La vendimia más calurosa da paso a una uva excepcional

Mucho sol y un poco de lluvia, si es posible, hacia el final del crecimiento. Tal sería la receta ideal para los viñedos gallegos en cualquier verano. Y este 2022, con sus matices, lo ha calcado. La uva se ha alimentado de calor y se ha puesto sus mejores galas con la leve agua de septiembre. El resultado será un vino generoso y de calidad que llevará a buen término el ingente trabajo realizado en las distintas denominaciones de origen durante la vendimia, ese periodo de tiempo tan estresante en el presente como gratificante en el futuro. Jornadas sin descanso que cobran sentido en cada copa de vino, que este año encierran mucho sol y un toque de lluvia. La receta ideal.

 

El verano de 2022 pasará a la historia por ser el más caluroso de cuantos se recuerdan. Temperaturas extremas que se prolongaron durante semanas y apenas unos días de lluvia en septiembre dieron forma a una vendimia atípica que se prolongó durante semanas y que fue mucho mejor de lo que los técnicos esperaban. No por la calidad de la uva recogida, que ya se sabía que iba a ser muy buena, sino por la cantidad, que finalmente fue más elevada de lo previsto. Incluso hubo alguna Denominación de Origen que, pese al calor sofocante, aumentó los kilos recogidos gracias a la humedad que dejaron esos dos días de septiembre.

Este es el caso del Ribeiro. Con el presidente de esta Denominación de Origen, Juan Casares, tuvimos el placer de hablar sobre la cosecha.  Casares nos explicó que en esta zona no se marca un día determinado de inicio de la vendimia, sino que las bodegas pueden elegir la fecha que más les convenga tras la aprobación por parte del Pleno de las normas que regulan cada año este operativo, “y éstas fueron aprobadas el 19 de agosto”.  Con respecto al atípico verano de calor, reconoce que se esperaban una vendimia un poco complicada, con una merma de la cantidad de uva, “pero afortunadamente no fue así”.

También destacó que, como sucede todos los años, alguna bodega comenzó la vendimia muy pronto, a principios del mes de septiembre “sobre todo para las variedades de ciclo más corto como la Godello”. Fueron pocas y en parcelas muy concretas, “básicamente en aquellas donde las condiciones técnicas de maduración de la uva así lo requerían. No obstante, “la vendimia real empezó el 8 de septiembre, “aunque el grueso de la actividad se produjo unos días después”, subrayó.

En lo que se refiere al estado fitosanitario de la uva, Casares no dudó en calificarlo de “excelente” porque, dijo, “las olas de calor tuvieron ese efecto de cierta merma en peso pero nos ayudó  a sortear ese gran enemigo que tenemos que es el Mildiu”. Por lo tanto, la calidad de la uva que entró en bodega fue excelente, “posiblemente de lo mejor de los últimos años”. En esta línea, anunció que, “en base a lo que estamos viendo, los vinos del Ribeiro de este año serán de una calidad excepcional, serán sobresalientes”.

El presidente de la Denominación de Origen Ribeiro reconoció que “si bien al principio de la vendimia, las estimaciones apuntaban a una merma de alrededor del 15 o 20% en peso debido al calor, los dos o tres días que hubo de agua consiguieron que la cepa se recuperara un poco y las bodegas que aguantaron no sufrieron esa merma o por lo menos no en esa proporción”.

Finalmente, y a falta de confirmación oficial, la cantidad provisional de uva recogida en este 2022 es de casi 10.300.000 kilos, mientras que el año pasado fue de unos 10 millones y la media de los últimos años fue de nueve millones y medio de uva.

Como siempre, y este año no iba a ser excepción, se mantuvo la proporción típica del Ribeiro: 93% de uva blanca y alrededor del 7% de uva tinta. La reina de la denominación de origen volvió a ser la Treixadura, que representó casi el 40% de toda la uva recogida. Para Juan Casares, los tres días de lluvia registrados en septiembre fueron fundamentales: “Permitieron que la cepa se rehidratara, de lo contrario el escenario seguramente habría sido distinto”.

Por otra parte, el presidente del Ribeiro destacó que precisamente las condiciones meteorológicas han propiciado que “este va a ser un año excepcional para esa joya enológica que tenemos en el Ribeiro que se llama tostado y que elaboran entre 5 y 7 bodegas de la zona”.

