lo general, ha tenido menor duración que otras campañas en lo que al tiempo de recolección por variedad se refiere, debido al temor existente a la aparición de más lluvias a mediados de septiembre y a que ello causase daños en la cosecha.

Pese a todo, la recolección se ha dilatado en el tiempo de varios meses, ya que las primeras variedades en ser recogidas en La Mancha fueron aquellas con un ciclo temprano de maduración como las blancas chardonnay, moscatel o verdejo, allá por la primera quincena de agosto. Le siguieron en el tiempo otras tintas varietales, como la propia tempranillo. La estampa más tradicional la puso la recogida de la airén, con la vendimia ya generalizada en la segunda quincena del mes de septiembre, poniendo el punto y final a la vendimia 2021 en las bodegas de la  Denominación de Origen La Mancha entorno a la festividad del Pilar.

Otra de las particularidades más llamativas es el incremento significativo de la recolección mecanizada en La Mancha. De hecho, con las variedades más aromáticas de ciclo temprano, la recogida ya se venía realizando desde hace varios años preferentemente de manera nocturna con especial cuidado y en su momento óptimo de maduración. Como reconocía Fernando Villena, vicepresidente en el CRDO La Mancha, “aseguramos así que el fruto entre a mejores condiciones de temperatura, garantizando sus aromas y así trabajando posteriormente en su fermentación a temperaturas más controladas”. El airén, por su volumen y características (permite la recolección en un periodo mucho más largo sin que apenas haya merma en la calidad y según su destino final suele variar la fecha de recogida) se ha recogido básicamente desde mediados de septiembre hasta la primera quincena de octubre, como suele ser habitual en los últimos años, aunque la mecanización citada ha contribuido a acortar los plazos de recolección y calibrar mejor la fecha adecuada para la misma.

Por otra parte, la recogida nocturna mecanizada permite un ahorro energético considerable al entrar las uvas en bodega menor temperatura, lo que también favorece que se mantenga todo el potencial aromático de las uvas.

No obstante, la postal más pintoresca y tradicional sigue siendo la de las cuadrillas de vendimiadores recogiendo manualmente el airén, algo que con el tiempo comienza a ser menos habitual, si bien sigue siendo considerable y manteniendo cierta imagen nostálgica con vendimias frecuentemente de carácter familiar, muchas de ellas llevadas a cabo los fines de semana.

 

Por San Andrés, el mosto vino nuevo es

Con jornadas de trabajo enólogo por delante, es turno ahora para las bodegas, que ultiman en estas semanas la elaboración de los vinos jóvenes de la nueva añada. Siguiendo la tradición, los vinos jóvenes DO La Mancha serán presentados por San Andrés, el último lunes de noviembre, a las puertas ya de la campaña promocional navideña, un periodo crucial a nivel comercial para el sector que tiene depositadas sus esperanzas en el trimestre final del año para la reactivación de la demanda en el consumo de vino postCovid.