MADEIRA: ISLA REMOTA, VINOS PROFUNDOS. II Parte.

Si en el anterior artículo explicamos la historia y origen del vino de Madeira, así como sus particulares clima y suelo, hoy nos centraremos en sus uvas, viticultura y elaboraciones. Cabe señalar que en la isla también se producen vinos tranquilos, dulces y espumosos como DOP Madeirense o como IGP Terras Madeirenses. Y muchos de estos vinos tienen resultados realmente interesantes con rangos de producción tan dispares como los Vindima tardia(habitualmente afectados por botrytis) o los Baixo Grau (vinos con 10,5º de alcohol o menos y  con, como poco, 4,5 gr/l de acidez tartárica total).

No obstante dadas sus particularidades únicas, hoy nos centraremos exclusivamente en explicar las especificaciones de los vinos fortificados amparados por la DOP Madeira.

UVAS Y VITICULTURA

Aunque en términos generales no se le da la misma atención al viñedo y a la viticultura que al trabajo en bodega, las variedades juegan un papel importante en el estilo del vino. Las conducciones más habituales son en “Latadas” (pérgolas de 1,5-2 metros) situadas en “Poios” (estrechas terrazas en laderas) y en espaldera (las más modernas y en zonas de pendientes poco acusadas del 16-25%). Aunque es el sistema más tradicional, la pérgola no permite una maduración homogénea y obliga al viticultor a realizar varias vendimias aunque su uso es obligado en las pendientes superiores al 25%.

Cada uva tiene unas particularidades en viñedo y en bodega que hace que sean especiales. En Madeira es obligatorio indicar el grado de dulzor del vino excepto en las siguientes variedades en las que ya se da por supuesto su estilo:

  • Sercial: El vino resultante sólo puede ser Seco (grado Baumé inferior a 1,5º) o Extra Seco y es la uva que se suele plantar a mayor altitud en ambas costas. La viña más alta de la isla se encuentra a 900 msnm en Jardim da Serra. Suele ser la última variedad en vendimiarse y su precio oscila entre los 1,10 y 1,15 €/kg.
  • Verdelho: Produce vinos Medio Secos (grado Baumé entre 1-2,5º) y con más cuerpo. Se encuentra mayormente sobre la cota 400 y en la costa norte. Su precio es similar a la Sercial.
  • Boal: Vinos Medio Dulces (grado Baumé entre 2,5-3,5º) con un buen equilibrio entre acidez y dulzor. Tiene un gran potencial de envejecimiento y se suelen encontrar en zonas más bajas y cálidas entre los 150-200 msnm. Su precio se eleva en vendimia hasta los 1,20 €/kg.
  • Malvasías: Malvasia Fina, Malvasia-Cândida y Malvasia-de-São-Jorge. Dan lugar a vinos Dulces (grado Baumé superior a 3,5º) y suelen estar plantadas a una altitud similar a la Boal. El precio llega a los 1,30 €/kg.

Otras variedades. Además de las anteriores, hay otras variedades importantes que merece la pena indicar por su vinificación como monovarietales.

  • Terrantez: Conocida también como Folgasão, se usa en vinos Medio Secos y Medio Dulces. Uva muy preciada y aromática, es de las más raras y caras de las islas. Se encuentra principalmente en Calheta, en Câmara de Lobos y en Funchal. El refrán popular “Uvas Terrantez, nem as comas nem as dês, porque para vinho Deus as fez”, indica claramente su valor para el vino de Madeira. El precio parte de los 1,70 €/kg, pero puede llegar a pagarse más de 2,5 €/kg.
  • Tinta Negra. Muy versátil y productiva, habitualmente se usa para los vinos más económicos en todo el rango de dulzor. Supone el 85% de la producción de Madeira y se encuentra en toda la isla. Su precio parte de los 0,90 €/kg y en los mejores casos puede llegar al precio de la Sercial.

De forma más residual, aunque también permitidas, podemos encontrar en los vinos de Madeira las “castas” Bastardo, Listrão, Malvasia-Cândida-Roxa, Moscatel-Graúdo, Tinta, Verdelho-Tinto, Caracol, Complexa, Deliciosa, Rio-Grande, Triunfo y Valveirinho.