La vendimia, en cuyo operativo participaron por parte de la Denominación de Origen Ribeiro unas 27 personas, volvió a discurrir con la normalidad de antes de la pandemia.

 

Ribeira Sacra destaca la calidad de la uva

Beatriz Soto, directora técnica de la D.O. Ribeira Sacra, realizo para Cepas y Vinos la valoración de lo que está siendo la vendimia en esta zona, a falta de una sola bodega para dar por concluida la cosecha de 2022: “Ha sido un proceso largo, que empezó el 26 de agosto y está durando más de 40 días, pero era previsible que fuera así”. Por fortuna, señala, “llovió un par de días y esa lluvia hizo mucho bien porque permitió esa hidratación que era tan necesaria y terminó ese proceso de maduración que le faltaba a la uva”. Soto coincide con sus compañeros de otras denominaciones en que las cepas estaban sufriendo bastante por culpa de la sequía.

A punto de finalizar la vendimia en Ribeira Sacra, asegura que la uva ha entrado en bodega sana y es excepcional, “pese al año tan complicado que vivimos por la sequía y por la granizada tan grande que cayó en una zona de la Denominación de Origen y que la dejó arrasada”. La responsable técnica no oculta su alegría: “Estamos muy contentos por cómo acabó todo porque la situación en vez de torcerse acabó mejorando y la vendimia fue escalonada, la uva entró en cada una de las bodegas en su momento de maduración óptima”, destaca. En este sentido, confía en que el vino refleje la uva tan excepcional que ha entrado en bodega “porque realmente es de una gran calidad”.

En cantidad, apunta a que ahora mismo, y a falta de una bodega, están en unos seis millones de kilos que es un poco menos que el año pasado: “Era nuestra previsión, que bajase en torno a un 10% con respecto al 2021”. No obstante, aclara, “somos una denominación de origen un poco extraña porque aquí la mayor parte de la uva que se cultiva sigue sin entrar en las bodegas, se sigue elaborando mucho para autoconsumo en casa y esos años en los que la producción desciende debido a problemas climatológicos se puede recuperar porque parte de esa uva que se destina para autoconsumo acaba entrando en las bodegas”.

Tintos excepcionales en Valdeorras

Y en Valdeorras sucedió otro tanto de lo mismo. Santi Pérez, técnico de esta denominación, nos cuenta que, a once de octubre, aún falta una bodega para dar por concluida la vendimia de este año en la que, pese a las intensas temperaturas, se han cumplido los pronósticos de los expertos que estimaban entre seis millones y seis millones y medio de kilos uva, “y ya entraron en bodega 6.474.000 kilos”. Pérez reconoce que “estábamos seguros de que iba a  haber una merma de uva con respecto al año pasado -esperábamos un 20%-, pero en nuestro caso esto se ha compensado con la entrada de la uva de 42 hectáreas de plantaciones nuevas”.

El técnico subraya que al principio vivieron la vendimia con bastante temor “porque observábamos seca parcial, sobre todo en la variedad Godello, que es más sensible, pero finalmente la vendimia llegó en las mismas fechas que el año pasado, no de adelantó y todo fue bien”.  Esto, señala, se debió que “la vid estuvo parada durante cierto tiempo porque por encima de los 32 grados, se para, no trabaja, y realmente ahora que vemos todas las analíticas la calidad es espectacular y, sobre todo, destaca muchísimo la parte de tintos”. “Al final el vino blanco es un vino tecnológico porque es alcohol y acidez, pero el tinto necesita una maduración fenólica de lo que es pieles y pepitas y lo que por un lado te puede perjudicar, por otro te favorece. Por ello puedo decir que los tintos este año en Valdeorras van a ser espectaculares, también los blancos. Vamos, que va a ser una añada para recordar”, concluye.

Y es que, como él mismo reconoce, lo que es malo para algunas cosas, es bueno para otras: “Los tratamientos en Valdeorras fueron prácticamente inexistentes porque con el calor que hacía no vivió ningún hongo y la sanidad era excelente”. En cuanto a la cantidad, destaca que parecía que este año había menos rendimiento de uva/mosto, pero al llegar las primeras lluvias, se compensó.

