“El intrusismo sigue siendo el mayor problema que tenemos en esta profesión”
Luis Buitrón pilota desde hace algo más de un mes la Federación Española de Asociaciones de Enólogos. Tras su paso por la gallega, el enólogo -uno de los más reconocidos en la profesión- emprende en la federación nacional un trabajo no exento de dificultades, pero con las prioridades muy claras: “Debemos seguir luchando contra el intrusismo y conseguir un epígrafe propio en Hacienda”: Además, señala, seguirán dando los pasos necesarios para consolidar VinEspaña, el certamen que el próximo año tendrá como escenario una localidad gallega. De la labor que tiene por delante y del momento que vive el sector debido a la pandemia hablamos en esta entrevista que concedió a Cepas y Vinos al poco de acceder a su nuevo cargo.
¿Por qué se decidió a presidir la Federación Española de Asociaciones de Enólogos?
En la anterior legislatura, ya era uno de los vicepresidentes y, hace cosa de año y medio, el que era presidente de la nacional me comentó esa posibilidad porque él quería dejarlo. Además, meses más tarde, le eligieron presidente de la Federación Internacional de Enología. Y bueno, al final, hablando con los presidentes del resto de asociaciones autonómicas, se llegó a un consenso. Todos estuvieron de acuerdo en que me presentara para presidente y así fue.
¿Sólo hubo una candidatura?
Sí. A ver, esto es complicado. La gente se involucra, pero no quiere dar el paso de asumir mayores responsabilidades. Los compañeros colaboran, pero prefieren que sea otro el que se presente. Lo entiendo, no es fácil. Yo lo viví en Galicia y, ahora, en la nacional. Yo mismo estuve cerca de un año dándole vueltas, pero me animó el ver que estaba todo el mundo de acuerdo y que no había discrepancias.
Galicia estuvo representada por primera vez en la Federación gracias a esa vicepresidencia que ocupó usted en la anterior legislatura, ¿qué peso tendrá ahora?
Dentro de lo que es la Federación Nacional, todas las asociaciones están representadas, todas tienen su voz y su voto. Lo importante en relación con Galicia, pero es una decisión que ya se había tomado, es que el concurso de VinEspaña del año que viene será aquí, aunque aún no sabemos la localidad.
¿Cuáles son las primeras acciones que se ha marcado como presidente?
Un poco continuar con la labor realizada por la anterior junta directiva de la que, como te dije, formé parte. Seguir luchando por el reconocimiento de la profesión a nivel nacional, sobre todo en las diferentes autonomías, para que el enólogo sea reconocido como el profesional que tiene que estar a cargo de toda la labor que se realiza en la bodega, tanto administrativamente como en cuestión de tratamientos. Seguir consolidando el concurso de VinEspaña, seguir aumentando el número de socios e ir preparando el próximo congreso. Y, después, otra de las luchas con la que llevamos tiempo es que Hacienda nos reconozca un epígrafe propio, que ahora no tenemos.
¿Hay mucho intrusismo en este sector?
Muchísimo. Es el mayor problema que tenemos hoy en día. Ten en cuenta que la regulación de la profesión se hizo con un Real Decreto del 2002 porque, hasta ese momento, no existían los estudios universitarios como tal. Ahora, ya se puede estudiar Enología en varias facultades españolas (Palencia, Badajoz, Cádiz, Logroño, Tarragona), pero aún sigue habiendo mucho intrusismo. Después, hay el caso de autonomías como Andalucía que, como en cualquier industria agroalimentaria, el que preste estos servicios tiene que ser un profesional con estudios reconocidos. Porque aquí el problema ya no es que entren, por poner un ejemplo, farmacéuticos o biólogos. El problema es que cualquiera se autodenomina enólogo. Y una cosa es que tú hagas vino y otra es que seas enólogo, oiga, que no es lo mismo. A nadie se le ocurre ir por la vida diciendo que es médico o veterinario cuando no lo son. Es un gran problema.
¿Cómo ha afectado la pandemia al sector?
El palo para el mundo del vino ha sido muy grande. El consumo de lo que se denomina canal Horeca, es decir hostelería y restauración, cayó en picado por razones obvias, pero después hubo bodegas que vendían en la gran distribución que no sólo es que se hayan mantenido, sino que aumentaron sus ventas. Y en otras zonas, lo que les ha salvado ha sido el tema de la exportación, que se convirtió en un puntal importante para muchas empresas.
En el mundo del vino también hay modas. A finales de abril celebraron el último concurso de VinEspaña, ¿ha habido algún cambio en las tendencias?
El sistema que tenemos de concurso ya está estructurado por distintos tipos de vinos, por diferentes categorías. Lo que sí hemos observado es que muchos de los vinos que fueron premiados en nuestro concurso también fueron galardonados en otros en los que participaron posteriormente en los que catan enólogos, pero también sumilleres y periodistas especializados. Esto es muy gratificante porque en VinEspaña los catadores son todos enólogos y muchas veces se nos dice que, como técnicos, tenemos una forma diferente de catar o de apreciar los vinos. Pues se ve que no es así, que estamos en la línea de lo que le gusta a los consumidores.
¿Qué opinión tienen fuera de España de los vinos gallegos?
A nivel asociación, la gallega es una de las más activas e innovadoras. Y en el tema de los vinos, es una de las autonomías que más está despuntando a nivel nacional. Los vinos de Galicia son muy reconocidos. Antes lo eran sobre todo los blancos de Rías Baixas, pero ahora también están pegando fuerte los vinos del Ribeiro, de Valdeorras, Monterrei, Ribeira Sacra… Hay un boom de los vinos gallegos y su aceptación es unánime. Lo cierto es que, en los últimos 20 años, los cambios que se han hecho en Galicia con respecto a la viticultura y a la elaboración en bodega han sido muy importantes. Y parte de ese mérito o responsabilidad es de los técnicos, de los enólogos. Cuando empecé a trabajar en los años 80, casi llegaban los dedos de una mano para contar los técnicos que ejercían en Galicia. Ahora, en la asociación gallega somos 77 asociados y debe de haber en total un centenar de enólogos trabajando en Galicia. Y eso se nota.
¿Esa proyección traspasa nuestras fronteras?
Sin duda. De hecho, las exportaciones de las bodegas gallegas han subido de forma notable. Y creo que ha sido un acierto por parte de la Xunta salir al exterior con la marca Galicia, porque tiene nombre y prestigio, aunque después tú vayas con tu Denominación de Origen o IXP (Identificación Xeográfica Protexida). El nombre de Galicia vende y tiene mucho prestigio.