Alberto Varela, propietario de Choiva y wineswards

“En Choiva estamos llegando a toda España con proyectos escogidos de pequeños productores gallegos”

Hablar de vino con Alberto Varela es una experiencia fascinante y enriquecedora. Varela es un apasionado de las elaboraciones de esas bodegas pequeñas que pueblan Galicia como demuestran sus dos plataformas de venta online (choiva y wineswards), una orientada exclusivamente a profesionales y otra pensada para particulares. Sumiller durante años del Restaurante Casa Pardo, un día de hace cuatro años decidió apostar por la comercialización y distribución de esos vinos que cuentan historias y que seducen a través del paladar.  Cuatro años después, y a pesar de la pandemia, sus numerosos clientes son la prueba evidente de que no se equivocó.

¿Qué es Choiva?

Choiva es una distribuidora de vinos especializada en vino gallego, que nace en 2016 aunque mi pasión por el mundo del vino es muy anterior a esa fecha. Formo parte de la Asociación de Sumilleres Gallaecia desde el año 1999/2000, coincidiendo con mi trabajo de sumiller en Casa Pardo, después estuve trabajando varios años en una distribuidora y luego trabajé una década en el Grupo Codorniu. Así que mi vida profesional siempre ha estado vinculada al mundo del vino y siempre he sentido una especial predilección por los vinos gallegos. Un día decidí que era el momento de poner en marcha este proyecto y así nació Choiva.

¿Por qué ese nombre?

Nos gustaba, es una palabra muy gallega y, además, hacía referencia al apellido de mi mujer y al mío: Cho por Chouciño, que es el apellido de ella, y Va por Varela, que es el mío. 

¿Con qué objetivos crearon la empresa?

 Choiva está dedicada casi exclusivamente a los vinos gallegos, nuestro principal objetivo y razón de ser es promocionar y defender proyectos poco conocidos, de pequeños productores y ponerlos en el mercado. Quizás una de las peculiaridades de Choiva es que tenemos vinos de todas las zonas de elaboración que hay hoy en día en Galicia, tanto de las D.O. como de las IGPs y también de las zonas productoras no adscritas como Negueira de Muñiz, por ejemplo.

Además de esta plataforma, su proyecto también incluye una tienda de vinos

Cuando empecé con este proyecto queríamos tener también un espacio físico y llegué a un acuerdo con la Tienda de Lino (calle Novoa Santos), que es una tienda de productos delicatessen de A Coruña de los años 70 muy conocida y apreciada pero que no tenía vinos. Ahora vendemos allí, hacemos catas, presentamos novedades…  Conocí al padre y a la madre de Javier, el actual propietario, cuando trabajaba en Pardo y cuando monté Choiva en 2016 pensamos que era una buena forma de colaborar. 

¿En Choiva sólo pueden comprar profesionales?

Si, es una plataforma de venta online de vino exclusiva para profesionales, a la que sólo se accede con claves. Para particulares tenemos otra plataforma de venta online que se llama wineswards (www.wineswards.com) en la que cualquiera pueda entrar y comprar cualquiera de nuestros vinos.

Imagino que tener venta online os vino muy bien en estos meses 

En marzo del año pasado cuando se decreta el confinamiento por el coronavirus yo tenía ya medio en marcha la web para particulares. En pleno confinamiento empiezo a leer que decía que supermercados y grandes superficies estaban vendiendo mucho vino, pero a estos establecimientos sólo llegan los vinos de las grandes bodegas, los pequeños no tienen esa salida comercial porque no pueden competir en precio y volumen. Estamos hablando de bodegas que como mucho están sacando al mercado 20.000 botellas. La idea era crear una plataforma que permitiera durante el confinamiento comprar online vino gallego, de pequeñas bodegas. Desde que tomamos la decisión no pasó ni una semana y ya teníamos la página lista.

¿Y qué tal ha funcionado en estos meses?

Muy bien y de la forma que queríamos. Con los vinos que llevamos tenemos que tener un cuidado especial porque se acaban muy pronto. Para que te hagas una idea, vendemos vinos como el de Iria Otero del que sólo tengo 120 botellas, no hay más. Y no son vinos muy caros, hablamos de unos 20 euros, pero no hay grandes producciones. La venta online nos ha permitido llegar a muchas zonas de España como Málaga, Barcelona, Madrid, País Vasco con vinos gallegos de proyectos muy escogidos, ha sido perfecto, hemos llegado como pretendíamos. El resultado está siendo muy bueno, nos va bien, aunque no por volumen porque esto no es Amazon, nuestro proyecto no es compatible con una venta por cantidad, somos una tienda online de vinos delicatessen. 

