“Me encantan los vinos auténticos, vengan de donde vengan”
Luis Moya Abián, de la Taberna Pil-Pil de A Coruña, fue uno de los fundadores de la Asociación Gallaecia, donde ahora ejerce de orgulloso Presidente de Honor. Veinticinco años después de la creación de este grupo impulsado por un grupo de hosteleros amante de los buenos vinos elaborados en Galicia, Moya Abián considera que han contribuido a dar a conocer pequeñas bodegas con productos de gran calidad, potenciando la cultura alrededor de una copa de vino de la tierra. Él lo sigue haciendo.
Este año se cumplen 25 años de Gallecia, ¿por qué surgió esta asociación?
Surgió porque un grupo de amigos que estábamos metidos en la hostelería veníamos observando la poca profesionalidad que había en ese momento en el servicio del vino, eran unos tiempos en los que imperaba aquello de me dedico a este trabajo porque no puedo hacer hacer otra cosa. Nosotros creíamos que había mucha deficiencia en el mundo del vino y decidimos que lo que se necesitaba era formación y era más fácil obtenerla si éramos un grupo. Pensamos que podíamos transformar esa situación y creo que contribuimos a cambiar las cosas porque hoy en día el camarero del vino es un profesional más especializado.
¿y cómo lo lograron?
Siendo Galicia un país que produce vinos cada vez mejores, realizamos cursos, viajamos y buscamos el contacto directo con las bodegas buscando la autenticidad, esos vinos que destacan por el esfuerzo y entusiasmo de la persona que lo elabora. Queríamos conocer y después promocionar esos vinos distintos, procedentes de pequeñas parcelas pero con mucha historia detrás. Eran bodegas que en gran medida ya conocíamos porque los que impulsamos esta asociación teníamos tabernas en las que servíamos su producto. Así que buscábamos esos vinos con personalidad, identitarios, sobre todo centrados en Galicia pero sin despreciar nunca las grandes zonas de vinos. Y creo que con nuestro trabajo ayudamos a dar a conocer esos vinos gallegos tan buenos y distintos. Sí, creo que Gallaecia ayudó a extender la cultura del vino.
En su caso, esta actividad promocional de los vinos de Galicia la llevó también a los medios
Cierto, colaboré con La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña siempre pensando en promocionar la gastronomía y el vino gallegos, no con un fin publicitario sino como una auténtica búsqueda de lo mejor para el cliente. Y creo que en estos años hemos mejorado mucho.
¿Qué le llevó a apoyar este tipo de productos?
Yo tenía una pequeña taberna y me preocupaba por la identidad del producto que servía, quería que en Galicia comiéramos en gallego, apostando por una Galicia amplia pero sin dislates. Creo que siempre aproveché los grandes productos de nuestra tierra intentando no traicionarlos, dejándoles hablar en el plato y en la copa. La nuestra era una cocina de hervores lentos al amor de una lumbre y con los productos típicos de cada estación, cuando las cosas saben a lo que tienen que saber. Las especies y las salsas, simplemente deberían existir para subrayar los sabores. Comer las cosas que da la tierra, tratándolas con respeto.
¿25 años después, esa asociación que creó con un grupo de amigos sigue respetando los objetivos con los que nació?
Sí, pero creo que debería haber avanzado más, la verdad. Ahora yo ya no trabajo, desde hace años, pero en este tiempo por la asociación han pasado muchas personas que han trabajado mucho, no quiero dar nombres porque es inevitable olvidarse de alguno y después se enfandan conmigo, lógicamente. Creo que Gallaecia ha aportado su granito de arena al desarrollo del mundo del vino en Galicia, pero no en todos los sitios se está valorando esto, hay lugares donde todavía se prima la cantidad sobre la calidad.
¿Y usted, aunque está retirado de la restauración, sigue disfrutando con los buenos vinos de Galicia?
Pues sí, me encantan los vinos auténticos, vengan de donde vengan, pero no puedo negar mi preferencia por los vinos gallegos. Hoy en día tenemos unos vinos tipo medio excelentes y algunos muy destacados. En Galicia ahora mismo estamos disfrutando de una buena época para los vinos y eso me alegra.