Los precios indicados de las uvas son estimativos, ya que según el grado alcohólico se puede pagar más o menos. Aunque el viticultor se puede arriesgar a vendimiar más tarde para conseguir aumentar el grado, la humedad de la isla hace que el riesgo de botrytis aumente exponencialmente cada día, sobre todo con la Terrantez. En el 2019 se vendimió más de 3.900.000 kg de uva. En términos generales, los mejores vinos proceden de los viñedos orientados hacia el sur, sobre todo en las regiones de Campanario, Ponta de Pargo, Câmara de Lobos y Estreito.

VINIFICACIÓN

Aunque las prensas y despalilladoras mecánicas están instauradas, los más tradicionalistas consideran el pisado el mejor método para obtener la mayor calidad. Si el prensado de la uva tiene lugar con el engaço (raspón), la oxidación del vino durante la crianza se ralentizará, por lo que necesitará más tiempo para alcanzar su punto de madurez.

Para los Madeira Extra Secos, Secos y Medio Secos (la Sercial y Verdelho principalmente), que no se beneficiarán de un contacto prolongado con la piel, generalmente se extrae el mosto antes de la fermentación (Bica Aberta). Para los vinos Medio Dulces y Dulces, como es el caso de la Boal y de las Malvasías, el prensado suele darse tras la fermentación con los hollejos (Curtimenta). Los sabores y aromas de sus orujos se asocian con su fragancia.

La fermentación puede ser parcial o total, aunque se estipulan mínimos para cada estilo. Así la Sercial como mínimo debe alcanzar los 7º de alcohol de forma natural mientras en la Malvasía con que alcance los 4º es suficiente. Tras la fermentación el vino es fortificado hasta los 17-22º  con alcohol neutro de origen vínico de un grado alcohólico mínimo del 96%. La Boal y las Malvasías, pueden requerir tres fortificaciones: 1ª Durante la fermentación, 2ª Posiblemente tras llenar las pipas, 3ª Para compensar la evaporación durante la crianza. Los vinos más viejos pueden requerir una 4ª fortificación en el momento del ensamblaje y el embotellado.

Es importante tener en cuenta que mientras en un ambiente de crianza seco se evaporará mayor cantidad de agua que de alcohol, en un ambiente húmedo, se evaporará antes el alcohol que el agua. La distribución molecular también es importante durante la fortificación, ya que al encabezar el vino con alcohol la mezcla resultante será menor en volumen que la suma de las dos partes: parte del hidrógeno del alcohol busca espacios libres en las cadenas moleculares del agua. Con el objetivo de intentar paralizar, o al menos ralentizar, las evaporaciones (sobre todo en variedades secas como la Sercial o la Verdelho), algunas bodegas usan damajuanas para los envejecimientos más longevos.

Para imitar los Vinhos de Roda, se pueden utilizar distintos sistemas de crianza, pero la base es la misma: someter el vino a cambios de temperatura para caramelizar los azúcares y enranciar los vinos deliberadamente. Cuando el envejecimiento tiene lugar en madera, se suele usar el roble, aunque una de las más cotizadas es el Pau Cetim de Brasil, fácilmente identificable por su color amarillo y su uso habitual en recipientes de gran volumen. Esta madera se caracteriza por su alta densidad (durante la crianza sólo se pierde un 1% de vino anual) y por ser muy neutra aromáticamente, por lo que tradicionalmente se considera el mejor recipiente para almacenar el vino de Madeira durante largos periodos. Por unas características similares también suele demandarse el Pau do Brasil de un color más rojizo.

La altitud también es importante durante la crianza de los vinos ya que en las bodegas más altas, la oxidación y la concentración son más lentas, por lo que para obtener un vino clasificado como 10 años, necesitarán 14-15 años de envejecimiento.

Sistemas actuales de Estufagem:

  • Cubas calentadas. Los Madeira más corrientes se encuentran en depósitos de cemento de gran capacidad donde se calientan a través de una espiral que está a 50 °C de 3 a 4 meses. El siguiente paso es fortificar el vino, que ha perdido gran parte de su alcohol durante el calentamiento.
  • Es el método más conocido para las calidades medias y superiores del Madeira. Las pipas se almacenan en locales calentados por radiadores de agua caliente. Los vinos se envejecen en estas condiciones de 6 a 12 meses a una temperatura progresiva hasta alcanzar los 40-46 °C. Posteriormente durante otros 6 meses se vuelve progresivamente a la normalidad.
  • El equivalente moderno de este método consiste en almacenar el vino en los áticos con orientación sur, a veces incluso exponiéndolo al sol con grandes ventanales que facilitan la calefacción natural. La temperatura del vino se eleva a 45 °C cada día de verano, descendiendo por la noche. El vino puede permanecer alojado en las pipas hasta 30 años. Suelen ser los vinos más longevos y prestigiosos.

