La sostenibilidad del viñedo alicantino quiere ir a más desarrollando medidas concretas para mejorar. En este sentido la DOP Alicante ha establecido un plan de implementación de la huella de carbono entre sus asociados para que en un breve periodo se hagan las mediciones sobre su estado, así como que se implanten sistemas para mejorar la eficiencia.
Como primer paso en este año, se han suscrito al plan Huella de Carbono establecido por el Consejo Regulador un total de unas 11 empresas entre las que figuran desde cooperativas a bodegas pequeñas y medianas, que se van a inscribir en el registro nacional creado para este fin y que van a medir los consumos que hacen de esta variable. También el propio Consejo Regulador medirá su huella de carbono puestos a establecer mejoras y como ejemplo de implicación con todo el sector.
El segundo objetivo será instaurar acciones eficaces que puedan ser extrapolables a otras empresas para mejorar entre todos, la ya de por si baja emisión del viñedo.
Una baja emisión a la que se suma el proyecto estratégico de la DOP Alicante para comercializar más sus productos en la misma zona de producción, lo que evita grandes costes medioambientales por la exportación y que es una de las características únicas de esta figura de calidad.
Este objetivo unido a otras condiciones como el de ser la zona de mayor viñedo ecológico certificado de la Comunidad Valenciana, las medidas de confusión sexual impulsadas por la Conselleria y otras medidas hacia la sostenibilidad y buenas prácticas agrícolas, pretenden crear una de las zonas más limpias del mediterráneo y defender la fortaleza del viñedo en este sentido.
La DOP Alicante posee actualmente unas 10.000 hectáreas de viñedo repartidas entre el Vinalopó Alto, Medio, la Marina Alta y otras zonas puntuales de la provincia. Su situación actual es extremadamente sensible por la pérdida de superficie cultivable con variedades únicas en el mundo y otras amenazas sociales y económicas.