A la pregunta de cómo encararon desde la D.O. la cosecha, es tajante: “Asustados al principio, pero ahora que vemos el resultado final y lo que vamos a ofrecer al consumidor, estamos realmente muy contentos”. Otro tema de alegría son esas variedades que hacer única a Valdeorras: “En datos generales, cada vez tenemos más cantidad de uva de variedades ancestrales y eso permite hacer elaboraciones diferentes. Ahí está, por ejemplo, esa alternativa del Barncellao y el Sousón”.

 

Rías Baixas, una vendimia lenta y con uvas de calidad

La estabilidad de la meteorología permitió que la vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas discurriera con normalidad. Después de la semana con lluvias de septiembre, que ralentizaron la recogida de la uva, todas las bodegas de las cinco subzonas de la denominación finalizaron la campaña 2022. En este sentido, el director técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, dijo que “debido a las inclemencias meteorológicas las bodegas han tenido que empezar lentamente siempre mirando al cielo, pero tras esos días se intensificaron los trabajos, que discurrieron sin ningún problema”.

El Departamento Técnico de la denominación fue el encargado de controlar el origen y la calidad de las uvas que entraron en las 178 bodegas elaboradoras en esta campaña de vendimia. Para ello contó con 23 veedores/auditores, número que se reforzó con el apoyo de los funcionarios de la Consellería do Medio Rural y del Plan de Control de Vendimia, que desarrolla la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (AGACAL) como ayuda al trabajo de auditoría e inspección que viene realizando este Consejo Regulador.

Con respecto a la calidad de la uva, y según indicó Lago, tiene un perfecto estado sanitario y un buen nivel. Además, señaló que “en referencia a las cifras de recogida del Informe de Estimación de la Cosecha 2022, presentado por el Órgano de Control y Certificación, aunque es difícil de precisar, sí se podrían alcanzar los 41,3 millones de kilos de uva”, subrayó días antes de que finalizase oficialmente  la presente campaña.

Las subzonas más madrugadoras fueron las del Condado do Tea y Ribeira do Ulla, esta última para elaborar vino base para espumoso. En un primer momento, las bodegas de la denominación recogieron las variedades blancas para luego dar paso a las tintas. El director técnico recordó que, al repartirse la superficie de viñedo en cinco subzonas, “la extraordinaria diversidad en términos microclimáticos hace que las condiciones de maduración de la uva, y por tanto la vendimia, difiera entre viñedos dependiendo de la proximidad a la costa, la altitud, la orientación, la exposición… y prolongue el periodo de vendimia”.

El ciclo vitícola en la campaña 2022 estuvo caracterizado por un invierno muy cálido y seco; también por una primavera muy cálida y muy seca. El mes de junio fue normal y húmedo, si bien con una gran variabilidad; y el verano, en general, fue muy seco, con ausencia de precipitaciones.

La vendimia en la Denominación de Origen Rías Baixas se hace a mano y la uva se deposita en cajas de menos de 30 kg de plástico alimentario, perforadas, según las normas de vendimia. En la presente vendimia se inscribieron 178 bodegas inscritas, mientras que la superficie de viñedo abarca 4.324 hectáreas, aumentando en 140 hectáreas, todas ellas repartidas en 22.808 parcelas en las que trabajan 5.016 viticultores.

Monterrei a por el objetivo de seis millones de kilos de uva

Por último, en la Denominación de Origen Monterrei apuraban estos días la vendimia en las últimas bodegas que quedaban por finiquitar la cosecha de 2022, también con uva de excelente calidad según señalaban desde la D.O.  El proceso comenzó en esta zona el 1 de septiembre y la primera bodega en iniciar las tareas de recogida de uva fue Castro de Lobarzán, situada en la localidad de Villaza.

Este año las previsiones apuntaban a unos seis millones de kilos de uva recogidos, una cifra ligeramente menor a la de 2021. Por su parte, la calidad del fruto que entró en bodega fue  calificada de muy buena ya que las condiciones climáticas han permitido a los bodegueros recoger la uva en el punto excelente de maduración.

La de Monterrei es una de las cinco denominaciones de origen vinícolas gallegas y abarca los municipios de Verín, Monterrei, Vilardevós, Riós, Oímbra y Castrelo do Val. Está conformada por un total de 28 bodegas, cuyos viñedos ocupan un total de 657 hectáreas de territorio en las que trabajan 365 viticultores.