CATEGORÍAS SEGÚN EL ENVEJECIMIENTO

La jerarquía de aceptación general distingue a los diferentes estilos de Madeira de la siguiente manera del más joven y común, al más viejo y distintivo:

Granel. Es entre 30 y 40 % de la producción. Después de un estufagem rápido, el vino es envejecido de ocho a diez meses antes de ser enviado de forma masiva. Se mezcla por ley con sal y pimienta para que no se pueda vender como vino de consumo, forzando su venta a la industria alimentaria.

Fino o Fine. Mantiene  un perfecto equilibrio entre la frescura de los ácidos y el aroma desarrollado durante la crianza en madera.

Canteiro. Sometido a envejecimiento en barricas de roble durante un mínimo de dos años. No puede estar sujeto al proceso de estufa ni ser embotellado con menos de 3 años.

Selecionado, Selected, Choice o Finest (3 años). Vino de Madeira que presenta una calidad excepcional para la edad que tiene. El vino proviene de la variedad Tinta Negra.

Rainwater (3 años). Vino elaborado con Verdelho . Toma su nombre de un ensamblaje del siglo XVIII que incluye agua de lluvia que accidentalmente se filtraba durante el transporte a los Estados Unidos. Es un vino fácil, por lo general moderadamente semiseco y ligero.

Solera. El sistema de soleras se aplica en Madeira desde el siglo XIX, pero esta categoría está siendo abandonada en favor de los ensamblajes de añadas. Sólo el 10% del contenido de la pipa puede ser embotellada en cada saca y debe ser reemplazado por un vino de la misma calidad. La fecha indicada es la de la creación de la solera y no el promedio de edad del vino. El vino ha tenido un envejecimiento mínimo de 5 años.

Colheita. Mención reservada para el vino que indica el año de la cosecha, y que ha sido envejecido en madera de forma continua durante al menos cinco años.

Reserva o Velho (5 años o más). Ensamblaje de varias añadas, la menor de cinco años de edad. Parte o todo el vino fue sometido a un estufagem en las cubas. Una parte del ensamblaje será envejecido en barrica.

Reserva Velha (Reserva Especial o Muito Velho) (10 años o más). Ha envejecido en barrica y en general no ha sido objeto de estufagem.

Reserva Extra (15 años o más). Es un vino más raro de conseguir.

Frasqueira o Garrafeira. Vino de una única añada elaborado con el 100% de variedades nobles y con el sistema de crianza Canteiro. Debe envejecer en barricas durante un mínimo de veinte años seguidos de dos años en botella antes de su comercialización. La mayoría de los vinos pasan mucho más tiempo en la barrica que el mínimo legal y a veces son envejecidos en botellas de vidrio de 20 litros o Garrafões, antes de ser embotellados. Estos vinos son extremadamente resistentes a la oxidación y se pueden mantener en botellas durante varios años. Todos los vinos tienden a dejar un depósito en el fondo de la botella con la edad, pero el Madeira generalmente deja menos.

RON DE MADEIRA

Aunque no es el tema principal del artículo, no queríamos dejar de hacer un guiño al IGP Rum da Madeira ya que es uno de los pocos Rones Agrícolas del Mundo con protección geográfica. Los vestigios como potencia azucarera mundial siguen vivos en la isla de Madeira y son cerca de un millar de productores de caña de azúcar los que cada año suministran materia prima a los Engenhos (las destilerías) para producir 600.000 litros de ron anuales.

Gran parte de este volumen producido se queda en la isla para autoconsumo y para dar vida al cocktail nacional: la Poncha da Madeira. Aunque las recetas varían mucho, uno de los elaborados más tradicionales parte de un 50% de Ron al que se añade zumo de naranja, zumo de limón y miel de abeja. Si bien los locales lo consumen casi siempre a temperatura ambiente, nuestra recomendación personal es que vale la pena pecar de turista y pedir que le añadan un poco de hielo.