¿Cuál es el perfil de vuestros compradores profesional y particular?

Cuando empezamos en 2016 nuestra meta era crecer de arriba a abajo. Me explico, sabíamos que nuestros principales clientes iban a ser los estrellas Michelin y a partir de ahí, todos aquellos restaurantes que en aquel momento, en 2016, estaban mucho más identificados que la media con el vino gallego. Hoy en día el interés es enorme y el consumo ha aumentado también de forma importante. Es más, creo que se habla bien poco de lo que está subiendo la percepción de calidad y el consumo de los vinos gallegos porque es absolutamente espectacular. Cualquier pizarra de vinoteca o cualquier carta de un buen restaurante no tienen nada que ver con las de hace seis años, ahora es muy raro que no tengan algún vino de los cinco denominaciones de origen e IGP’s  gallegas. Y en muchos lugares ya se priorizan a éstos sobre cualquier otra zona de España. A mí es algo que me parece normal porque tenemos la mejor diversidad y eso es algo que a veces no lo tenemos en cuenta.

Hablando de los vinos gallegos que están de moda, además de Ribeira Sacra parece que el Ribeiro apunta alto

Totalmente de acuerdo. De todas las denominaciones gallegas, del Ribeiro es de donde tengo más vinos y es porque está creciendo mucho gracias, seguramente, a la gran calidad de sus variedades. Ribeiro empezó a crecer cuando se olvidó de la Palomino y empezó a priorizar la Treixadura mezclada con Albariño, Loureira, Godello, Lado… con este tipo de variedades que en Galicia se conocen como “castes” y que son las autóctonas. A día de hoy una de las enólogas digamos que estrellas es Iria Otero, que empezó elaborando en Rías Baixas y después montó una bodega en Ribeiro y tiene cuatro vinos de primerísimo nivel. Iría es una de esas profesionales que hay que seguir de cerca. Luego, también está Pablo Vidal con su vino “Renacido”, que este año está espectacular. Todas esas bodegas de Ribeiro que llevo están muy bien y además tienen muy buena percepción en el mercado. Así que no puedo estar más de acuerdo en que el Ribeiro está de moda, lo están trabajando muy bien.

Imagino que probando tantos vinos y tan buenos es difícil sorprenderle, ¿cuándo fue la última vez que le sorprendió uno?

Fue con “Teixugo”, de Iria Otero, un Caíño con Sousón de la zona de Ribeiro que está fuera de D.O. por el método de elaboración.  Cuando lo probé, aluciné y eso que estoy muy acostumbrado a catar vinos gallegos. 

Háblame de “Cajas Verticales”, ¿en qué consiste este proyecto? 

Es un proyecto que forma parte de mis dos webs y en el que llevo trabajando cuatro años. A estas “cajas verticales” estoy destinando vino que llevo guardando mucho tiempo, tengo añadas de 2014 de blancos y tintos gallegos. Hace un mes en Casa Pardo junté  a 20 sumilleres, lo mejorcito de la provincia de A Coruña, y catamos 59 vinos en una jornada. Vinos de 2014 en adelante y hubo varios que me sorprendieron muchísimo como el “Tolo do Xisto” de 2015 de Ribeira Sacra y el “Ribeiras de Armea”, un Betanzos que estaba absolutamente sublime, al nivel de los mejores blancos de cualquier parte del mundo.

Hay otra faceta del vino gallego, que no se está trabajando tanto, que es la de guardarlos y tener vinos viejos, y eso a pesar de que todo el mundo reconoce que los son los vinos de España con más capacidad de envejecimiento.

Choiva es un proyecto que llevó a cabo con su mujer, ¿hay alguna diferencia a la hora de elegir o catar un vino si hablamos de un hombre o una mujer?

No, y además considero que es un error gravísimo decir que hay vinos masculinos y vinos femeninos, me encantaría acabar de una vez con ese mito. Hay un paladar más acostumbrado a catar y otro menos acostumbrado, no es cuestión de género, para nada. El problema real es que el mundo del vino ha sido históricamente muy machista, parecía que lo de ir de vinos con amigos era exclusivamente cosa de hombres y no debería ser así. 

Debemos tener en cuenta que el paladar de una persona acostumbrada a beber vino admite la barrica y eso lo marca el paladar. Cuando ese vino lo toma una persona joven o poco acostumbrada a beber no le gusta porque es muy potente y hay que estar acostumbrado. Por eso existe esa mala praxis de decir que hay vinos de hombres y otros más suaves de mujeres. Además, debo decir que como perfile de consumidor es más interesante la mujer que el hombre, son mucho más críticas y cuando encuentran un gran vino, son mucho más fieles que los hombres.